Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Génesis 48


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1Después de estos acontecimientos, José recibió esta noticia: «Tu padre está enfermo». Entonces llevó a sus dos hijos, Manasés y Efraím,2y se hizo anunciar a su padre: «Tu hijo José ha venido a verte». Israel, haciendo un esfuerzo, se sentó en su lecho,3y dijo a José: «El Dios Todopoderoso se me apareció, en Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo,4diciendo: «Yo te haré fecundo y numeroso, haré nacer de ti una asamblea de pueblos, y daré esta tierra a tu descendencia después de ti, en posesión perpetua».5Ahora bien, los dos hijos que tuviste en Egipto antes que yo viniera a reunirme contigo, serán mis hijos. Efraím y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón.6Los que nacieron después de ellos, en cambio, serán tuyos, y serán llamados con el nombre de sus hermanos para recibir su herencia.7Yo quiero que así sea, porque a mi regreso de Padán, mientras íbamos por la tierra de Canaán, a poca distancia de Efratá, se me murió tu madre Raquel, y yo la sepulté allí, junto al camino de Efratá, es decir, de Belén».8Al ver a los hijos de José, Israel preguntó: «Y estos, ¿quiénes son?».9«Son mis hijos, los que Dios me dio aquí», respondió José a su padre. Este añadió: «Acércamelos, para que yo los bendiga».10José los puso junto a Israel, que ya no veía, porque sus ojos se habían debilitado a causa de su edad avanzada, y él los besó y los abrazó.11Luego Israel dijo a José: «Yo pensaba que nunca más volvería a ver tu rostro, y ahora Dios me permite ver también tu descendencia».12José los retiró de las rodillas de Israel y se inclinó profundamente;13después los tomó a los dos, a Efraím con su mano derecha, para que estuviera a la izquierda de Israel, y a Manasés con su mano izquierda, para que estuviera a la derecha de Israel, y se los presentó.14Pero Israel, entrecruzando sus manos, puso la derecha sobre la cabeza de Efraím, que era el menor, y la izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque este era el primogénito,15y los bendijo, diciendo: «El Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abraham e Isaac, el Dios que fue mi pastor, desde mi nacimiento hasta el día de hoy,16el ángel que me rescató de todo mal, bendiga a estos jóvenes, para que en ellos sobreviva mi nombre y el de mis padres, Abraham e Isaac, y lleguen a ser una gran multitud sobre la tierra».17Cuando José advirtió que su padre tenía puesta la mano derecha sobre la cabeza de Efraím, no le pareció bien. Entonces tomó la mano de su padre para pasarla de la cabeza de Efraím a la de Manasés,18y dijo a su padre: «Así no, padre, porque el primogénito es el otro; coloca tu mano derecha sobre su cabeza».19Pero su padre se resistió con estas palabras: «Ya lo sé, hijo mío, ya lo sé. También de él nacerá un pueblo, y también él será grande. Pero su hermano menor lo aventajará, y de él descenderán naciones enteras».20Y aquel día pronunció sobre ellos esta bendición: «Por ti Israel pronunciará esta bendición: ¡Que Dios te haga como Efraím y Manasés!». Y puso a Efraím delante de Manasés.21Finalmente, Israel dijo a José: «Yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con ustedes y los hará volver a la tierra de sus padres.22Yo, por mi parte, te doy una franja de tierra más que a tus hermanos, la que arrebaté a los amorreos con mi espada y con mi arco».