Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Habacuc 2


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1Me pondré en mi puesto de guardia y me apostaré sobre el muro; vigilaré para ver qué me dice el Señor, y qué responde a mi reproche.2El Señor me respondió y dijo: Escribe la visión, grábala sobre unas tablas para que se la pueda leer de corrido.3Porque la visión aguarda el momento fijado, ansía llegar a término y no fallará; si parece que se demora, espérala, porque vendrá seguramente, y no tardará.4El que no tiene el alma recta, sucumbirá, pero el justo vivirá por su fidelidad.5¡Ciertamente, la riqueza es traidora, y el hombre presuntuoso no subsistirá, el que dilata su garganta como el Abismo y es insaciable como la Muerte, el que reúne para sí a todas las naciones y acapara para él a todos los pueblos!6¿No entonarán todos estos contra él sátiras, sarcasmos y enigmas? Ellos dirán: ¡Ay del que acumula lo que no le pertenece –¿hasta cuándo?– y se carga de objeto prendados!7¿No se levantarán de repente tus acreedores, y no se despertarán tus expoliadores? ¡Tú serás una buena presa para ellos!8Por haber despojado a numerosas naciones, lo que resta de esos pueblos te despojará a ti, a causa de la sangre humana derramada y de la violencia contra el país, contra la ciudad y todos sus habitantes.9¡Ay del que acumula para su casa ganancias deshonestas, a fin de establecer en lo alto su nido y escapar a los golpes de la desgracia!10Hiciste un proyecto vergonzoso para tu casa: al diezmar a numerosos pueblos, atentas contra tu propia vida.11Porque la piedra gritará desde el muro y desde el armazón le responderá la viga.12¡Ay del que edifica una ciudad con sangre y la funda sobre la injusticia!13¿No proviene del Señor de los ejércitos que sólo para el fuego se fatiguen los pueblos y las naciones se extenúen por nada?14Porque la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar.15¡Ay del que hace beber a su prójimo! ¡Tú derramas tu veneno hasta embriagarlo, para contemplar su desnudez!16Te has saciado de ignominia, no de gloria; ¡bebe tú también y muestra tu prepucio! El cáliz de la mano del Señor se volverá sobre ti, y tu gloria se convertirá en ignominia.17Porque la violencia hecha al Líbano te cubrirá y la matanza de los animales te aterrará, a causa de la sangre humana derramada y de la violencia contra el país, contra la ciudad y todos sus habitantes.18¿De qué sirve una imagen esculpida, para que el artista la talle, o una imagen de metal fundido, un oráculo falso, para que el artista ponga su confianza en ella, fabricando ídolos mudos?19¡Ay del que dice al madero: «Despierta», y a la piedra muda: «Levántate»! ¿Puede eso pronunciar un oráculo? ¡Sin duda, está recubierto de oro y plata, pero no hay soplo de vida en su interior!20El Señor reside en su santo Templo, ¡guarde silencio toda la tierra delante de él!