Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Efesios 1


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1Pablo, Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, saluda a los santos que creen en Cristo Jesús.2Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.3Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bienes espirituales en el cielo,
4y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo,
para que fuéramos santos
e irreprochables en su presencia, por el amor.
5El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos
por medio de Jesucristo,
conforme al beneplácito de su voluntad,
6para alabanza de la gloria de su gracia,
que nos dio en su Hijo muy querido.
7En él hemos sido redimidos por su sangre
y hemos recibido el perdón de los pecados,
según la riqueza de su gracia,
8que Dios derramó sobre nosotros,
dándonos toda sabiduría y entendimiento.
9El nos hizo conocer el misterio de su voluntad,
conforme al designio misericordioso
que estableció de antemano en Cristo,
10para que se cumpliera en la plenitud de los tiempos:
reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra,
bajo un solo jefe, que es Cristo.
11En él hemos sido constituidos herederos,
y destinados de antemano –según el previo designio
del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad–
12a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo,
para alabanza de su gloria.
13En él, ustedes,
los que escucharon la Palabra de la verdad,
la Buena Noticia de la salvación,
y creyeron en ella,
también han sido marcados con un sello
por el Espíritu Santo prometido.
14Ese Espíritu es el anticipo de nuestra herencia
y prepara la redención del pueblo
que Dios adquirió para sí,
para alabanza de su gloria.
15Por eso, habiéndome enterado de la fe que ustedes tienen en el Señor Jesús y del amor que demuestran por todos los hermanos,16doy gracias sin cesar por ustedes recordándoles siempre en mis oraciones17Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente.18Que él ilumine sus corazones, para que ustedes puedan valorar la esperanza a la que han sido llamados, los tesoros de gloria que encierra su herencia entre los santos,19y la extraordinaria grandeza del poder con que él obra en nosotros, los creyentes, por la eficacia de su fuerza. Este es el mismo poder20que Dios manifestó en Cristo, cuando lo resucitó de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo,21elevándolo por encima de todo Principado, Potestad, Poder y Dominación, y de cualquier otra dignidad que pueda mencionarse tanto en este mundo como en el futuro.22El puso todas las cosas bajo sus pies y lo constituyó, por encima de todo, Cabeza de la Iglesia,23que es su Cuerpo y la Plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas.