Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Ezequiel 44


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1El hombre me hizo volver en dirección a la puerta exterior del Santuario, la que miraba hacia el oriente, y esa puerta estaba cerrada.2Entonces el Señor me dijo: «Esta puerta permanecerá cerrada. No será abierta, y nadie entrará por ella, porque el Señor, el Dios de Israel, ha entrado por ella. Por eso permanecerá cerrada.3Solamente el príncipe en ejercicio se sentará allí para comer en la presencia del Señor. El entrará por el camino del vestíbulo de la puerta y saldrá por ese mismo camino».4Luego me llevó por la puerta septentrional hacia la fachada de la Casa. Yo miré, y vi que la gloria del Señor llenaba la Casa del Señor. Entonces caí con el rostro en tierra.5El Señor me dijo: Presta atención, hijo de hombre; mira bien, y escucha cuidadosamente lo que te voy a decir acerca de todas las prescripciones concernientes a la Casa del Señor y a todo su ritual. Ten bien en cuenta quiénes podrán ser admitidos en la Casa del Señor y quiénes deberán ser excluidos del Santuario.6Tú dirás a esos rebeldes, al pueblo de Israel: Así habla el Señor: ¡Basta ya, pueblo de Israel, de todas las abominaciones que ustedes han cometido,7introduciendo gente extranjera, de corazón y cuerpo incircuncisos, para que estuvieran en mi Santuario y profanaran mi Casa, mientras ustedes me ofrecían grasa y sangre como alimento! Así ustedes, con todas sus abominaciones, quebrantaron mi alianza.8No se encargaron ustedes mismos de ejercer mi sagrado ministerio, sino que pusieron a esa gente para que lo ejerciera en lugar de ustedes, en mi propio Santuario.9Por eso, así habla el Señor: Ningún extranjero, de corazón y cuerpo incircuncisos, ninguno de los extranjeros que residen en medio de Israel, podrá entrar en mi Santuario.10Los levitas, que me abandonaron cuando Israel se descarriaba lejos de mí para seguir a sus ídolos, cargarán con su culpa:11ellos tendrán a su cargo en mi Santuario la custodia de las puertas de la Casa y el cuidado de la Casa. Ellos inmolarán el holocausto y el sacrificio para el pueblo, y estarán ante el pueblo para servirlo.12Porque ellos lo sirvieron delante de sus ídolos e hicieron caer en la iniquidad a la casa de Israel, por eso yo levanto mi mano contra ellos –oráculo del Señor– y ellos cargarán con su culpa:13no se aproximarán a mí para ejercer la función sacerdotal, ni se aproximarán a mis cosas santas –las cosas santísimas– sino que cargarán con el oprobio y las abominaciones que cometieron.14Yo los pongo como encargados del cuidado de la Casa y de todo el servicio que deba prestarse en ella.15En cambio, los sacerdotes levíticos, hijos de Sadoc, que ejercieron el ministerio en mi Santuario cuando Israel se descarriaba lejos de mí, se acercarán a mí para servirme y estarán en mi presencia para ofrecerme la grasa y la sangre –oráculo del Señor–.16Ellos entrarán en mi Santuario, se acercarán a mi mesa para servirme y se encargarán de mi servicio.17Cuando entren por las puertas del atrio interior, se revestirán con vestiduras de lino: no llevarán ropa de lana cuando presten servicio a las puertas del atrio interior y en la Casa.18Tendrán turbantes de lino sobre su cabeza y también usarán calzoncillos de lino. No se ceñirán con nada que haga transpirar.19Cuando salgan al atrio exterior, donde está el pueblo, se quitarán las vestiduras que se hayan puesto para prestar servicio, dejándolas en las habitaciones del Santuario, y se pondrán otra ropa, para no santificar al pueblo con sus vestiduras.20No se raparán la cabeza ni dejarán crecer libremente sus cabellos, sino que se cortarán los cabellos cuidadosamente.21Ningún sacerdote beberá vino cuando deba entrar en el atrio interior.22Ellos no se casarán con una viuda ni con una mujer repudiada, sino sólo con una virgen de la raza del pueblo de Israel. Pero podrán casarse con la viuda de otro sacerdote.23Los sacerdotes instruirán a mi pueblo sobre la diferencia entre lo sagrado y lo profano, y le enseñarán a distinguir lo puro de lo impuro.24En los litigios, ellos tendrán autoridad para juzgar: juzgarán según mis leyes, observarán mis preceptos y mis instrucciones en todas mis solemnidades, y observarán mis sábados.25Los sacerdotes no tocarán a un hombre muerto, para no incurrir en impureza, a no ser que se trate de padre o la madre, de un hijo o de una hija, o de un hermano o hermana que no haya tenido marido.26Después de su purificación, se contarán siete días,27y el día que entren en el lugar santo, en el atrio interior, para prestar servicio en el lugar santo, ofrecerán su sacrificio por el pecado –oráculo del Señor–.28Los sacerdotes no tendrán una herencia, porque yo soy su herencia. Ustedes no les darán una propiedad en Israel, porque yo soy su propiedad.29Ellos se alimentarán con la oblación y con las víctimas del sacrificio por el pecado y del sacrificio de reparación. Todo lo dedicado al Señor en Israel, será para ellos.30También será para el sacerdote la mejor de todas las primicias y de todas las ofrendas que ustedes presenten. Ustedes entregarán al sacerdote lo mejor de sus moliendas, para que la bendición permanezca sobre tu casa.31Los sacerdotes no comerán ningún animal encontrado muerto o destrozado por las fieras, sea ave o ganado.