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Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Éxodo 1


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1Los nombres de los israelitas que llegaron con Jacob a Egipto, cada uno con su familia, son los siguientes:2Rubén, Simeón, Leví y Judá,3Isacar, Zabulón y Benjamín,4Dan y Neftalí, Gad y Aser.5Los descendientes de Jacob eran, en total, setenta personas, José ya estaba en Egipto.6Después murieron José y sus hermanos, y toda aquella generación.7Pero los israelitas fueron fecundos y se multiplicaron, hasta convertirse en una muchedumbre numerosa y muy fuerte, que llenaba el país.8Mientras tanto, asumió el poder en Egipto un nuevo rey, que no había conocido a José.9El dijo a su pueblo: «El pueblo de los israelitas es más numeroso y fuerte que nosotros.10Es preciso tomar precauciones contra él, para impedir que siga multiplicándose. De lo contrario, en caso de guerra se pondrá de parte de nuestros enemigos, combatirá contra nosotros y se irá del país»11Entonces los egipcios pusieron a Israel a las órdenes de capataces, para que lo oprimieran con trabajos forzados. Así Israel construyó para el Faraón las ciudades de almacenamiento de Pitom y Ramsés.12Pero a medida que aumentaba la opresión, más se multiplicaba y más se expandía. Esto hizo que la presencia de los israelitas se convirtiera en un motivo de inquietud.13Por eso, los egipcios redujeron a los israelitas a la condición de los esclavos,14y les hicieron insoportable la vida, forzándolos a realizar trabajos extenuantes: la preparación de la arcilla, la fabricación de ladrillos y toda clase de tareas agrícolas.15Además, el rey de Egipto se dirigió a las parteras de las mujeres hebreas –una de ellas se llamaba Sifrá y la otra Puá–16y les ordenó: «Cuando asistan durante el parto a las mujeres hebreas, observen bien el sexo del recién nacido: si es varón, mátenlo, y si es una niña, déjenla vivir».17Pero las parteras tuvieron temor de Dios, y en lugar de acatar la orden que les había dado el rey de Egipto, dejaban con vida a los varones.18El rey las mandó llamar y les preguntó: «Por qué han obrado así y han dejado con vida a los varones?».19Ellas le respondieron: «Por que las mujeres hebreas no son como las egipcias: tienen mucha vitalidad, y antes que llegue la partera, ya han dado a luz».20Por eso Dios fue bondadoso con las parteras. El pueblo creció cada vez más y se hizo muy poderoso,21y como ellas habían obrado con temor de Dios, él les concedió una familia numerosa.22Entonces el Faraón dio esta orden a su pueblo: «Arrojen al Nilo a todos los varones recién nacidos, pero dejen con vida a las niñas».