SCRUTATIO

Domenica, 24 agosto 2025 - San Bartolomeo ( Letture di oggi)

1 Reyes 12


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Roboam se fue a Siquem, porque todo Israel había ido a Siquem para proclamarle rey.1 Roboam se dirigió a Siquem, porque allí había ido todo Israel para proclamarlo rey.
2 Lo supo Jeroboam, hijo de Nebat, que estaba todavía en Egipto, adonde había ido huyendo del rey Salomón y se volvió Jeroboam de Egipto.2 Cuando se enteró Jeroboam, hijo de Nebat –que estaba todavía en Egipto, adonde había huido del rey Salomón– se volvió a Egipto.
3 Enviaron a llamarle y llegó Jeroboam con toda la asamblea de Israel y hablaron a Roboam diciendo:3 Lo mandaron llamar, y él se presentó con toda la asamblea de Israel. Entonces hablaron así a Roboam:
4 «Tu padre ha hecho pesado nuestro yugo; ahora tú aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos».4 «Tu padre hizo muy penoso nuestro yugo. Alivia tú ahora la dura servidumbre y el penoso yugo que él nos impuso, y te serviremos a ti».
5 El les dijo: «Id, y dentro de tres días volved a mí», y el pueblo se fue.5 El les replicó: «Váyanse y vuelvan a verme dentro de tres días». Y el pueblo se retiró.
6 El rey Roboam pidió consejo a los ancianos que habían servido a su padre Salomón en vida de éste, diciendo: «¿ Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?»6 El rey Roboam fue a consultar a los ancianos que habían asistido a su padre Salomón, cuando este aún vivía, y les preguntó: «¿Qué respuesta me aconsejan dar a este pueblo?».
7 Ellos le respondieron: «Si tú te haces hoy servidor de este pueblo y les sirves y les das buenas palabras, ellos serán siervos tuyos para siempre».7 Ellos le hablaron así: «Si hoy te comportas como servidor de este pueblo, si te pones a su servicio y les respondes con buenas palabras, serán siempre tus servidores».
8 Pero él abandonó el consejo que los ancianos le aconsejaron y pidió consejo a los jóvenes que se habían criado con él y estaban a su servicio.8 Pero él desechó el consejo que le habían dado los ancianos, y fue a consultar a los jóvenes que se habían criado con él y lo servían como asistentes.
9 Les dijo: «¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo que me ha hablado diciendo: aligera el yugo que tu padre puso sobre nosotros?»9 Les preguntó: «Y ustedes, ¿qué aconsejan? ¿Qué debemos responder a este pueblo que me ha dicho: «Alivia el yugo que nos impuso tu padre?».
10 Los jóvenes que se habían criado con él respondieron diciendo: «Esto debes responder a este pueblo que te ha dicho: “Tu padre hizo pesado nuestro yugo; ahora tú aligera nuestro yugo”, esto debes responder: Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.10 Los jóvenes que se habían criado con él le dijeron: «A ese pueblo que te ha dicho: «Tu padre nos impuso un yugo pesado, pero tú alívianos la carga», diles esto: «¡Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre!
11 Un yugo pesado cargó mi padre, mas yo haré más pesado vuestro yugo; mi padre os azotaba con azotes pero yo os azotaré con escorpiones».11 Si mi padre los cargó con un yugo pesado, yo lo haré más pesado aún; si él los castigó con látigos, yo usaré lonjas con puntas de hierro».
12 Vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día, según lo había dicho el rey: «Volved a mí al tercer día».12 Al tercer día, Jeroboam y todo el pueblo comparecieron ante Roboam, según lo que había indicado el rey cuando dijo: «Vuelvan a verme al tercer día».
13 El rey repondió al pueblo con dureza, abandonando el consejo que los ancianos le aconsejaron,13 Pero el rey respondió al pueblo duramente; desechó el consejo que le habían dado los ancianos
14 y hablándoles según el consejo de los jóvenes diciendo: «Mi padre hizo pesado vuestro yugo, yo lo haré más pesado todavía. Mi padre os ha azotado con azotes, mas yo os azotaré con escorpiones».14 y, siguiendo el consejo de los jóvenes, les habló así: «Mi padre les impuso un yugo pesado, y yo lo haré más pesado aún; mi padre los castigó con látigos, y yo usaré lonjas con puntas de hierro».
15 No escuchó el rey al pueblo, pues se trataba de una intervención de Yahveh para cumplimiento de la palabra que Yahveh había anunciado a Jeroboam, hijo de Nebat, por medio de Ajías de Silo.15 Así el rey no escuchó al pueblo, porque ese era el medio de que se valía el Señor para cumplir la palabra que él había dicho a Jeroboam, hijo de Nebat, por boca de Ajías de Silo.
16 Viendo todo Israel que el rey no le oía, replicó el pueblo al rey diciendo: «¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos herencia en el hijo de Jesé! ¡A tus tiendas, Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!» Israel se fue a sus tiendas.16 Y cuando todo Israel vio que el rey no los había escuchado, el pueblo le respondió: «¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¡No tenemos herencia común con el hijo de Jesé! ¡A tus carpas, Israel! ¡Ahora, ocúpate de tu casa, David! Israel se fue a sus campamentos,
17 Roboam reinó sobre los israelitas que habitaban en las ciudades de Judá.17 pero Roboam siguió reinando sobre los israelitas que habitaban en las ciudades de Judá.
18 El rey Roboam envió a Adoram, jefe de la leva, pero todo Israel le mató a pedradas; el rey Roboam se apresuró a subir a su carro para huir a Jerusalén.18 El rey Roboam envió a Adoram, el encargado del reclutamiento, pero todos los israelitas lo mataron a pedradas. Y el mismo rey Roboam tuvo que subir precipitadamente a su carro y huir a Jerusalén.
19 Israel está en desobediencia contra la casa de David hasta el día de hoy.19 Fue así como Israel se rebeló contra la casa de David hasta el día de hoy.
20 Cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la asamblea y le hicieron rey sobre todo Israel; no hubo quien siguiera a la casa de David, aparte sólo la tribu de Judá.20 Cuando todo Israel se enteró de que había vuelto Jeroboam, lo mandaron llamar a la asamblea y lo proclamaron rey de todo Israel. No hubo nadie que siguiera a la casa de David, fuera de la tribu de Judá.
21 En llegando a Jerusalén reunió Roboam a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, 180.000 hombres guerreros escogidos, para combatir contra la casa de Israel y devolver el reino a Roboam, hijo de Salomón.21 Mientras tanto, Roboam llegó a Jerusalén y convocó a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín –ciento ochenta mil guerreros adiestrados– para ir a combatir contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboam, hijo de Salomón.
22 Pero fue dirigida la palabra de Dios a Semaías, hombre de Dios, diciendo:22 Pero la palabra del Señor llegó a Semaías, un hombre de Dios, en estos términos.
23 «Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá, a Benjamín y al resto del pueblo y diles:23 «Di a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá, a Benjamín y al resto del pueblo:
24 Así habla Yahveh: No subáis a combatir con vuestros hermanos los israelitas. Que cada uno se vuelva a su casa porque esto es cosa mía». Ellos escucharon la palabra de Yahveh, y se volvieron para ir conforme a la palabra de Yahveh.24 Así habla el Señor: No suban a combatir contra sus hermanos, los israelitas; vuelvan cada uno a su casa, porque esto ha sucedido por disposición mía». Ellos escucharon la palabra del Señor, y tomó cada uno el camino de regreso, conforme a la palabra del Señor.
25 Jeroboam fortificó Siquem, en la montaña de Efraím, y habitó en ella. Salió de ella y fortificó Penuel.25 Jeroboam, por su parte, fortificó Siquem, en la montaña de Efraím, y se estableció en ella. Luego salió de allí y fortificó Penuel.
26 Jeroboam se dijo en su corazón: «En esta situación el reino acabará por volver a la casa de David.26 Pero Jeroboam pensó: «Tal como se presentan las cosas, el reino podría volver a la casa de David.
27 Si este pueblo continúa subiendo para ofrecer sacrificios en la Casa de Yahveh en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, a Roboam, rey de Judá, y me matarán».27 Si este pueblo sube a ofrecer sacrificios a la Casa de Dios en Jerusalén, terminarán por ponerse de parte de Roboam, rey de Judá, su señor; entonces me matarán a mí y se volverán a Roboam, rey de Judá».
28 Tomó consejo el rey, hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo: «Basta ya de subir a Jerusalén. Este es tu dios, Israel, el que te hizo subir de la tierra de Egipto».28 Y después de haber reflexionado, el rey fabricó dos terneros de oro y dijo al pueblo: «¡Basta ya de subir a Jerusalén! Aquí está tu Dios, Israel, el que te hizo subir del país de Egipto».
29 Colocó uno en Betel,29 Luego puso un ternero en Betel y el otro en Dan.
30 y el pueblo fue con el otro hasta Dan.30 Aquello fue una ocasión de pecado, y el pueblo iba delante de uno de ellos hasta Dan.
31 Hizo Casas en los altos y estableció sacerdotes del común del pueblo que no eran de los hijos de Leví.31 Jeroboam erigió templetes en los lugares altos, e instituyó sacerdotes de entre el común de la gente, que no eran hijos de Leví.
32 Hizo Jeroboam una fiesta en el mes octavo, el día quince del mes, parecida a la fiesta de Judá, y subió al altar. Así hizo en Betel, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho y estableciendo en Betel sacerdotes para los altos que había instituido.32 Además, celebró una fiesta el día quince del octavo mes, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar. Esto lo hizo en Betel, donde ofreció sacrificios a los terneros que había fabricado. En Betel estableció a los sacerdotes de los lugares altos que había erigido.
33 Subió al altar que había hecho en Betel el día quince del octavo mes, el mes que se había discurrido por su cuenta para instituir una fiesta para los israelitas, y subió al altar para quemar incienso.33 El día quince del octavo mes –fecha que había elegido arbitrariamente –subió al altar que había levantado en Betel. Así celebró una fiesta para los israelitas, y subió al altar para quemar incienso.