Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

2 Crónicas 12


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1Pero cuando Roboam consolidó su reino y se hizo fuerte, abandonó la Ley del Señor, y con él todo Israel.2Y por haber sido infieles al Señor, en el año quinto del rey Roboam, subió contra Jerusalén Sisac, rey de Egipto,3con tres mil doscientos carros de guerra, sesenta mil jinetes y una multitud innumerable que venía con él de Egipto, en la que había libios, suquíes y cusitas.4Así se apoderó de las ciudades fortificadas de Judá y llegó a Jerusalén.5Entonces el profeta Semaías se presentó a Roboam y a los jefes de Judá, que se habían concentrado en Jerusalén ante el avance de Sisac, y les dijo: «Así habla el Señor: Ustedes me han abandonado en manos de Sisac».6Los jefes de Israel y el rey se humillaron y dijeron: «¡El Señor es justo!».7Cuando el Señor vio que se habían humillado, la palabra del Señor llegó a Semaías, en estos términos: «Ellos se han humillado: no los destruiré, sino que los libraré dentro de poco, y mi furor no se derramará sobre Jerusalén por la mano de Sisac.8Pero le estarán sometidos, y así sabrán lo que es servirme a mí y lo que es servir a los reyes de la tierra».9Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalén y se apoderó de los tesoros de la Casa del Señor y de la casa del rey. Se apoderó de todo, incluso de los escudos de oro que había hecho Salomón.10En lugar de ellos, el rey Roboam hizo unos escudos de bronce, y se los confió a los jefes de los guardias que custodiaban el acceso a la casa del rey.11Cada vez que el rey iba a la Casa del Señor, los guardias los llevaban, y luego los volvían a dejar en la sala de guardia.12Por haberse humillado, la ira del Señor se apartó de él y no lo destruyó por completo, ya que aún había algo bueno en Judá.13El rey Roboam se reafirmó en Jerusalén y siguió reinando. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el Señor eligió entre todas las tribus de Israel para poner su Nombre en ella. Su madre se llamaba Naamá, la amonita.14El obró mal, porque no se empeñó en buscar al Señor de corazón.15Los hechos de Roboam, desde el principio hasta el fin, están escritos en las Crónicas del profeta Semaías y del vidente Idó, para ser registrados en las genealogías. Roboam y Jeroboam estuvieron continuamente en guerra.16Roboam se fue a descansar con sus padres, y fue sepultado en la Ciudad de David. Su hijo Abías reinó en lugar de él.