Scrutatio

Sabato, 11 maggio 2024 - San Fabio e compagni ( Letture di oggi)

Mateo 6


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.1 «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
2 Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.2 Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
3 Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha,3 Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
4 para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.4 así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
5 Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.5 «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
6 Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.6 Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
7 Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.7 Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.
8 No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.8 No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
9 Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,9 «Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
10 que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.10 venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
11 Danos hoy nuestro pan de cada día.11 Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;
12 Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.12 y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
13 No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.13 y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
14 Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.14 «Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
15 Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.15 pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.
16 Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.16 «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga.
17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,17 Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
18 para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.18 para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
19 No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.19 «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban.
20 Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben.20 Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben.
21 Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
22 La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado.22 «La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso;
23 Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!23 pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!
24 Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.24 Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
25 Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?25 «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
26 Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?26 Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida?27 Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida?
28 ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.28 Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
29 Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.29 Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
30 Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!30 Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?
31 No se inquieten entonces, diciendo: «¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?».31 No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
32 Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.32 Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
33 Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.33 Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
34 No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.34 Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal.