Scrutatio

Giovedi, 9 maggio 2024 - Beata Maria Teresa di Gesù (Carolina Gerhardinger) ( Letture di oggi)

Salmos 22


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Del maestro de coro. Según la melodía de «La cierva de la aurora». Salmo de David.

1 Del maestro de coro. Sobre «la cierva de la aurora».
Salmo. De David.
2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

¿Por qué estás lejos de mi clamor y mis gemidos?

2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
¡lejos de mi salvación la voz de mis rugidos!
3 Te invoco de día, y no respondes,

de noche, y no encuentro descanso;

3 Dios mío, de día clamo, y no respondes,
también de noche, no hay silencio para mí.
4 y sin embargo, tú eres el Santo,

que reinas entre las alabanzas de Israel.

4 ¡Mas tú eres el Santo,
que moras en las laudes de Israel!
5 En ti confiaron nuestros padres:

confiaron, y tú los libraste;

5 En ti esperaron nuestros padres,
esperaron y tú los liberaste;
6 clamaron a ti y fueron salvados,

confiaron en ti y no quedaron defraudados.

6 a ti clamaron, y salieron salvos,
en ti esperaron, y nunca quedaron confundidos.
7 Pero yo soy un gusano, no un hombre;

la gente me escarnece y el pueblo me desprecia;

7 Y yo, gusano, que no hombre,
vergüenza del vulgo, asco del pueblo,
8 los que me ven, se burlan de mí,

hacen una mueca y mueven la cabeza, diciendo:

8 todos los que me ven de mí se mofan,
tuercen los labios, menean la cabeza:
9 «Confió en el Señor, que él lo libre;

que lo salve, si lo quiere tanto».

9 «Se confió a Yahveh, ¡pues que él le libre,
que le salve, puesto que le ama!»
10 Tú, Señor, me sacaste del seno materno,

me confiaste al regazo de mi madre;

10 Sí, tú del vientre me sacaste,
me diste confianza a los pechos de mi madre;
11 a ti fui entregado desde mi nacimiento,

desde el seno de mi madre, tú eres mi Dios.

11 a ti fui entregado cuando salí del seno,
desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios.
12 No te quedes lejos, porque acecha el peligro

y no hay nadie para socorrerme.

12 ¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca,
no hay para mí socorro!
13 Me rodea una manada de novillos,

me acorralan toros de Basán;

13 Novillos innumerables me rodean,
acósanme los toros de Basán;
14 abren sus fauces contra mí

como leones rapaces y rugientes.

14 ávidos abren contra mí sus fauces;
leones que desgarran y rugen.
15 Soy como agua que se derrama

y todos mis huesos están dislocados;

mi corazón se ha vuelto como cera

y se derrite en mi interior;

15 Como el agua me derramo,
todos mis huesos se dislocan,
mi corazón se vuelve como cera,
se me derrite entre mis entrañas.
16 mi garganta está seca como una teja

y la lengua se me pega al paladar.

16 Está seco mi paladar como una teja
y mi lengua pegada a mi garganta;
tú me sumes en el polvo de la muerte.
17 Me rodea una jauría de perros,

me asalta una banda de malhechores;

taladran mis manos y mis pies

17 Perros innumerables me rodean,
una banda de malvados me acorrala
como para prender mis manos y mis pies.
18 Yo puedo contar todos mis huesos;

ellos me miran con aire de triunfo,

18 Puedo contar todos mis huesos;
ellos me observan y me miran,
19 se reparten entre sí mi ropa

y sortean mi túnica.

19 repártense entre sí mis vestiduras
y se sortean mi túnica.
20 Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme

20 ¡Mas tú, Yahveh, no te estés lejos,
corre en mi ayuda, oh fuerza mía,
21 Libra mi cuello de la espada

y mi vida de las garras del perro.

21 libra mi alma de la espada,
mi única de las garras del perro;
22 Sálvame de la boca del león,

salva a este pobre de los toros salvajes.

22 sálvame de las fauces del león,
y mi pobre ser de los cuernos de los búfalos!
23 Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,

te alabaré en medio de la asamblea:

23 ¡Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré!:
24 «Alábenlo, los que temen al Señor;

glorifíquenlo, descendientes de Jacob;

témanlo, descendientes de Israel.

24 «Los que a Yahveh teméis, dadle alabanza,
raza toda de Jacob, glorificadle,
temedle, raza toda de Israel».
25 Porque él no ha mirado con desdén

ni ha despreciado la miseria del pobre:

no le ocultó su rostro

y lo escuchó cuando pidió auxilio»

25 Porque no ha despreciado
ni ha desdeñado la miseria del mísero;
no le ocultó su rostro,
mas cuando le invocaba le escuchó.
26 Por eso te alabaré en la gran asamblea

y cumpliré mis votos delante de los fieles:

26 De ti viene mi alabanza en la gran asamblea,
mis votos cumpliré ante los que le temen.
27 los pobres comerán hasta saciarse

y los que buscan al Señor lo alabarán.

¡Que sus corazones vivan para siempre!

27 Los pobres comerán, quedarán hartos,
los que buscan a Yahveh le alabarán:
«¡Viva por siempre vuestro corazón!»
28 Todos los confines de la tierra

se acordarán y volverán al Señor;

todas las familias de los pueblos

se postrarán en su presencia.

28 Le recordarán y volverán a Yahveh todos los confines de la
tierra,
ante él se postrarán todas las familias de las gentes.
29 Porque sólo el Señor es rey

y él gobierna a las naciones.

29 Que es de Yahveh el imperio, del señor de las naciones.
30 Todos los que duermen en el sepulcro

se postrarán en su presencia;

todos los que bajaron a la tierra

doblarán la rodilla ante él,

y los que no tienen vida

30 Ante él solo se postrarán todos los poderosos de la tierra,
ante él se doblarán cuantos bajan al polvo.
Y para aquél que ya no viva,
31 glorificarán su poder.

Hablarán del Señor a la generación futura,

31 le servirá su descendencia:
ella hablará del Señor a la edad
32 anunciarán su justicia a los que nacerán después,

porque esta es la obra del Señor.
32 venidera,
contará su justicia al pueblo por nacer:
Esto hizo él.