Scrutatio

Sabato, 11 maggio 2024 - San Fabio e compagni ( Letture di oggi)

Mateo 17


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBBIA CEI 2008
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado.1 Sei giorni dopo, Gesù prese con sé Pietro, Giacomo e Giovanni suo fratello e li condusse in disparte, su un alto monte.
2 Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.2 E fu trasfigurato davanti a loro: il suo volto brillò come il sole e le sue vesti divennero candide come la luce.
3 De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús.3 Ed ecco, apparvero loro Mosè ed Elia, che conversavano con lui.
4 Pedro dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantará aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».4 Prendendo la parola, Pietro disse a Gesù: «Signore, è bello per noi essere qui! Se vuoi, farò qui tre capanne, una per te, una per Mosè e una per Elia».
5 Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo».5 Egli stava ancora parlando, quando una nube luminosa li coprì con la sua ombra. Ed ecco una voce dalla nube che diceva: «Questi è il Figlio mio, l’amato: in lui ho posto il mio compiacimento. Ascoltatelo».
6 Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor.6 All’udire ciò, i discepoli caddero con la faccia a terra e furono presi da grande timore.
7 Jesús se acercó a ellos, y tocándolos, les dijo: «Levántense, no tengan miedo».7 Ma Gesù si avvicinò, li toccò e disse: «Alzatevi e non temete».
8 Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo.8 Alzando gli occhi non videro nessuno, se non Gesù solo.
9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».9 Mentre scendevano dal monte, Gesù ordinò loro: «Non parlate a nessuno di questa visione, prima che il Figlio dell’uomo non sia risorto dai morti».
10 Entonces los discípulos le preguntaron: «¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?».10 Allora i discepoli gli domandarono: «Perché dunque gli scribi dicono che prima deve venire Elia?».
11 El respondió: «Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas;11 Ed egli rispose: «Sì, verrà Elia e ristabilirà ogni cosa.
12 pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre».12 Ma io vi dico: Elia è già venuto e non l’hanno riconosciuto; anzi, hanno fatto di lui quello che hanno voluto. Così anche il Figlio dell’uomo dovrà soffrire per opera loro».
13 Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.13 Allora i discepoli compresero che egli parlava loro di Giovanni il Battista.
14 Cuando se reunieron con la multitud se le acercó un hombre y, cayendo de rodillas,14 Appena ritornati presso la folla, si avvicinò a Gesù un uomo che gli si gettò in ginocchio
15 le dijo: «Señor, ten piedad de mí hijo, que es epiléptico y está muy mal: frecuentemente cae en el fuego y también en el agua.15 e disse: «Signore, abbi pietà di mio figlio! È epilettico e soffre molto; cade spesso nel fuoco e sovente nell’acqua.
16 Yo lo llevé a tus discípulos, pero no lo pudieron curar».16 L’ho portato dai tuoi discepoli, ma non sono riusciti a guarirlo».
17 Jesús respondió: «¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo aquí».17 E Gesù rispose: «O generazione incredula e perversa! Fino a quando sarò con voi? Fino a quando dovrò sopportarvi? Portatelo qui da me».
18 Jesús increpó al demonio, y este salió del niño, que desde aquel momento, quedó curado.18 Gesù lo minacciò e il demonio uscì da lui, e da quel momento il ragazzo fu guarito.
19 Los discípulos se acercaron entonces a Jesús y le preguntaron en privado: «¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?».19 Allora i discepoli si avvicinarono a Gesù, in disparte, e gli chiesero: «Perché noi non siamo riusciti a scacciarlo?».
20 «Porque ustedes tienen poca fe, les dijo. Les aseguro que si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a esta montaña: «Trasládate de aquí a allá», y la montaña se trasladaría; y nada sería imposible para ustedes».20 Ed egli rispose loro: «Per la vostra poca fede. In verità io vi dico: se avrete fede pari a un granello di senape, direte a questo monte: “Spòstati da qui a là”, ed esso si sposterà, e nulla vi sarà impossibile».
21 [«En cuanto a esta clase de demonios, no se los puede expulsar sino por medio de la oración y del ayuno»].21
22 Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres:22 Mentre si trovavano insieme in Galilea, Gesù disse loro: «Il Figlio dell’uomo sta per essere consegnato nelle mani degli uomini
23 lo matarán y al tercer día resucitará». Y ellos quedaron muy apenados.23 e lo uccideranno, ma il terzo giorno risorgerà». Ed essi furono molto rattristati.
24 Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?».24 Quando furono giunti a Cafàrnao, quelli che riscuotevano la tassa per il tempio si avvicinarono a Pietro e gli dissero: «Il vostro maestro non paga la tassa?».
25 «Sí, lo paga», respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: «¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?».25 Rispose: «Sì». Mentre entrava in casa, Gesù lo prevenne dicendo: «Che cosa ti pare, Simone? I re della terra da chi riscuotono le tasse e i tributi? Dai propri figli o dagli estranei?».
26 Y como Pedro respondió: «De los extraños», Jesús le dijo: «Eso quiere decir que los hijos están exentos.26 Rispose: «Dagli estranei». E Gesù replicò: «Quindi i figli sono liberi.
27 Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti».27 Ma, per evitare di scandalizzarli, va’ al mare, getta l’amo e prendi il primo pesce che viene su, aprigli la bocca e vi troverai una moneta d’argento. Prendila e consegnala loro per me e per te».