Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

1 Corintios 4


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1Los hombres deben considerarnos simplemente como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.2Ahora bien, lo que se pide a un administrador es que sea fiel.3En cuanto a mí, poco me importa que me juzguen ustedes o un tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo.4Es verdad que mi conciencia nada me reprocha, pero no por eso estoy justificado: mi juez es el Señor.5Por eso, no hagan juicios prematuros. Dejen que venga el Señor: él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y manifestará las intenciones secretas de los corazones. Entonces, cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.6En todo esto, hermanos, les puse mi ejemplo y el de Apolo, a fin de que aprendan de nosotros el refrán: «No vayamos más allá de lo que está escrito», y así nadie tome partido orgullosamente en favor de uno contra otro.7En efecto, ¿con qué derecho te distingues de los demás? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?8¡Será que ustedes ya están satisfechos! ¡Será que se han enriquecido o que se han convertido en reyes, sin necesidad de nosotros! ¡Ojalá que así fuera, para que nosotros pudiéramos reinar con ustedes!9Pienso que a nosotros, los Apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como condenados a muerte, ya que hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y los hombres.10Nosotros somos tenidos por necios, a causa de Cristo, y en cambio, ustedes son sensatos en Cristo. Nosotros somos débiles, y ustedes, fuertes. Ustedes gozan de prestigio, y nosotros somos despreciados.11Hasta ahora sufrimos hambre, sed y frío. Somos maltratados y vivimos errantes.12Nos agotamos, trabajando con nuestras manos.13Nos insultan y deseamos el bien. Padecemos persecución y la soportamos. Nos calumnian y consolamos a los demás. Hemos llegado a ser como la basura del mundo, objeto de desprecio para todos hasta el día de hoy.14No les escribo estas cosas para avergonzarlos, sino para reprenderlos como a hijos muy queridos.15Porque, aunque tengan diez mil preceptores en Cristo, no tienen muchos padres: soy yo el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación de la Buena Noticia.16Les ruego, por lo tanto, que sigan mi ejemplo.17Por esta misma razón les envié a Timoteo, mi hijo muy querido y fiel en el Señor; él les recordará mis normas de conducta, que son las de Cristo, y que yo enseño siempre en todas las Iglesias.18Algunos de ustedes, pensando que yo no regresaría, se han llenado de orgullo.19Pero pronto iré a verlos –si así lo quiere el Señor– y entonces los juzgaré, no por sus palabras, sino por el poder que tienen.20¡Porque el Reino de Dios no es cuestión de palabras sino de poder!21¿Qué prefieren? ¿Qué vaya a verlos con la vara en la mano, o con amor y espíritu de mansedumbre?