Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Éxodo 13


font

1El Señor habló a Moisés en estos términos:2Conságrame a todos los primogénitos. Porque las primicias del seno materno entre los israelitas, sean hombres o animales, me pertenecen.3Moisés dijo al pueblo: Guarden el recuerdo de este día en que ustedes salieron de Egipto, ese lugar de esclavitud, porque el Señor los sacó de allí con el poder de su mano. Este día, no comerán pan fermentado.4Hoy, en el mes de Abib, ustedes salen de Egipto.5Y cuando el Señor te introduzca en el país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los jivitas y los jebuseos, en el país que el Señor te dará porque así lo juró a tus padres –esa tierra que mana leche y miel– celebrarás el siguiente rito en este mismo mes:6Durante siete días, comerás pan sin levadura, y el séptimo día habrá una fiesta en honor del Señor.7Durante los siete días, el pan fermentado y la levadura no se verán en todo tu territorio.8Y ese día darás a tu hijo la siguiente explicación: «Esto es así, a causa de lo que el Señor hizo por mí cuando salí de Egipto».9Este rito será como un signo en tu mano y como un memorial ante tus ojos, para que la ley del Señor esté siempre en tus labios por que el Señor te sacó de Egipto con mano poderosa.10Observa cada año esta prescripción, a su debido tiempo.11Cuando el Señor te introduzca en el país de los cananeos, como lo juró a ti y a tus padres, y cuando te lo haya dado,12consagrarás al Señor todos los primogénitos; y el primogénito de tus animales, si es macho, también pertenecerá al Señor.13Al primogénito del asno, en cambio, lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, deberás desnucarlo. También rescatarás a tu hijo primogénito.14Y cuando, el día de mañana, tu hijo te pregunte qué significa esto, tú le responderás: «Con el poder de su mano, el Señor nos sacó de Egipto, donde fuimos esclavos.15Como el Faraón se había obstinado en no dejarnos partir, el Señor hizo morir a todos los primogénitos machos de mi ganado, y rescató a mi hijo primogénito».16Esto será como un signo en tu mano y como una marca sobre tu frente, porque el Señor nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano.17Cuando el Faraón dejó partir al pueblo, Dios no lo llevó por la ruta que atraviesa el país de los filisteos, aunque es la más directa, porque pensó: «Es posible que al verse atacados se arrepientan y regresen a Egipto».18Por eso les hizo dar un rodeo, y los llevó hacia el Mar Rojo por el camino del desierto. Al salir de Egipto, los israelitas iban muy bien equipados.19Moisés tomó consigo los restos de José, porque este había comprometido a los israelitas con un juramento solemne, diciéndoles: «El Señor vendrá a visitarlos, y entonces ustedes se llevarán mis huesos de aquí».20Después que partieron de Sucot, acamparon en Etam, al borde del desierto.21El Señor iba al frente de ellos, de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego, para iluminarlos, de manera que pudieran avanzar de día y de noche.22La columna de nube no se apartaba del pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche.