Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Jeremías 10


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1¡Escuche, casa de Israel, la palabra que les dirige el Señor!2Así habla el Señor: No imiten las costumbres de los paganos ni se atemoricen por los signos del cielo, porque son los paganos lo que temen esas cosas.3Sí, el Terror de los pueblos no vale nada: es una madera que se corta en el bosque, una obra cincelada por la mano del orfebre;4se la embellece con plata y oro, se la asegura con clavos y martillos, para que no se tambalee.5Ellos son como un espantapájaros, en un campo de pepinos; no pueden hablar, hay que transportarlos, porque no dan ni un paso. ¡No les tengan miedo, no hacen ningún mal, ni tampoco son capaces de hacer el bien!6No hay nadie como tú, Señor: tú eres grande y es grande la fuerza de tu Nombre.7¿Quién no sentirá temor de ti, Rey de las naciones? Sí, eso es lo que te corresponde, porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay nadie como tú.8Todos ellos, por igual, son estúpidos y necios: vana es su enseñanza, no son más que madera,9plata laminada traída de Tarsis y oro de Ufaz, obra de un orfebre, de las manos de un fundidor, con vestiduras de púrpura y carmesí: ¡obra de artesanos es todo eso!10Pero el Señor es el Dios verdadero, él es un Dios viviente y un Rey eterno. Cuando él se irrita, la tierra tiembla y las naciones no pueden soportar su enojo.11Esto es lo que ustedes dirán de ellos: «Los dioses que no hicieron ni el cielo ni la tierra, desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo».12Con su poder él hizo la tierra, con su sabiduría afianzó el mundo, y con su inteligencia extendió el cielo.13Cuando él truena, retumban las aguas en el cielo, hace subir las nubes desde el horizonte, desata la lluvia con los relámpagos, hace salir el viento de sus depósitos.14El hombre queda aturdido, sin comprender, el fundidor se avergüenza de su ídolo, porque su estatua es una mentira, y en nada de eso hay aliento de vida;15son pura vanidad, una obra ridícula, perecerán cuando haya que dar cuenta.16Pero no es como ellos la Parte de Jacob, porque él ha modelado todas las cosas; Israel es la tribu de su herencia, su nombre es: «Señor de los ejércitos».17¡Recoge del suelo tu equipaje, tú que estás bajo el asedio!18Porque así habla el Señor: Esta vez lanzaré como una honda a todos los habitantes del país; estrecharé el cerco sobre ellos, para que sean alcanzados.19¡Ay de mí, a causa de mi desastre! ¡Mi llaga es incurable! Y eso que yo decía: «Es mi sufrimiento, lo soportaré».20Mi carpa ha sido devastada y se han roto todas mis cuerdas. Mis hijos me dejaron, ya no están más, no hay nadie que despliegue mi carpa y levante mis toldos.21Porque los pastores se han vuelto necios y no han buscado al Señor: por eso no han obrado con acierto y se ha dispersado todo su rebaño.22¡Oigan el rumor! ¡Ya llega! Un gran estruendo viene del país del Norte para hacer de las ciudades de Judá una desolación, una guarida de chacales.23Yo sé, Señor, que el hombre no es dueño de su camino, ni está en poder del caminante dirigir sus propios pasos,24Corrígeme, Señor, pero con equidad, no según tu indignación, para no rebajarme demasiado.25Derrama tu furor sobre las naciones que no te conocen, y sobre las familias que no invocan tu Nombre. Porque ellas han devorado a Jacob, lo han devorado, lo han exterminado, y han devastado su morada.