Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Juan 1


font

1Al principio existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
2Al principio estaba junto a Dios.3Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.
4En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres.
5La luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la percibieron.
6Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.7Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.8El no era luz, sino el testigo de la luz.9La Palabra era la luz verdadera
que, al venir a este mundo,
ilumina a todo hombre.
10Ella estaba en el mundo,
y el mundo fue hecho por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
11Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.
12Pero a todos los que la recibieron,
a los que creen en su Nombre,
les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
13Ellos no nacieron de la sangre,
ni por obra de la carne,
ni de la voluntad del hombre,
sino que fueron engendrados por Dios.
14Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros.
Y nosotros hemos visto su gloria,
la gloria que recibe del Padre como Hijo único,
lleno de gracia y de verdad.
15Juan da testimonio de él, al declarar: «Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo».16De su plenitud, todos nosotros hemos participado
y hemos recibido gracia sobre gracia:
17porque la Ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
18Nadie ha visto jamás a Dios;
el que lo ha revelado es el Hijo único,
que está en el seno del Padre.
19Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?».20El confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías».21«¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?». Juan dijo: «No». «¿Eres el Profeta?». «Tampoco», respondió.22Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?»23Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías».24Algunos de los enviados eran fariseos,25y volvieron a preguntarle: «¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».26Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen:27él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia».28Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán donde Juan bautizaba.29Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.30A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo.31Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel».32Y Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él.33Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo".34Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios».35Al día siguiente, estaba Juan otra vez allí con dos de sus discípulos36y, mirando a Jesús que pasaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios».37Los dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús.38El se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: «¿Qué quieren?». Ellos le respondieron: «Rabbí –que traducido significa Maestro– ¿dónde vives?».39«Vengan y lo verán», les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde.40Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro.41Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo «Hemos encontrado al Mesías», que traducido significa Cristo.42Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas», que traducido significa Pedro.43Al día siguiente, Jesús resolvió partir hacia Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme».44Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.45Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret».46Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?». «Ven y verás», le dijo Felipe.47Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez».48«¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera».49Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».50Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees. Verás cosas más grandes todavía».51Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».