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Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Números 31


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1El Señor dijo a Moisés:2«Tienes que vengar a Israel de los madianitas, después irás a reunirte con los tuyos».3Entonces Moisés dijo al pueblo: «Que algunos de ustedes se equipen para el combate y ataquen a Madián, para ejecutar contra ellos la venganza del Señor.4Deberán enviar al combate mil hombres por cada una de las tribus de Israel».5Entre las divisiones de Israel se reclutaron doce mil hombres equipados para la guerra, a razón de mil hombres por tribu,6y Moisés los envió al combate, junto con Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba consigo los vasos sagrados y las trompetas para lanzar el grito de guerra.7Ellos pelearon contra Madián, como el Señor lo había ordenado a Moisés, y mataron a todos los varones.8Además de otras víctimas, mataron a los cinco reyes de Madián: Eví, Réquem, Sur, Jur y Reba. También pasaron al filo de la espada a Balaam hijo de Beor.9Los israelitas tomaron cautivas a las mujeres y a los hijos de los madianitas, y se llevaron como botín todos sus animales, sus rebaños y sus bienes.10Además incendiaron las ciudades donde ellos habitaban y sus campamentos.11Luego recogieron todo el botín –tanto hombres como animales–12y se lo llevaron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a toda la comunidad de los israelitas, que estaban acampados en las estepas de Moab, junto al Jordán, a la altura de Jericó.13Cuando Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los jefes de la comunidad salieron a recibirlos fuera del campamento,14Moisés se irritó contra los comandantes del ejército y contra los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados, que volvían de la expedición,15y les dijo: «¿Por qué han perdonado la vida a todas las mujeres?16Fueron ellas las que, por instigación de Balaam indujeron a los israelitas a ser infieles al Señor en el incidente de Peor, y por eso la comunidad del Señor fue azotada por la plaga.17Por lo tanto, maten a todos los niños varones y a todas las mujeres que hayan tenido relaciones con un hombre.18Perdonen, en cambio, a las jóvenes que no hayan tenido relaciones con un hombre.19En cuanto a ustedes, quédense fuera del campamento durante siete días; y en cualquiera de ustedes o de los cautivos que haya matado a una persona o haya tocado un cadáver, deberá purificarse al tercero y al séptimo día.20También deberán purificar todas las prendas de vestir y todos los objetos de piel, de cuero de cabra o de madera».21Entonces el sacerdote Eleazar dijo a las tropas de habían participado de la batalla: «Esta es una prescripción de la ley que el Señor dictó a Moisés: «Todo lo que resiste al fuego,22ya sea oro, plata, bronce, hierro, estaño o plomo,23lo harán pasar por el fuego para que sea purificado, aunque también deberá ser purificado con agua lustral; en cambio, harán pasar sólo por el agua lo que no puede resistir al fuego.24Al séptimo día ustedes lavarán su ropa y quedarán puros. Después podrán entrar en el campamento».25Luego el Señor dijo a Moisés:26«Tú, el sacerdote Eleazar y los jefes de familia de la comunidad harán el inventario del botín que ha sido capturado, tanto hombres como animales.27Después lo repartirás, por partes iguales, entre los combatientes que participaron de la campaña y el resto de la comunidad.28Además, debes separar para el Señor, como tributo de los guerreros que han ido al combate, una vida de cada quinientas, tanto de las personas como del ganado mayor, de los asnos y del ganado menor.29Esto lo tomarás de la mitad que les corresponda y se lo entregarás al sacerdote Eleazar como un tributo para el Señor.30De la mitad que corresponda a los demás israelitas, tanto de las personas como de los animales –del ganado mayor, de los asnos y del ganado menor– tomarás una vida por cada cincuenta y se las entregarás a los levitas que realizan tareas en la Morada del Señor».31Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron lo que el Señor había ordenado.32El total del botín –además de los despojos que habían recogido las tropas– ascendió a 675.000 cabezas de ganado menor,3372.000 de ganado mayor,3461.000 asnos,35y 32.000 personas, a saber, las jóvenes que no habían tenido relaciones con un hombre.36Por lo tanto, la mitad correspondiente a los que habían participado de la campaña fueron 337.500 cabezas de ganado menor,37y el tributo para el Señor fue de 675;3836.000 cabezas de ganado mayor, y el tributo para el Señor, 72;3930.500 asnos, y el tributo para el Señor, 61.40Las personas fueron 16.000, y el tributo para el Señor, 32.41Moisés entregó al sacerdote Eleazar el tributo recogido para el Señor, como él se lo había ordenado.42La parte correspondiente a los otros israelitas –que Moisés había tomado del botín de los combatientes–43sumó 337.500 cabezas de ganado menor,4436.000 cabezas de ganado mayor,4530.500 asnos,46y 16.000 personas.47De esta mitad correspondiente a los israelitas, Moisés tomó cada uno de cada cincuenta hombres y animales, y se los entregó a los levitas que realizaban tareas en la Morada del Señor, como el Señor se lo había ordenado.48Los comandantes de las tropas y los jefes de los regimientos de mil y cien soldados se acercaron a Moisés,49y el dijeron: «Hemos hechos el recuento de los soldados que están en nuestras órdenes y no falta ni uno solo.50Por eso hemos traído, como ofrenda al Señor, los objetos de oro que ha recogido cada uno: pulseras, brazaletes, anillos, aros y pendientes. Así se hará en favor nuestro el rito de expiación delante del Señor».51Entonces Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos todo ese oro, todas esas joyas.52El oro que los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados ofrecieron como tributo al Señor, llegó a un total de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos.53Entre la tropa, en cambio, cada uno guardó para sí lo que había recogido.54Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los oficiales, y lo llevaron a la Carpa del Encuentro, como memorial de los israelitas delante del Señor.