Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

2 Crónicas 31


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Una vez terminada la fiesta, los israelitas que se encontraban allí salieron por las ciudades de Judá y destrozaron las piedras conmemorativas, talaron los postes sagrados y demolieron los lugares altos y los altares de todo Judá y Benjamín, y también los de Efraím y Manasés, hasta destruirlos completamente. Luego todos los israelitas regresaron a sus ciudades, cada uno a su posesión.1 Terminado todo esto, salieron todos los israelitas que se hallaban presentes a recorrer las ciudades de Judá; y rompieron las estelas, abatieron los cipos y derribaron los altos y los altares en todo Judá y Benjamín, y también en Efraím y Manasés, hasta acabar con ellos. Después volvieron todos los hijos de Israel, cada cual a su propiedad, a sus ciudades.
2 Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y levitas, clase por clase, cada una según su servicio sacerdotal o levítico, para ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión, para servir al culto y cantar alabanzas e himnos en las puertas del campamento del Señor.2 Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y de los levitas, cada uno en su sección, según su servicio, ya fuera sacerdote, ya levita, ya se tratara de holocaustos y sacrificios de comunión, ya de servicio litúrgico, acción de gracias o himnos, en las puertas del campamento de Yahveh.
3 El rey destinó una parte de sus rentas para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, de los novilunios y de las solemnidades, como está escrito en la Ley del Señor.3 Destinó el rey una parte de su hacienda para los holocaustos, holocaustos de la mañana y de la tarde y holocaustos de los sábados, de los novilunios y de las solemnidades, según lo escrito en la Ley de Yahveh.
4 Luego mandó al pueblo que habitaba en Jerusalén que entregara la parte correspondiente a los sacerdotes y levitas, a fin de que estos pudieran dedicarse enteramente a la Ley del Señor.4 Mandó al pueblo que habitaba en Jerusalén que entregase la parte de los sacerdotes y levitas a fin de que pudiesen perseverar en la Ley de Yahveh.
5 Cuando se promulgó la orden, los israelitas aportaron abundantemente las primicias del trigo, del vino nuevo, del aceite fresco, de la miel y de todos los productos del campo, y entregaron en abundancia el diezmo de todo.5 Cuando se divulgó esta disposición, los israelitas trajeron en abundancia las primicias del trigo, del vino, del aceite y de la miel y de todos los productos del campo; presentaron igualmente el diezmo de todo en abundancia.
6 También la gente de Israel y de Judá que habitaba en las ciudades de Judá, entregó el diezmo del ganado mayor y menor, como asimismo el diezmo de las cosas santas consagradas al Señor, acumulándolas en montones.6 Los hijos de Israel y de Judá que habitaban en las ciudades de Judá trajeron también el diezmo del ganado mayor y menor y el diezmo de las cosas sagradas consagradas a Yahveh, su Dios, y lo distribuyeron por montones.
7 Comenzaron a hacer los montones en el tercer mes, y en el séptimo ya habían terminado.7 En el mes tercero comenzaron a apilar los montones y terminaron el mes séptimo.
8 Ezequías y los jefes fueron a ver los montones, y bendijeron al Señor y a su pueblo Israel.8 Vinieron Ezequías y los jefes a ver los montones y bendijeron a Yahveh y a su pueblo Israel.
9 Ezequías pidió información a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones,9 Cuando Ezequías preguntó a los sacerdotes y a los levitas acerca de los montones,
10 y Azarías, el Sumo Sacerdote, de la casa de Sadoc, le respondió: «Desde que empezaron a traer las ofrendas a la Casa del Señor, hemos comido hasta saciarnos y ha sobrado muchísimo, porque el Señor ha bendecido a su pueblo: toda esta cantidad es lo que ha sobrado».10 respondió el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoq, y dijo: «Desde que se comenzaron a traer las ofrendas reservadas a la Casa de Yahveh, hemos comido y nos hemos saciado, y aún sobra muchísimo, porque Yahveh ha bendecido a su pueblo; y esta gran cantidad es lo que sobra».
11 Ezequías mandó preparar unas despensas en la Casa del Señor. Así lo hicieron,11 Entonces mandó Ezequías que se preparasen salas en la Casa de Yahveh. Las prepararon,
12 y todos llevaron puntualmente las ofrendas, los diezmos y los dones consagrados. El levita Conanías era el encargado de principal y tenía a su hermano Simei como ayudante.12 y metieron allí en lugar seguro las ofrendas reservadas, los diezmos y las cosas consagradas. El levita Konanías fue nombrado intendente, y Simí, hermano suyo, era el segundo.
13 Iejiel, Azazías, Nájat, Azael, Ierimot, Ioazabad, Eliel, Ismaquías, Májat y Benaías eran los inspectores, a las órdenes de Conanías y de su hermano Simei, por disposición del rey Ezequías y de Azarías, el mayordomo de la Casa de Dios.13 Yejiel, Azazías, Najat, Asahel, Yerimot, Yozabad, Eliel, Jismakías, Májat y Benaías eran inspectores, a las órdenes de Konanías y de Simí, su hermano, bajo la vigilancia del rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la Casa de Dios.
14 El levita Coré, hijo de Imná, guardián de la puerta de Oriente, estaba encargado de las ofrendas voluntarias hechas a Dios, para administrar las ofrendas del Señor y los dones santísimos.14 El levita Qoré, hijo de Yimná, portero de la puerta oriental, estaba encargado de las ofrendas voluntarias hechas a Dios, y de repartir la ofrenda reservada a Yahveh y las cosas sacratísimas.
15 El tenía bajo sus órdenes a Eden, Miniamín, Josué, Semaías, Amarías y Secanías, repartidos permanentemente en las ciudades sacerdotales para proveer a sus hermanos, tanto pequeños como grandes, según sus clases:15 En las ciudades sacerdotales estaban permanentemente bajo sus órdenes Eden, Minyamín, Yesúa, Semaías, Amarías y Sekanías, para repartir a sus hermanos, así grandes como chicos, según sus clases,
16 además de los que estaban inscritos en el registro de los varones, de tres años para arriba, todos los que entraban en la Casa del Señor recibían cada día su parte, según sus funciones y sus clases.16 dejando aparte a los hombres de treinta años para arriba, inscritos en las genealogías, a todos los que entraban en la Casa de Yahveh, según la tarea de cada día, para cumplir los servicios de su ministerio, conforme a sus clases.
17 La inscripción de los sacerdotes se hacía por casas paternas, y la de los levitas –a partir de los veinte años– por funciones y por clases.17 Los sacerdotes estaban inscritos en las genealogías, conforme a sus casas paternas, igual que los levitas, desde los veinte años en adelante, según sus obligaciones y sus clases.
18 Esa inscripción valía para toda la familia –para sus mujeres, sus hijos e hijas– es decir, para toda la asamblea, porque estaban consagrados fielmente al servicio de las cosas santas.18 Estaban también inscritos en las genealogías todos sus niños, sus mujeres, sus hijos y sus hijas, de toda la asamblea, porque se santificaban fielmente por medio de las cosas sagradas.
19 En cuanto a los hijos de Aarón, a los sacerdotes que vivían en los campos suburbanos de sus respectivas ciudades, había para cada ciudad personas designadas expresamente, con el fin de repartir las provisiones a todos los varones de familia sacerdotal y a todos los levitas inscritos en el registro.19 Para los sacerdotes, hijos de Aarón, que vivían en el campo, en los ejidos de sus ciudades, había en cada ciudad hombres designados nominalmente, para dar las porciones a todos los varones de los sacerdotes, y a todos los levitas inscritos en las genealogías.
20 Así procedió Ezequías en todo Judá, e hizo lo que es bueno, recto y leal delante del Señor, su Dios.20 Esto hizo Ezequías en todo Judá haciendo lo bueno y recto y verdadero ante Yahveh su Dios.
21 En todas las obras que emprendió por el servicio de la Casa de Dios, por la Ley y los mandamientos, obró buscando a Dios de todo corazón, y tuvo éxito.21 Todas las obras que emprendió en servicio de la Casa de Dios, la Ley y los mandamientos, las hizo buscando a su Dios con todo su corazón y tuvo éxito.