Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Ezequiel 18


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1La palabra del Señor me llegó en estos términos:2¿Por qué andan repitiendo este refrán en la tierra de Israel: «Los padres comieron uva verde, y los hijos sufren la dentera»?3Juro por mi vida –oráculo del Señor– que ustedes nunca más dirán este refrán en Israel.4Porque todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo: la persona que peca, esa morirá.5Si un hombre es justo y practica el derecho y la justicia;6si no participa de las comidas sagradas en las montañas y no levanta sus ojos hacia los ídolos de la casa de Israel; si no deshonra a la mujer de su prójimo y no se acerca a una mujer en los días de su menstruación;7si no oprime a nadie, si devuelve la prenda al deudor y no quita nada por la fuerza; si da su pan al hambriento y viste al desnudo;8si no presta con usura ni cobra intereses; si aparta su mano de la injusticia y juzga imparcialmente en los litigios;9si camina según mis preceptos y observa mis leyes, obrando con fidelidad, ese hombre es justo y seguramente vivirá –oráculo del Señor–.10Pero si engendra un hijo ladrón y sanguinario, que hace alguna de esas cosas,11mientras que él no ha hecho ninguna de ellas, un hijo que participa de las comidas sagradas en las montañas y deshonra a la mujer de su prójimo;12que oprime al pobre y al indigente, que saca las cosas por la fuerza y no devuelve la prenda; que levanta sus ojos a los ídolos y comete abominaciones;13que presta con usura y cobra intereses: este hijo no vivirá. A causa de todas las abominaciones que cometió, morirá irremediablemente, y su sangre recaerá sobre él.14Pero si un hombre engendra un hijo que ve todos los pecados cometidos por su padre, los ve, pero no los imita:15no participa de las comidas sagradas en las montañas ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; no deshonra a la mujer de su prójimo;16no oprime a nadie, no retiene la prenda ni saca las cosas por la fuerza; da su pan al hambriento, viste al desnudo17y aparta su mano de la injusticia; no presta con usura ni cobra intereses; cumple mis leyes y camina según mis preceptos: ese hijo no morirá por las culpas de su padre, sino que vivirá.18Pero su padre, que oprimió y sacó las cosas por la fuerza, y no hizo el bien en medio de su pueblo, él si morirá a causa de sus culpas.19Ustedes preguntarán: «¿Por qué el hijo no carga con las culpas de su padre?», Porque el hijo practicó el derecho y la justicia, observó todos mis preceptos y los puso en práctica, por eso vivirá.20La persona que peca, esa morirá; el hijo no cargará con las culpas del padre, ni el padre cargará con las culpas del hijo. Sobre el justo recaerá su justicia, y sobre el malvado, su maldad.21Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, seguramente vivirá, y no morirá.22Ninguna de las ofensas que haya cometido le será recordada: a causa de la justicia que ha practicado, vivirá.23¿Acaso deseo yo la muerte del pecador –oráculo del Señor– y no que se convierta de su mala conducta y viva?24Pero si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿acaso vivirá? Ninguna de las obras justas que haya hecho será recordada: a causa de la infidelidad y de pecado que ha cometido, morirá.25Ustedes dirán: «El proceder del Señor no es correcto». Escucha, casa de Israel: ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto?26Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por el mal que ha cometido.27Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida.28El ha abierto los ojos y se ha convertido de todas las ofensas que había cometido: por eso, seguramente vivirá, y no morirá.29Y sin embargo, la casa de Israel dice: «El proceder del Señor no es correcto». ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto?30Por eso, casa de Israel, yo los juzgaré a cada uno de ustedes según su conducta –oráculo del Señor–. Conviértanse y apártense de todas sus rebeldías, de manera que nada los haga caer en el pecado.31Arrojen lejos de ustedes todas las rebeldías que han cometido contra mí y háganse un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué quieres morir, casa de Israel?32Yo no deseo la muerte de nadie –oráculo del Señor–. Conviértanse, entonces, y vivirán.