Scrutatio

Giovedi, 9 maggio 2024 - Beata Maria Teresa di Gesù (Carolina Gerhardinger) ( Letture di oggi)

Hechos de los Apóstoles 10


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte itálica.1 Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte Itálica,
2 Era un hombre piadoso y temeroso de Dios, lo mismo que toda su familia; hacía abundantes limosnas al pueblo y oraba a Dios sin cesar.2 piadoso y temeroso de Dios, como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios.
3 Este hombre tuvo una visión: un día, cerca de las tres de la tarde, vio claramente al Angel de Dios que entraba en su casa y le decía: «Cornelio».3 Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Angel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio».
4 Este lo miró lleno de temor, y le preguntó: «¿Qué quieres de mí, Señor?». El Angel le dijo: «Tus oraciones y tus limosnas han llegado hasta Dios y él se ha acordado de ti.4 El le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, señor?» Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios.
5 Envía ahora algunos hombres a Jope en busca de Simón, llamado Pedro,5 Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro.
6 que se hospeda en la casa de un tal Simón, un curtidor que vive a la orilla del mar».6 Este se hospeda en casa de un tal Simón, curtidor, que tiene la casa junto al mar».
7 En cuanto el Angel se alejó, Cornelio llamó a dos de sus servidores y a un soldado piadoso de los que estaban a sus órdenes.7 Apenas se fue el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un soldado piadoso, de entre sus asistentes,
8 Después de haberles contado lo sucedido, los envió a Jope.8 les contó todo y los envió a Joppe.
9 Al día siguiente, mientras estos se acercaban a la ciudad, Pedro, alrededor del mediodía, subió a la terraza para orar.9 Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, subió Pedro al terrado, sobre la hora sexta, para hacer oración.
10 Como sintió hambre, pidió de comer. Mientras le preparaban la comida, cayó en éxtasis y tuvo una visión:10 Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis,
11 vio que el cielo se abría y que bajaba a la tierra algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas.11 y vio los cielos abiertos y que bajaba hacia la tierra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas.
12 Dentro de él había toda clase de cuadrúpedos, reptiles y aves del cielo.12 Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo.
13 Y oyó una voz que le decía: «Vamos, Pedro, mata y come».13 Y una voz le dijo: «Levántate, Pedro, sacrifica y come».
14 Pero Pedro respondió: «De ninguna manera, señor, yo nunca he comido nada manchado ni impuro».14 Pedro contestó: «De ninguna manera, Señor; jamás he comido nada profano e impuro».
15 La voz le habló de nuevo, diciendo: «No consideres manchado lo que Dios purificó».15 La voz le dijo por segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano».
16 Esto se repitió tres veces, y luego, todo fue llevado otra vez al cielo.16 Esto se repitió tres veces, e inmediatamente la cosa aquella fue elevada hacia el cielo.
17 Mientras Pedro, desconcertado, se preguntaba qué podía significar la visión que acababa de tener, llegaron los hombres enviados por Cornelio. Estos averiguaron dónde vivía Simón y se presentaron ante la puerta de la casa.17 Estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que había visto, cuando los hombres enviados por Cornelio, después de preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta;
18 Golpearon y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.18 llamaron y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.
19 Como Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el Espíritu Santo le dijo: «Allí hay tres hombres que te buscan.19 Estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: «Ahí tienes unos hombres que te buscan.
20 Baja y no dudes en irte con ellos, porque soy yo quien los he enviado».20 Baja, pues, al momento y vete con ellos sin vacilar, pues yo los he enviado».
21 Pedro bajó y se acercó a ellos, diciendo: «Yo soy el que ustedes buscan. ¿Para qué vinieron?».21 Pedro bajó donde ellos y les dijo: «Yo soy el que buscáis; ¿por qué motivo habéis venido?»
22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, que goza de la estima de todos los judíos, recibió de un ángel de Dios la orden de conducirse a su casa para escuchar tus palabras».22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de escuchar lo que tú digas».
23 Entonces Pedro los hizo pasar y les ofreció hospedaje. Al día siguiente, se puso en camino con ellos, acompañado por unos hermanos de la ciudad de Jope.23 Entonces les invitó a entrar y les dio hospedaje. Al día siguiente se levantó y se fue con ellos; le acompañaron algunos hermanos de Joppe.
24 Al otro día, llegaron a Cesarea. Cornelio los esperaba, y había reunido a su familia y a sus amigos íntimos.24 Al siguiente día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando. Había reunido a sus parientes y a los amigos íntimos.
25 Cuando Pedro entró, Cornelio fue a su encuentro y se postró a sus pies.25 Cuando Pedro entraba salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies.
26 Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: «Levántate, porque yo no soy más que un hombre».26 Pedro le levantó diciéndole: «Levántate, que también yo soy un hombre».
27 Y mientras seguía conversando con él, entró y se encontró con un grupo numeroso de personas, que estaban reunidas allí.27 Y conversando con él entró y encontró a muchos reunidos.
28 Dirigiéndose a ellas, les dijo: «Ustedes saben que está prohibido a un judío tratar con un extranjero o visitarlo. Pero Dios acaba de mostrarme que no hay que considerar manchado o impuro a ningún hombre.28 Y les dijo: «Vosotros sabéis que no le está permitido a un judío juntarse con un extranjero ni entrar en su casa; pero a mí me ha mostrado Dios que no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre.
29 Por eso, cuando ustedes me llamaron, vine sin dudar. Y ahora quisiera saber para qué me llamaron».29 Por eso al ser llamado he venido sin dudar. Os pregunto, pues, por qué motivo me habéis enviado a llamar».
30 Cornelio le respondió: «Hace tres días me encontraba orando en mi casa, alrededor de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre con vestiduras resplandecientes,30 Cornelio contestó: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo haciendo la oración de nona en mi casa, y de pronto se presentó delante de mí un varón con vestidos resplandecientes,
31 y me dijo: «Cornelio, tu oración ha sido escuchada y Dios se ha acordado de tus limosnas.31 y me dijo: “Cornelio, tu oración ha sido oída y se han recordado tus limosnas ante Dios;
32 Manda a buscar a Simón, llamado Pedro, que está en Jope, a la orilla del mar, en la casa de Simón el curtidor».32 envía, pues, a Joppe y haz llamar a Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar.”
33 En seguida te mandé a buscar y has hecho bien en venir. Ahora estamos reunidos delante de Dios, para escuchar lo que el Señor te ha mandado decirnos».33 Al instante mandé enviados donde ti, y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros, en la presencia de Dios, estamos dispuestos para escuchar todo lo que te ha sido ordenado por el Señor».
34 Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo: «Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas,34 Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Verdaderamente comprendo que Dios no hace acepción de personas,
35 y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a él.35 sino que en cualquier nación el que le teme y practica la justicia le es grato.
36 El envió su Palabra al pueblo de Israel, anunciándoles la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.36 «El ha enviado su Palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la Buena Nueva de la paz por medio de Jesucristo que es el Señor de todos.
37 Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicaba Juan:37 Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo;
38 cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. El pasó haciendo el bien y curando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con él.38 cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él;
39 Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. Y ellos mataron, suspendiéndolo de un patíbulo.39 y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero;
40 Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara,40 a éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de aparecerse,
41 no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios: a nosotros, que comimos y bebimos con él, después de su resurrección.41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos.
42 Y nos envió a predicar al pueblo, y atestiguar que él fue constituido por Dios Juez de vivos y muertos.42 Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y que diésemos testimonio de que él está constituido por Dios juez de vivos y muertos.
43 Todos los profetas dan testimonio de él, declarando que los que creen en él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre».43 De éste todos los profetas dan testimonio de que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados».
44 Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban la Palabra.44 Estaba Pedro diciendo estas cosas cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la Palabra.
45 Los fieles de origen judío que habían venido con Pedro quedaron maravillados al ver que el Espíritu Santo era derramado también sobre los paganos.45 Y los fieles circuncisos que habían venido con Pedro quedaron atónitos al ver que el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles,
46 En efecto, los oían hablar diversas lenguas y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo:46 pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro dijo:
47 «¿Acaso se puede negar el agua del bautismo a los que recibieron el Espíritu Santo como nosotros?».47 «¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?»
48 Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara con ellos algunos días.48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedase algunos días.