Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Isaías 21


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1Oráculo sobre el desierto del mar. ¡Como torbellinos que pasan por el Négueb, él viene del desierto, de un país temible!2Una visión siniestra me ha sido revelada; el traidor traiciona, el devastador devasta. «¡Sube, Elam, al asedio, medos! Yo hago cesar todos los gemidos».3Por eso mis entrañas se sienten convulsionadas; me asaltan los dolores, dolores como los del parto. Me desconcierta lo que oigo, me espanta lo que veo.4Se extravía mi mente, el pánico me aterra; el crepúsculo que ansiaba se ha vuelto para mí un horror.5Se pone la mesa, se extiende el tapiz, se come, se bebe. ¡De pie, príncipes, engrasen el escudo!6Porque así me ha hablado el Señor: ¡Ve, aposta al centinela, que anuncie lo que vea!7Si ve gente a caballo, parejas de jinetes, hombres montados en asnos, hombres montados en camellos, que preste atención, mucha atención».8Entonces gritó el vigía: «Sobre la atalaya, Señor, estoy siempre de pie, todo el día; en mi puesto de guardia, estoy alerta toda la noche.9¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las estatuas de sus dioses se han hecho añicos contra el suelo!».10¡Pueblo mío, trillado y aventado en la era, lo que oí del Señor de los ejércitos el Dios de Israel, te lo he anunciado!11Oráculo sobre Dumá. Alguien me grita desde Seír: «Centinela, ¿cuánto queda de la noche? Centinela, ¿cuánto queda de la noche?».12El centinela responde: «Llega la mañana y de nuevo la noche. Si quieren preguntar, pregunten; vengan otra vez».13Oráculo en la estepa. Entre las malezas, en la estepa, ustedes pasarán la noche, caravanas de los dedanitas.14Lleven agua al encuentro de los sedientos, habitantes del país de Temá, saltan a recibir con pan a los fugitivos15Porque ellos huyen ante las espadas ante la espada desenvainada, ante el arco tendido, ante el encarnizamiento del combate.16Porque así me ha hablado el Señor: «Dentro de un año, computado como los años de un mercenario, se habrá terminado toda la gloria de Quedar.17Y el resto de los arqueros de los valientes hijos de Quedar será muy poca cosa. Porque ha hablado el Señor, el Dios de Israel».