Scrutatio

Lunedi, 13 maggio 2024 - Beata Vergine Maria di Fatima ( Letture di oggi)

Génesis 31


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob se ha apoderado de todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de él ha conseguido toda esta riqueza».1 Oyó Jacob que los hijos de Labán decían: «Jacob se ha apoderado de todo lo de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho toda esa fortuna.»
2 Y también advirtió que la actitud de Labán para con él ya no era la misma de antes.2 Jacob observó el rostro de Labán y vio que ya no era para con él como hasta entonces.
3 Entonces el Señor le dijo: «Vuelve a la tierra de tus padres y de tu familia, y yo estaré contigo».3 Entonces Yahveh dijo a Jacob: «Vuélvete a la tierra de tus padres, a tu patria, y yo estaré contigo.»
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fueran a encontrarse con él en el campo donde estaba el rebaño,4 Jacob envió a llamar a Raquel y a Lía al campo, donde estaba su rebaño,
5 y le dijo: «He advertido que el padre de ustedes ya no se comporta conmigo como antes, pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.5 y les dijo: «Vengo observando que vuestro padre ya no me mira como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.
6 Ustedes saben muy bien que yo puse todo mi empeño en servir a mi suegro.6 Vosotras sabéis que he servido a vuestro padre con todas mis fuerzas;
7 Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha cambiado diez veces mi salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal.7 pero vuestro padre ha trapaceado conmigo y ha cambiado mi retribución una docena de veces, si bien Dios no le ha dejado perjudicarme.
8 Si él establecía: «Los animales manchados serán tu salario», todo el rebaño tenía crías manchadas; y si él decía: «Los animales rayados serán tu paga», todo el rebaño tenía crías rayadas.8 Si él decía: Tu paga serán las reses pintas, entonces todas las ovejas parían pintas. Y si decía: Tu paga será lo listado, entonces todas las ovejas parían listado.
9 Así Dios lo despojó de su ganado y me lo dio a mí.9 De esta suerte Dios ha quitado el ganado a vuestro padre y me lo ha dado a mí.
10 Una vez, durante el período en que el rebaño entra en celo, yo tuve un sueño. De pronto vi que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados.10 Pues bien: en la época de calentarse el rebaño, alcé los ojos y vi en un sueño cómo los machos que montaban al rebaño eran listados, pintos y salpicados.
11 Y en el sueño, el Angel de Dios me llamó: «¡Jacob!». «Aquí estoy», le respondí.11 Y me dijo el Ángel de Dios en aquel sueño: “¡Jacob!” Yo respondí: “Aquí estoy.”
12 Entonces él me dijo: Fíjate bien: todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados, porque yo me he dado cuenta de todo lo que te hizo Labán.12 Y dijo: Alza los ojos, y verás que todos los machos que montan al rebaño son listados, pintos y salpicados. Es que he visto todo lo que Labán te ha hecho.
13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú ungiste una piedra conmemorativa y me hiciste un voto. Ahora levántate, sal de este país, y regresa a tu tierra natal».13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, donde ungiste una estela y donde me hiciste aquel voto. Ahora, levántate, sal de esta tierra y vuelve a tu país natal.»
14 Raquel y Lía le respondieron diciendo: «¿Tenemos todavía una parte y una herencia en la casa de nuestro padre?14 Respondieron Raquel y Lía y le dijeron: «¿Es que tenemos aún parte o herencia en la casa de nuestro padre?
15 ¿Acaso no nos ha tratado como a extrañas? No sólo nos ha vendido, sino que además se ha gastado el dinero que recibió de nosotras.15 ¿No hemos sido consideradas como extrañas para él, puesto que nos vendió y, por comerse, incluso se comió nuestra plata?
16 Sí, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Procede como Dios te lo ha ordenado».16 Así que toda la riqueza que ha quitado Dios a nuestro padre nuestra es y de nuestros hijos. Con que todo lo que te ha dicho Dios, hazlo.»
17 Inmediatamente Jacob hizo montar en los camellos a sus hijos y a sus mujeres,17 Levantóse Jacob, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos,
18 y se llevó todo su ganado y todos sus bienes –el ganado de su propiedad, que había adquirido en Padán Aram– para ir a la tierra de Canaán, donde se encontraba Isaac, su padre.18 y se llevó todo su ganado y toda la hacienda que había adquirido, el ganado de su propiedad, que había adquirido en Paddán Aram, para irse a donde su padre Isaac a Canaán.
19 Como Labán estaba ausente, esquilando sus ovejas, Raquel se adueñó de los ídolos familiares que pertenecían a su padre.19 Como Labán había ido a esquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos familiares que tenía su padre,
20 Y Jacob engañó a Labán, el arameo, porque huyó sin decirle una palabra.20 y Jacob actuó a hurtadillas de Labán el arameo, no dándole ningún indicio de que se fugaba.
21 Así escapó Jacob con todo lo que tenía, y apenas estuvo al otro lado del Eufrates, se dirigió hacia la montaña de Galaad.21 En efecto, se fugó con todo lo suyo; se levantó, pasó el Río y enderezó hacia la montaña de Galaad.
22 Al tercer día notificaron a Labán que Jacob había huido.22 Al tercer día recibió Labán la noticia de que Jacob se había fugado.
23 Labán reunió a sus parientes y lo persiguió durante siete días, hasta que al fin lo alcanzó en la montaña de Galaad.23 Entonces tomó a sus hermanos consigo y tras siete jornadas de persecución a su zaga le dio alcance en la montaña de Galaad.
24 Pero esa misma noche, Dios se apareció en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: «Cuidado con entrometerse para nada en los asuntos de Jacob».24 Pero aquella noche vino Dios en sueños a Labán el arameo y le dijo: «Guárdate de hablar nada con Jacob, ni bueno ni malo.»
25 Cuando Labán alcanzó a Jacob, este había instalado su campamento en la montaña. Labán, por su parte, acampó en la montaña de Galaad.25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Este había plantado su tienda en la montaña y Labán plantó la suya con sus hermanos en la misma montaña de Galaad.
26 Labán dijo entonces a Jacob: «¿Qué has hecho? ¡Me has engañado y te has llevado a mis hijas como prisioneras de guerra!26 Y dijo Labán a Jacob: «¿Qué has hecho? Has actuado a hurtadillas de mí y te has llevado a mis hijas cual cautivas de guerra.
27 ¿Por qué has huido ocultamente y me has engañado? Si me hubieras avisado, yo te habría despedido con una fiesta, con cantos y con música de tambores y liras.27 ¿Por qué te has fugado con disimulo y a hurtadillas de mí, en vez de advertírmelo? Yo te habría despedido con alegría y con cantares, con adufes y arpas.
28 Pero tú ni siquiera me has permitido saludar con un beso a mis nietos y a mis hijas. Realmente te has comportado como un insensato.28 Ni siquiera me has permitido besar a mis hijos e hijas. O sea, que has obrado como un necio.
29 Yo tengo poder suficiente para hacerles una mala jugada a todos ustedes. Sin embargo, ayer por la noche, el Dios de tu padre me dijo: «Cuidado con entrometerte para nada en los asuntos de Jacob».29 Hay poder en mi mano para hacerte mal: pero el Dios de tu padre me dijo ayer noche: “Guárdate de hablar a Jacob absolutamente nada, ni bueno ni malo.”
30 De todas maneras, está bien: tú te has ido porque añorabas tu casa paterna. Pero ¿por qué robaste mis dioses?».30 Así pues, tú te has marchado porque añorabas la casa paterna, pero ¿por qué robaste mis dioses?»
31 «Yo estaba atemorizado, respondió Jacob a Labán, pensando que podías quitarme a tus hijas.31 Respondió Jacob a Labán: «Es que tuve miedo, pensando que acaso ibas a quitarme a tus hijas.
32 Y en lo que respecta a tus dioses, si llegas a encontrarlos en poder de alguno de nosotros, ese no quedará con vida. Revisa bien, en presencia de nuestros hermanos, a ver si hay aquí algo que te pertenece, y llévatelo». Por supuesto, Jacob ignoraba que Raquel los había robado.32 Pero eso sí, que aquel a quien le encuentres tus dioses no quede con vida. Delante de nuestros hermanos reconoce lo tuyo que yo tenga y tómatelo.» En efecto, Jacob ignoraba que Raquel los había robado.
33 Labán entró en la carpa de Jacob, en la de Lía, y en la de las dos esclavas, y no encontró nada. Al salir de la carpa de Lía, entró en la de Raquel.33 Entró Labán en la tienda de Jacob, en la de Lía y en la de las dos criadas, y no halló nada. Salió de la tienda de Lía, y entró en la de Raquel.
34 Pero Raquel había tomado los ídolos, los había guardado en la montura del camello y se había sentado encima de ellos. Después que Labán registró toda la carpa sin obtener ningún resultado,34 Pero Raquel había tomada los ídolos familiares y, poniéndolos en la albarda del camello, se había sentado encima. Labán registró toda la tienda sin hallar nada.
35 Raquel dijo a su padre: «Que mi señor no lo tome a mal; pero no puedo ponerme de pie ante él, porque me sucede lo que es habitual en las mujeres». Y por más que buscó, no logró encontrar los ídolos.35 Ella dijo a su padre: «No le dé enojo a mi señor de que no pueda levantarme en tu presencia, porque estoy con las reglas.» El siguió rebuscando por toda la tienda sin dar con los ídolos.
36 Jacob se llenó de indignación, y reprochó a Labán diciéndole: «¿Qué delito o falta he cometido para que me acoses de esa manera?36 Entonces Jacob, montando en cólera recriminó a Labán, y encarándose con él le dijo: «¿Cual es mi delito? ¿Cuál mi pecado, que me persigues con saña?
37 Acabas de registrar todas mis cosas y no has encontrado un solo objeto que te pertenezca. Si lo has encontrado, colócalo aquí, delante de tu gente y de la mía, y que ellos decidan quién de nosotros tiene razón.37 Al registrar todos mis enseres, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí, ante mis hermanos y los tuyos, y juzguen ellos entre nosotros dos.
38 En los veinte años que estuve contigo, tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, y jamás me comí los carneros de tu rebaño.38 En veinte años que llevo contigo, tus ovejas y tus cabras nunca han malparido, y los machos de tu rebaño nunca me los he comido.
39 Nunca te llevé un animal despedazado por las fieras: yo mismo debía reparar la pérdida, porque tú me reclamabas lo que había sido robado tanto de día como de noche.39 Ganado destrozado por fieras nunca te llevé: yo pagaba el daño, de lo mío te cobrabas tanto si era yo robado de día como si lo era de noche.
40 De día me consumía el calor, y de noche, la helada; y el sueño huía de mis ojos.40 Estaba yo que de día me devoraba el resistero, y de noche la helada, mientras huía el sueño de mis ojos.
41 De los veinte años que pasé en tu casa, catorce trabajé por tus dos hijas, y seis por tu rebaño, y tú me cambiaste el salario diez veces.41 Estos fueron mis veinte años en tu casa. Catorce años te serví por tus dos hijas, y seis por tus ovejas, y tú has cambiado mi paga diez veces.
42 Y si el Dios de mi padre –el Dios de Abraham y el Terror de Isaac– no hubiera estado de mi parte, me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi opresión y mi fatiga, y ayer por la noche pronunció su fallo».42 Si el Dios de mi Padre, el Dios de Abraham y el Padrino de Isaac no hubiese estado por mí, a fe que ahora me despacharas de vacío. Mi cuita y la fatiga de mis manos las ha visto Dios y ha dado su fallo ayer noche.»
43 Labán replicó a Jacob: «Estas mujeres son mis hijas, y estos muchachos, mis nietos; y también es mío el rebaño. Todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué puedo hacer ahora contra mis hijas y mis nietos?43 Respondió Labán y dijo a Jacob: «Estas hijas son mías, estos hijos son mis hijos, y estas ovejas mis ovejas, todo cuanto ves, mío es. Y, ¿qué voy a hacerles hoy a estas mis hijas?, ¿o a los hijos que me dieron?
44 Por eso, hagamos una alianza, y que haya un testigo entre tú y yo».44 Ea, pues, ven y hagamos un pacto entre los dos..., y sirva de testigo entre nosotros dos.»
45 Entonces Jacob tomó una piedra y la erigió como piedra conmemorativa.45 Jacob tomó una piedra y la erigió como estela.
46 Labán por su parte, dijo a sus hermanos: «Recojan unas piedras». Ellos las recogieron, las amontonaron y comieron allí, sobre el montón de piedras.46 Y dijo Jacob a sus hermanos: «Recoged piedras.» Tomaron piedras, hicieron un majano y comieron allí sobre el majano.
47 Y Labán le puso el nombre de Iegar Sahadutá, mientras que Jacob lo llamó Galed.47 Labán lo llamó Yegar Sahdutá, y Jacob lo llamó Galed.
48 Después Labán declaró: «Este montón de piedras será siempre un testigo entre tú y yo, como lo es ahora». Por eso lo llamó Galed.48 Labán dijo: «Este majano es hoy testigo entre nosotros dos.» Por eso le llamó Galed,
49 Además, le puso el nombre de Mispá, porque dijo: «Que el Señor nos vigile a los dos, cuando estemos lejos el uno del otro:49 y también Mispá, pues dijo: «Que Yahveh nos vigile a los dos, cuando nos alejemos el uno del otro.
50 si tú maltratas a mis hijas o te unes a otras mujeres además de ellas –aunque no haya nadie entre nosotros– recuerda que Dios está como testigo entre tú y yo».50 Si tú humillas a mis hijas, si tomas otras mujeres, además de mis hijas, bien que nadie esté con nosotros que nos vea, sea Dios testigo entre los dos.»
51 Luego añadió: «Mira este montón de piedras, y mira la piedra conmemorativa que yo erigí entre tú y yo:51 Dijo Labán a Jacob: «Aquí está este majano, y aquí esta estela que he erigido entre nosotros dos.
52 una y otra cosa serán testigos de que ninguno de los dos iremos más allá de este montón de piedras y de esta piedra conmemorativa, con malas intenciones.52 Testigo sea este majano, y testigo sea esta estela de que yo no he de traspasar este majano hacia ti, ni tú has de traspasar este majano y esta estela hacia mí para nada malo.
53 Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor sea nuestro juez». Entonces Jacob prestó un juramento por el Terror de Isaac.53 El Dios de Abraham y el Dios de Najor juzguen entre nosotros.» Y Jacob juró por el Padrino de su padre Isaac.
54 Luego ofreció un sacrificio sobre la Montaña, e invitó a sus hermanos a participar del banquete. Ellos comieron y pasaron la noche en la Montaña.54 Jacob hizo un sacrificio en el monte e invitó a sus hermanos a tomar parte. Ellos tomaron parte, e hicieron noche en el monte.