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Lunedi, 3 giugno 2024 - San Carlo Lwanga ( Letture di oggi)

Jeremías 15


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 El Señor me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran delante de mí, yo no me conmovería de este pueblo. ¡Echalos fuera de mi presencia y que se vayan!1 Y me dijo Yahveh: Aunque se me pongan Moisés y Samuel por delante, no estará mi alma por este pueblo. Echales de mi presencia y que salgan.
2 Y si ellos te dicen: «¿A dónde iremos?», tú les responderás: ¡El destinado a la muerte, a la muerte, el destinado a la espada, a la espada, el destinado al hambre, al hambre, el destinado al cautiverio, al cautiverio!2 Y como te digan: «¿A dónde salimos?», les dices: Así dice Yahveh: Quien sea para la muerte, a la muerte; quien para la espada, a la espada; quien para el hambre, al hambre, y quien para el cautiverio, al cautiverio.
3 Yo mandaré contra ellos cuatro clases de castigos –oráculo del Señor–: la espada para matar, los perros para arrastrar, los pájaros del cielo y las fieras de la tierra para devorar y destruir.3 Haré que se encarguen de ellos cuatro géneros (de males) - oráculo de Yahveh -: la espada para degollar, los perros para despedazar, las aves del cielo y las bestias terrestres para devorar y estragar.
4 Haré de ellos el espanto de todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por todo lo que él hizo en Jerusalén.4 Los convertiré en espantajo para todos los reinos de la tierra, por culpa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.
5 ¿Quién tendrá piedad de ti, Jerusalén, y quién se condolerá por ti? ¿Quién se apartará de su camino para averiguar cómo estás?5 ¿Quién, pues, te tendrá lástima, Jerusalén? ¿quién meneará la cabeza por ti? ¿quién se alargará a saludarte?
6 Fuiste tú la que me rechazaste –oráculo del Señor–, la que te volviste atrás. Entonces, yo extendí mi mano y te destruí, cansado de tenerte compasión.6 Tú me has abandonado - oráculo de Yahveh - de espaldas te has ido. Pues yo extiendo mi mano sobre ti y te destruyo. Estoy cansado de apiadarme,
7 Yo los aventé con la horquilla por las ciudades del país. Dejé sin hijos a mi pueblo, lo hice perecer, porque no se apartaban de sus caminos.7 y voy a beldarlos con el bieldo en las puertas del país. He dejado sin hijos, he malhadado a mi pueblo, porque de sus caminos no se convertían.
8 Hice a sus viudas más numerosas que la arena de los mares; hice venir sobre las madres de los jóvenes guerreros; un devastador en pleno mediodía; hice caer de repente sobre ellas la angustia y el pánico.8 Yo les he hecho más viudas que la arena de los mares. He traído sobre las madres de los jóvenes guerreros al saqueador en el pleno mediodía. He hecho caer sobre ellos de pronto sobresalto y alarma.
9 Desfallece la que dio a luz siete veces, está a punto de expirar; su sol se ha puesto en pleno día, quedó avergonzada y confundida. Al resto de ellos los entregaré a la espada delante de sus enemigos –oráculo del Señor–.9 Mal lo pasó la madre de siete hijos: exhalaba el alma, se puso su sol siendo aún de día, se avergonzó y se abochornó. Y lo que queda de ellos, a la espada voy a entregarlo delante de sus enemigos - oráculo de Yahveh -.
10 ¡Qué desgracia, madre mía, que me hayas dado a luz, a mí, un hombre discutido y controvertido por todo el país! Yo no di ni recibí nada prestado, pero todos me maldicen.10 ¡Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz varón discutido y debatido por todo el país! Ni les debo, ni me deben, ¡pero todos me maldicen!
11 ¡Que así sea, Señor, si no te he servido bien, si en el tiempo de la desgracia y de la angustia, no intervine ante ti por mi enemigo!11 Di, Yahveh, si no te he servido bien: intercedí ante ti por mis enemigos en el tiempo de su mal y de su apuro.
12 ¿Se puede quebrar el hierro, el hierro del Norte, y el bronce?12 ¿Se mella el hiero, el hierro del norte, y el bronce?
13 Tu riqueza y tus tesoros los entregaré como botín, gratuitamente, por todos tus pecados, en todo tu territorio.13 Tu haber y tus tesoros al pillaje voy a dar gratis, por todos tus pecados en todas tus fronteras,
14 Haré que sirvas a tus enemigos en un país que no conocías, porque un fuego se encendió en mis narices y arde contra ustedes.14 y te haré esclavo de tus enemigos en un país que no conoces, porque un fuego ha saltado en mi ira que sobre vosotros estará encendido.
15 Señor, acuérdate de mí, tómame en cuenta, y véngame de mis perseguidores; no dejes que me arrebaten, abusando de tu paciencia: mira que soporto injurias por tu causa.15 Tú lo sabes. Yahveh, acuérdate de mí, visítame y véngame de mis perseguidores. No dejes que por alargarse tu ira sea yo arrebatado. Sábelo: he soportado por ti el oprobio.
16 Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos.16 Se presentaban tus palabras, y yo las devoraba; era tu palabra para mí un gozo y alegría de corazón, porque se me llamaba por tu Nombre Yahveh, Dios Sebaot.
17 Yo no me senté a disfrutar en la reunión de los que se divierten; forzado por tu mano, me mantuve apartado, porque tú me habías llenado de indignación.17 No me senté en peña de gente alegre y me holgué: por obra tuya, solitario me senté, porque de rabia me llenaste.
18 ¿Por qué es incesante mi dolor, por qué mi llaga es incurable, se resiste a sanar? ¿Serás para mí como un arroyo engañoso, de aguas inconstantes?18 ¿Por qué ha resultado mi penar perpetuo, y mi herida irremediable, rebelde a la medicina? ¡Ay! ¿serás tú para mí como un espejismo, aguas no verdaderas?
19 Por eso, así habla el Señor: Si tú vuelves, yo te haré volver, tú estarás de pie delante de mí, si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz. Ellos se volverán hacia ti, pero tú no te volverás hacia ellos.19 Entonces Yahveh dijo así: Si te vuelves por que yo te haga volver, estarás en mi presencia; y si sacas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Que ellos se vuelvan a ti, y no tú a ellos.
20 Yo te pondré frente a este pueblo como una muralla de bronce inexpugnable. Te combatirán, pero no podrán contra ti, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte –oráculo del Señor–.20 Yo te pondré para este pueblo por muralla de bronce inexpugnable. Y pelearán contigo, pero no te podrán, pues contigo estoy yo para librarte y salvarte - oráculo de Yahveh -.
21 Yo te libraré de la mano de los malvados y te rescataré del poder de los violentos.21 Te salvaré de mano de los malos y te rescataré del puño de esos rabiosos.