Scrutatio

Giovedi, 9 maggio 2024 - Beata Maria Teresa di Gesù (Carolina Gerhardinger) ( Letture di oggi)

Apocalipsis de Juan 9


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Cuando el quinto Angel tocó la trompeta, vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. La estrella recibió la llave del pozo del Abismo,1 Tocó el quinto Angel... Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave del pozo del Abismo.
2 y cuando abrió el pozo, comenzó a subir un humo, como el de un gran horno, que oscureció el sol y el aire.2 Abrió el pozo del Abismo y subió del pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol y el aire se oscurecieron con la humareda del pozo.
3 Del humo salieron langostas que se expandieron por toda la tierra, y estas recibieron un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra.3 De la humareda salieron langostas sobre la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra.
4 Se les ordenó que no dañaran las praderas ni las plantas ni los árboles, sino solamente a los hombres que no llevaran la marca de Dios sobre la frente.4 Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres que no llevaran en la frente el sello de Dios.
5 Se les permitió, no que los mataran, sino que los atormentaran durante cinco meses, con un dolor parecido al que produce la picadura del escorpión.5 Se les dio poder, no para matarlos, sino para atormentarlos durante cinco meses. El tormento que producen es como el del escorpión cuando pica a alguien.
6 En aquellos días los hombres buscarán la muerte, y no la encontrarán; querrán morir, pero la muerte huirá de ellos.6 En aquellos días, buscarán los hombres la muerte y no la encontrarán; desearán morir y la muerte huirá de ellos.
7 Las langostas parecían caballos equipados para la guerra: tenían en su cabeza algo parecido a coronas doradas y su rostro era semejante al rostro humano.7 La apariencia de estas langostas era parecida a caballos preparados para la guerra; sobre sus cabezas tenían como coronas que parecían de oro; sus rostros eran como rostros humanos;
8 Su cabello era como el de las mujeres y sus dientes como dientes de leones.8 tenían cabellos como cabellos de mujer, y sus dientes eran como de león;
9 Su tórax parecía una coraza de hierro; y el zumbido de sus alas era como el ruido de carros de muchos caballos corriendo al combate.9 tenían corazas como corazas de hierro, y el ruido de sus alas como el estrépito de carros de muchos caballos que corren al combate;
10 Tenían colas con un aguijón como los escorpiones, y en ellas residía el poder para dañar a los hombres durante cinco meses.10 tienen colas parecidas a las de los escorpiones, con aguijones, y en sus colas, el poder de causar daño a los hombres durante cinco meses.
11 Su rey era el Angel del Abismo, cuyo nombre es «Destructor»: «Abadón», en hebreo, y «Apolión», en griego.11 Tienen sobre sí, como rey, al Angel del Abismo, llamado en hebreo «Abaddón», y en griego «Apolíon».
12 La primera calamidad ha pasado, pero sepan que todavía faltan dos más.12 El primer ¡Ay! ha pasado. Mira que detrás vienen todavía otros dos.
13 Cuando el sexto Angel tocó la trompeta, escuché una voz que provenía de los cuatro ángulos del altar de oro que está delante de Dios.13 Tocó el sexto Angel... Entonces oí una voz que salía de los cuatro cuernos del altar de oro que está delante de Dios;
14 Y esa voz dijo al sexto Angel, al que tenía la trompeta: «Suelta a los cuatro Angeles que están encadenados junto al gran río Eufrates».14 y decía al sexto Angel que tenía la trompeta: «Suelta a los cuatro Angeles atados junto al gran río Eufrates».
15 Y fueron soltados los cuatro Angeles que estaban preparados para la hora, el día, el mes y el año en que debían exterminar a una tercera parte de los hombres.15 Y fueron soltados los cuatro Angeles que estaban preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de los hombres.
16 Su ejército constaba de doscientos millones de jinetes: yo pude oír este número.16 El número de su tropa de caballería era de 200.000.000; pude oír su número.
17 En la visión vi así a los caballos y a los jinetes: los jinetes llevaban corazas de fuego, de jacinto y de azufre; la cabeza de los caballos se parecía a la de los leones, y su boca vomitaba fuego, humo y azufre.17 Así vi en la visión los caballos y a los que los montaban: tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos como cabezas de león y de sus bocas salía fuego y humo y azufre.
18 Una tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas: el fuego, el humo y el azufre que salía de la boca de los caballos.18 Y fue exterminada la tercera parte de los hombres por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas.
19 Porque el poder de esos caballos reside en su boca y en sus colas: sus colas son como serpientes, que tienen cabezas con las cuales hacen daño.19 Porque el poder de los caballos está en su boca y en sus colas; pues sus colas, semejantes a serpientes, tienen cabezas y con ellas causan daño.
20 Y el resto de los hombres que no habían sido dañados por las plagas, no se arrepintieron de sus obras ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que son incapaces de ver, de oír y de caminar.20 Pero los demás hombres, los no exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos; no dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni caminar.
21 No, ellos no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de sus fornicaciones, ni de sus robos.21 No se convirtieron de sus asesinatos ni de sus hechicerías ni de sus fornicaciones ni de sus rapiñas.