Hechos de los Apóstoles 21

EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS	BIBBIA CEI 2008
1 Después de separarnos de ellos, nos embarcamos y fuimos derecho a Cos; al día siguiente, llegamos a Rodas y de allí pasamos a Pátara.	1 Appena ci fummo separati da loro, salpammo e per la via diretta giungemmo a Cos, il giorno seguente a Rodi e di qui a Pàtara.
2 Como encontramos un barco que iba a Fenicia, subimos a bordo y partimos.	2 Trovata una nave che faceva la traversata per la Fenicia, vi salimmo e prendemmo il largo.
3 Avistamos la isla de Chipre y, dejándola a nuestra izquierda, seguimos navegando en dirección a Siria, hasta que por fin, atracamos en el puerto de Tiro, donde el barco debía descargar.	3 Giunti in vista di Cipro, la lasciammo a sinistra e, navigando verso la Siria, sbarcammo a Tiro, dove la nave doveva scaricare.
4 Allí encontramos a algunos discípulos y permanecimos una semana con ellos. Estos, iluminados por el Espíritu, aconsejaban a Pablo que no subiera a Jerusalén,	4 Avendo trovato i discepoli, rimanemmo là una settimana, ed essi, per impulso dello Spirito, dicevano a Paolo di non salire a Gerusalemme.
5 pero llegado el momento de partir, proseguimos nuestro viaje. Todos nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad, incluso las mujeres y los niños. En la playa nos arrodillamos para orar,	5 Ma, quando furono passati quei giorni, uscimmo e ci mettemmo in viaggio, accompagnati da tutti loro, con mogli e figli, fino all’uscita della città. Inginocchiati sulla spiaggia, pregammo,
6 y habiéndonos despedido, nosotros subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas.	6 poi ci salutammo a vicenda; noi salimmo sulla nave ed essi tornarono alle loro case.
7 De Tiro fuimos a Tolemaida, poniendo así término a la travesía. Allí saludamos a los hermanos y nos detuvimos un día con ellos.	7 Terminata la navigazione, da Tiro approdammo a Tolemàide; andammo a salutare i fratelli e restammo un giorno con loro.
8 Al día siguiente, volvimos a partir y llegamos a Cesarea, donde fuimos a ver a Felipe, el predicador del evangelio, unos de los Siete, y nos alojamos en su casa.	8 Ripartiti il giorno seguente, giungemmo a Cesarèa; entrati nella casa di Filippo l’evangelista, che era uno dei Sette, restammo presso di lui.
9 El tenía cuatro hijas solteras que profetizaban.	9 Egli aveva quattro figlie nubili, che avevano il dono della profezia.
10 Permanecimos allí muchos días, y durante nuestra estadía, bajó de Judea un profeta llamado Agabo.	10 Eravamo qui da alcuni giorni, quando scese dalla Giudea un profeta di nome Àgabo.
11 Este vino a vernos, tomó el cinturón de Pablo, se ató con él los pies y las manos, y dijo: «El Espíritu Santo dice: Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinturón y lo entregarán a los paganos».	11 Egli venne da noi e, presa la cintura di Paolo, si legò i piedi e le mani e disse: «Questo dice lo Spirito Santo: l’uomo al quale appartiene questa cintura, i Giudei a Gerusalemme lo legheranno così e lo consegneranno nelle mani dei pagani».
12 Al oír estas palabras, los hermanos del lugar y nosotros mismos rogamos a Pablo que no subiera a Jerusalén.	12 All’udire queste cose, noi e quelli del luogo pregavamo Paolo di non salire a Gerusalemme.
13 Pablo respondió: «¿Por qué lloran así y destrozan mi corazón? Yo estoy dispuesto, no solamente a dejarme encadenar, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús».	13 Allora Paolo rispose: «Perché fate così, continuando a piangere e a spezzarmi il cuore? Io sono pronto non soltanto a essere legato, ma anche a morire a Gerusalemme per il nome del Signore Gesù».
14 Y como no conseguíamos persuadirlo, no insistimos más y dijimos: «Que se haga la voluntad del Señor».	14 E poiché non si lasciava persuadere, smettemmo di insistere dicendo: «Sia fatta la volontà del Signore!».
15 Algunos días después, terminados nuestros preparativos, subimos a Jerusalén.	15 Dopo questi giorni, fatti i preparativi, salimmo a Gerusalemme.
16 Iban con nosotros algunos discípulos de Cesarea, que nos hicieron alojar en casa de un tal Mnasón de Chipre, un discípulo de la primera hora.	16 Vennero con noi anche alcuni discepoli da Cesarèa, i quali ci condussero da un certo Mnasone di Cipro, discepolo della prima ora, dal quale ricevemmo ospitalità.
17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría.	17 Arrivati a Gerusalemme, i fratelli ci accolsero festosamente.
18 Al día siguiente, Pablo fue con nosotros a casa de Santiago, donde también se reunieron todos los presbíteros.	18 Il giorno dopo Paolo fece visita a Giacomo insieme con noi; c’erano anche tutti gli anziani.
19 Después de saludarlos, Pablo expuso detalladamente todo lo que Dios había hecho entre los paganos a través de su ministerio.	19 Dopo aver rivolto loro il saluto, si mise a raccontare nei particolari quello che Dio aveva fatto tra i pagani per mezzo del suo ministero.
20 Ellos alabaron a Dios por lo que acababan de oír, pero le advirtieron: «Tú sabes, hermano, que millares de judíos han abrazado la fe, y que todos ellos son celosos cumplidores de la Ley.	20 Come ebbero ascoltato, davano gloria a Dio; poi dissero a Paolo: «Tu vedi, fratello, quante migliaia di Giudei sono venuti alla fede e sono tutti osservanti della Legge.
21 Ahora bien, ellos han oído decir que con tus enseñanzas apartas de Moisés a todos los judíos que viven entre los paganos, diciéndoles que no circunciden a sus hijos y no sigan más sus costumbres.	21 Ora, hanno sentito dire di te che insegni a tutti i Giudei sparsi tra i pagani di abbandonare Mosè, dicendo di non circoncidere più i loro figli e di non seguire più le usanze tradizionali.
22 ¿Qué haremos entonces? Pronto seguramente se van a enterar de tu llegada.	22 Che facciamo? Senza dubbio verranno a sapere che sei arrivato.
23 Tienes que hacer lo que te vamos a decir: Aquí tenemos a cuatro hombres que están obligados por un voto:	23 Fa’ dunque quanto ti diciamo. Vi sono fra noi quattro uomini che hanno fatto un voto.
24 llévalos contigo, purifícate con ellos y paga lo que corresponde para que se hagan cortar el cabello. Así todo el mundo sabrá que no es verdad lo que han oído acerca de ti, sino que tú también eres un fiel cumplidor de la Ley.	24 Prendili con te, compi la purificazione insieme a loro e paga tu per loro perché si facciano radere il capo. Così tutti verranno a sapere che non c’è nulla di vero in quello che hanno sentito dire, ma che invece anche tu ti comporti bene, osservando la Legge.
25 En cuanto a los paganos que abrazaron la fe, les hemos enviado nuestras decisiones, a saber: que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales».	25 Quanto ai pagani che sono venuti alla fede, noi abbiamo deciso e abbiamo loro scritto che si tengano lontani dalle carni offerte agli idoli, dal sangue, da ogni animale soffocato e dalle unioni illegittime».
26 Al día siguiente, Pablo tomó consigo a esos hombres, se purificó con ellos y entró en el Templo. Allí hizo saber cuándo concluiría el plazo fijado para la purificación, es decir, cuándo debía ofrecerse la oblación por cada uno de ellos.	26 Allora Paolo prese con sé quegli uomini e, il giorno seguente, fatta insieme a loro la purificazione, entrò nel tempio per comunicare il compimento dei giorni della purificazione, quando sarebbe stata presentata l’offerta per ciascuno di loro.
27 Casi al final de los siete días, cuando los judíos venidos de Asia vieron a Pablo en el Templo, amotinaron a la multitud y se apoderaron de él,	27 Stavano ormai per finire i sette giorni, quando i Giudei della provincia d’Asia, come lo videro nel tempio, aizzarono tutta la folla e misero le mani su di lui
28 gritando: «¡Socorro, israelitas! Este es el hombre que predica a todos y en todas partes contra nuestro pueblo, contra la Ley y contra este Templo, y ahora ha llegado a introducir en él a los paganos, profanando este lugar santo».	28 gridando: «Uomini d’Israele, aiuto! Questo è l’uomo che va insegnando a tutti e dovunque contro il popolo, contro la Legge e contro questo luogo; ora ha perfino introdotto dei Greci nel tempio e ha profanato questo luogo santo!».
29 Decían esto porque antes habían visto con él en la ciudad a Trófimo de Efeso, y creían que Pablo lo había introducido en el Templo.	29 Avevano infatti veduto poco prima Tròfimo di Èfeso in sua compagnia per la città, e pensavano che Paolo lo avesse fatto entrare nel tempio.
30 La ciudad entera se alborotó, y de todas partes acudió el pueblo. Se apoderaron de Pablo, lo sacaron fuer del Templo y cerraron inmediatamente las puertas.	30 Allora tutta la città fu in subbuglio e il popolo accorse. Afferrarono Paolo, lo trascinarono fuori dal tempio e subito furono chiuse le porte.
31 Ya iban a matarlo, cuando llegó al tribunal de la cohorte la noticia de que toda Jerusalén estaba convulsionada.	31 Stavano già cercando di ucciderlo, quando fu riferito al comandante della coorte che tutta Gerusalemme era in agitazione.
32 En seguida el tribuno, con unos soldados y centuriones, se precipitó sobre los manifestantes. Al ver al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo.	32 Immediatamente egli prese con sé dei soldati e dei centurioni e si precipitò verso di loro. Costoro, alla vista del comandante e dei soldati, cessarono di percuotere Paolo.
33 El tribuno se acercó, tomó a Pablo y mandó que lo ataran con dos cadenas; después preguntó quién era y qué había hecho.	33 Allora il comandante si avvicinò, lo arrestò e ordinò che fosse legato con due catene; intanto si informava chi fosse e che cosa avesse fatto.
34 Todos gritaban al mismo tiempo, y a causa de la confusión, no pudo sacar nada en limpio. Por eso hizo conducir a Pablo a la fortaleza.	34 Tra la folla però chi gridava una cosa, chi un’altra. Non riuscendo ad accertare la realtà dei fatti a causa della confusione, ordinò di condurlo nella fortezza.
35 Al llegar a la escalinata, los soldados tuvieron que alzarlo debido a la violencia de la multitud,	35 Quando fu alla gradinata, dovette essere portato a spalla dai soldati a causa della violenza della folla.
36 porque el pueblo en masa lo seguía, gritando: «¡Que lo maten!».	36 La moltitudine del popolo infatti veniva dietro, urlando: «A morte!».
37 Cuando lo iban a introducir en la fortaleza, Pablo dijo al tribuno: «¿Puedo decirte una palabra?». «¿Tú sabes griego?», le preguntó el tribuno.	37 Sul punto di essere condotto nella fortezza, Paolo disse al comandante: «Posso dirti una parola?». Quello disse: «Conosci il greco?
38 Entonces, ¿no eres el egipcio que hace unos días provocó un motín y llevó al desierto a cuatro mil terroristas?».	38 Allora non sei tu quell’Egiziano che in questi ultimi tempi ha sobillato e condotto nel deserto i quattromila ribelli?».
39 «Yo soy judío, dijo Pablo, originario de Tarso, ciudadano de una importante ciudad de Cilicia. Te ruego que me permitas hablar al pueblo».	39 Rispose Paolo: «Io sono un giudeo di Tarso in Cilìcia, cittadino di una città non senza importanza. Ti prego, permettimi di parlare al popolo».
40 El trino se lo permitió, y Pablo, de pie sobre la escalinata, hizo una señal al pueblo con la mano. Se produjo un gran silencio, y Pablo comenzó a hablarles en hebreo.	40 Egli acconsentì e Paolo, in piedi sui gradini, fece cenno con la mano al popolo; si fece un grande silenzio ed egli si rivolse loro ad alta voce in lingua ebraica, dicendo: