Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Oseas 2


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1El número de los israelitas será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar; y en lugar de decirles: «Ustedes no son mi pueblo», les dirán: «Hijos del Dios viviente».2Entonces los hijos de Judá se reunirán con los hijos de Israel: designarán para sí un jefe único y desbordarán del país, porque será grande el día de Izreel.3Digan a sus hermanos: «Mi pueblo» y a sus hermanas: «compadecida».4¡Acusen a su madre, acúsenla! Porque ella no es mi mujer ni yo soy su marido. Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus senos.5Si no, la desnudaré por completo y la dejaré como el día en que nació; haré de ella un desierto, la convertiré en tierra árida y la haré morir de sed.6Y no tendré compasión de sus hijos, porque son hijos de prostitución.7Sí, su madre se prostituyó, la que los concibió se cubrió de vergüenza, porque dijo: «Iré detrás de mis amantes, los que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas».8Por eso voy a obstruir su camino con espinas, la cercaré con un muro, y no encontrará sus senderos.9Irá detrás de sus amantes y no los alcanzará, los buscará y no los encontrará. Entonces dirá: Volveré con mi primer marido, porque antes me iba mejor que ahora».10Ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite fresco; el que le prodigaba la plata y el oro que ellos emplearon para Baal.11Por eso retiraré mi trigo a su tiempo y mi vino en su estación; arrancaré mi lana y mi lino, con los que cubría su desnudez.12Ahora descubriré su deshonra a la vista de todos sus amantes, y nadie la librará de mi mano.13Haré cesar toda su alegría, sus fiestas, sus novilunios, sus sábados y todas sus solemnidades.14Devastaré su viña y su higuera, de las que ella decía: «Este es el salario que me dieron mis amantes». Las convertiré en una selva y las devorarán los animales del campo.15Le pediré cuenta por los días de los Baales, a los que ella quemaba incienso, cuando se adornaba con su anillo y su collar e iba detrás de sus amantes, olvidándose de mí –oráculo del Señor–.16Por eso, yo la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré de su corazón.17Desde allí, le daré sus viñedos y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Allí, ella responderá como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.18Aquel día –oráculo del Señor– tú me llamarás: «Mi esposo» y ya no me llamarás: «Mi Baal».19Le apartaré de la boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por su nombre.20Yo estableceré para ellos, en aquel día una alianza con los animales del campo, con las aves del cielo y los reptiles de la tierra; extirparé del país el arco, la espada y la guerra, y haré que descansen seguros.21Yo te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia;22te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor.23Aquel día yo responderé –oráculo del Señor– responderé a los cielos y ellos responderán a la tierra;24y la tierra responderá al trigo, al vino nuevo y al aceite fresco, y ellos responderán a Izreel.25Yo la sembraré para mí en el país; tendré compasión de «No compadecida» y diré a «No es mi pueblo»: «¡Tú eres Mi Pueblo!» y él dirá: «¡Dios mío!».