Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Hechos de los Apóstoles 15


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1Algunas personas venidas de Judea enseñaban a los hermanos que si no se hacían circuncidar según el rito establecido por Moisés, no podían salvarse.2A raíz de esto, se produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente con ellos, y por fin, se decidió que ambos, junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los Apóstoles y los presbíteros.3Los que habían sido enviados por la Iglesia partieron y atravesaron Fenicia y Samaría, contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto causó una gran alegría a todos los hermanos.4Cuando llegaron a Jerusalén, fueron bien recibidos por la Iglesia, por los Apóstoles y los presbíteros, y relataron todo lo que Dios había hecho con ellos.5Pero se levantaron algunos miembros de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe, y dijeron que era necesario circuncidar a los paganos convertidos y obligarlos a observar la Ley de Moisés.6Los Apóstoles y los presbíteros se reunieron para deliberar sobre este asunto.7Al cabo de una prolongada discusión, Pedro se levantó y dijo: «Hermanos, ustedes saben que Dios, desde los primeros días, me eligió entre todos ustedes para anunciar a los paganos la Palabra del Evangelio, a fin de que ellos abracen la fe.8Y Dios, que conoce los corazones, dio testimonio en favor de ellos, enviándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros.9El no hizo ninguna distinción entre ellos y nosotros, y los purificó por medio de la fe.10¿Por qué ahora ustedes tientan a Dios, pretendiendo imponer a los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar?11Por el contrario, creemos que tanto ellos como nosotros somos salvados por la gracia del Señor Jesús».12Después, toda la asamblea hizo silencio para oír a Bernabé y a Pablo, que comenzaron a relatar los signos y prodigios que Dios había realizado entre los paganos por intermedio de ellos.13Cuando dejaron de hablar, Santiago tomó la palabra, diciendo: «Hermano, les ruego que me escuchen:14Simón les ha expuesto cómo Dios dispuso desde el principio elegir entre las naciones paganas, un Pueblo consagrado a su Nombre.15Con esto concuerdan las palabras de los profetas que dicen:16"Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré,17para que el resto de los hombres busque al Señor, lo mismo que todas las naciones que llevan mi Nombre. Así dice el Señor, que da18a conocer estas cosas desde la eternidad".19Por eso considero que no se debe inquietar a los paganos que se convierten a Dios,20sino que solamente se les debe escribir, pidiéndoles que se abstengan de lo que está contaminado por los ídolos, de las uniones ilegales, de la carne de animales muertos sin desangrar y de la sangre.21Desde hace muchísimo tiempo, en efecto, Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores que leen la Ley en la sinagoga todos los sábados».22Entonces los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos23y les encomendaron llevar la siguiente carta: «Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia.24Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto,25hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo,26los cuales han consagrado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo.27Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje.28El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber:29que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós».30Los delegados, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía donde convocaron a la asamblea y le entregaron la carta.31Esta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba.32Judas y Silas, que eran profetas, exhortaron a sus hermanos y los confirmaron, hablándoles largamente.33Al cabo de un tiempo, los hermanos los enviaron nuevamente a la comunidad que los había elegido, despidiéndolos en paz.34[Como Silas creyó que debía quedarse, Judas partió solo.]35Pablo y Bernabé permanecieron en Antioquía, enseñando y anunciando la Buena Noticia de la Palabra del Señor, junto con muchos otros.36Algún tiempo después, Pablo dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar a los hermanos que están en las ciudades donde ya hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo se encuentran».37Bernabé quería llevar consigo también a Juan, llamado Marcos.38Pero Pablo consideraba que no debía llevar a quien los había abandonado cuando estaban en Panfilia y no había trabajado con ellos.39La discusión fue tan viva que terminaron por separarse; Bernabé, llevando consigo a Marcos, se embarcó rumbo a Chipre.40Pablo, por su parte, eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por sus hermanos a la gracia del Señor.41Así atravesó la Siria y la Cilicia, confirmando a las comunidades.