SCRUTATIO

Sabato, 21 giugno 2025 - San Luigi Gonzaga ( Letture di oggi)

Salmos 59


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Del maestro de coro. «No destruyas». De David. A media
voz. Cuando Saúl mandó a vigilar su casa con el fin de
matarle.
1 Del maestro de coro. «No destruyas». De David. Mictán. Cuando Saúl dio orden de vigilar su casa para matarlo.

2 ¡Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío,
de mis agresores protégeme,
2 Líbrame de mis enemigos, Dios mío,

defiéndeme de los que se levantan contra mí;

3 líbrame de los agentes de mal,
de los hombres sanguinarios sálvame!
3 líbrame de los que hacen el mal

y sálvame de los hombres sanguinarios.

4 Mira que acechan a mi alma,
poderosos se conjuran contra mí;
sin rebeldía ni pecado en mí, Yahveh,
4 Mira cómo me están acechando:

los poderosos se conjuran contra mí;

sin rebeldía ni pecado de mi parte, Señor,

5 sin culpa alguna, corren y se aprestan.
Despiértate, ven a mi encuentro y mira,
5 sin culpa mía, se disponen para el ataque.

Despierta, ven a mi encuentro y observa,

6 tú, Yahveh, Dios Sebaot, Dios de Israel,
álzate a visitar a todos los gentiles,
no te apiades de ninguno de esos traidores pérfidos.
Pausa.
6 Señor Dios de los ejércitos, Dios de Israel:

levántate para castigar a las naciones,

no tengas compasión de los traidores.

7 Regresan a la tarde,
aúllan como perros,
rondan por la ciudad.
7 Vuelven al atardecer, aullando como perros,

y recorren la ciudad.

8 Míralos desbarrar a boca llena,
espadas en sus labios:
«¿Hay alguno que oiga?»
8 Mira cómo sueltan sus lenguas,

hay puñales en sus labios,

y dicen: «¿Quién nos va a oír?».

9 Mas tú, Yahveh, te ríes de ellos,
tú te mofas de todos los gentiles.
9 Pero tú, Señor, ríes de ellos

y te burlas de todos los paganos.

10 Oh fuerza mía, hacia ti miro.
Pues es Dios mi ciudadela,
10 Yo miro hacia ti, fuerza mía,

porque Dios es mi baluarte;

11 el Dios de mi amor viene a mi encuentro.
Dios me hará desafiar a los que me asechan.
11 él vendrá a mi encuentro con su gracia

y me hará ver la derrota de mis enemigos.

12 ¡Oh, no los mates, no se olvide mi pueblo,
dispérsalos con tu poder, humíllalos,
oh Señor, nuestro escudo!
12 Quítales la vida, Dios mío,

y que mi pueblo no lo olvide:

dispérsalos y derríbalos con tu poder,

tú, Señor, que eres nuestro escudo.

13 Pecado es en su boca la palabra de sus labios;
¡queden, pues, presos en su orgullo,
por la blasfemia, por la mentira que vocean!
13 Cada palabra que pronuncian

es un pecado en su boca;

¡queden atrapados en su orgullo,

por las blasfemias y mentiras que profieren!

14 ¡Suprime con furor, suprímelos, no existan más!
Y se sepa que Dios domina en Jacob,
hasta los confines de la tierra. Pausa.
14 Extermínalos con tu furor,

extermínalos y que no existan más:

así se sabrá que Dios gobierna en Israel

y hasta los confines de la tierra.

15 Regresan a la tarde,
aúllan como perros,
rondan por la ciudad;
15 Vuelven al atardecer,

aullando como perros,

y recorren la ciudad:

16 vedlos buscando qué comer,
hasta que no están hartos van gruñendo.
16 vagan en busca de comida;

mientras no se sacian, siguen ladrando.

17 Yo, en cambio, cantaré tu fuerza,
aclamaré tu amor a la mañana;
pues tú has sido para mí una ciudadela,
un refugio en el día de mi angustia.
17 Pero yo cantaré tu poder,

y celebraré tu amor de madrugada,

porque tú has sido mi fortaleza

y mi refugio en el peligro.

18 Oh fuerza mía, para ti salmodiaré,
pues es Dios mi ciudadela,
el Dios de mi amor.
18 ¡Yo te cantaré, fuerza mía,

porque tú eres mi baluarte,

Dios de misericordia!