Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Salmos 73


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1Salmo de Asaf.

¡Qué bueno es Dios para Israel,

para los limpios de corazón!

2Pero casi se desvían mis pasos,

faltó poco para que diera un traspié,

3porque tuve envidia de los presuntuosos,

al ver la prosperidad de los malvados.
4Para ellos no hay sufrimientos,

su cuerpo está sano y robusto;
5no comparten las penas de los hombres

ni son golpeados como los demás.

6Por eso, el orgullo es su collar

y la violencia, el manto que los cubre;
7la malicia se les sale por los poros,

su corazón rebosa de malos propósitos.

8Se burlan y hablan con maldad;

desde lo alto, amenazan con prepotencia;
9su boca se insolenta contra el cielo

y su lengua se pasea por la tierra.
10Por eso, el pueblo de Dios se vuelve hacia ellos,

y beben el agua a raudales.

11Ellos dicen: «¿Acaso Dios lo va a saber?

¿Se va a enterar el Altísimo?»
12Así son esos malvados

y, siempre tranquilos, acrecientan sus riquezas.
13Entonces, ¿en vano mantuve puro mi corazón

y lavé mis manos en señal de inocencia?
14Porque yo era golpeado todo el día

y cada mañana soportaba mi castigo.

15Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos»,

habría traicionado al linaje de tus hijos.

16Yo reflexionaba, tratando de entenderlo,

pero me resultaba demasiado difícil.
17¡Hasta que entré en el Santuario de Dios

y comprendí el fin que les espera!

18Sí, tú los pones en un terreno resbaladizo

y los precipitas en la ruina.

19¡Qué pronto quedan devastados

y acaban consumidos por el horror!

20Son como un sueño al despertar, Señor;

al levantarte, disipas hasta su imagen.

21Cuando se agriaba mi corazón

y me torturaba en mi interior,

22yo era un necio y no comprendía,

era como un animal ante ti.

23Pero yo estoy siempre contigo,

tú me has tomado de la mano derecha;

24me guiarás con tu consejo

y después, me recibirás con gloria.

25¿A quién sino a ti tengo yo en el cielo?

Si estoy contigo, no deseo nada en la tierra.
26Aunque mi corazón y mi carne se consuman,

Dios es mi herencia para siempre

y la Roca de mi corazón.
27Los que se apartan de ti terminan mal,

tú destruyes a los que te son infieles.

28Mi dicha es estar cerca de Dios:

yo he puesto mi refugio en ti, Señor,

para proclamar todas tus acciones.