Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Judit 12


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1Luego Holofernes la hizo pasar al lugar donde tenía preparada su vajilla de plata, y ordenó que le sirvieran de sus propios manjares y le dieran a beber de su vino.2Pero Judit le dijo: «No comeré de ellos, para no incurrir en falta; lo que he traído conmigo me bastará».3Holofernes le respondió: «Y cuando se acaben tus provisiones, ¿De dónde sacaremos otras semejantes, ya que entre nosotros no hay nadie de tu pueblo?».4Judit le dijo: «Quédate tranquilo, señor, porque antes que consuma mis provisiones, el Señor habrá cumplido por mi intermedio lo que tiene determinado».5Luego los oficiales de Holofernes la condujeron a su carpa, y ella durmió hasta la medianoche. Antes de la aurora, se levantó,6y mandó decir a Holofernes: «Señor, ordena que me dejen salir para hacer oración».7Y él ordenó a sus guardias personales que no se lo impidieran. Así permaneció Judit tres días en el campamento; cada noche salía al valle de Betulia y se bañaba en la fuente que estaba en el campamento.8Cuando salía del agua, oraba al Señor, el Dios de Israel, que dirigiera sus pasos para resurgimiento de los hijos de su pueblo.9Y cuando regresaba, ya purificada, permanecía en la carpa hasta que le traían su alimento, hacia el atardecer.10Al cuarto día, Holofernes ofreció un banquete, exclusivamente para su personal de servicio, sin invitar a ninguno de sus oficiales.11Y dijo a Bagoas, el eunuco que era su mayordomo: «Trata de convencer a esa mujer hebrea que está bajo tu cuidado para que venga a comer y a beber con nosotros.12Porque sería vergonzoso que dejáramos partir a una mujer como esta sin haber gozado de ella. Si no logramos conquistarla, ella se burlará de nosotros».13Bagoas salió de la presencia de Holofernes, fue adonde estaba Judit y le dijo: «No tenga reparo esta preciosa joven en presentarse ante mi señor, para ser honrada por él y beber alegremente con nosotros. Hoy serás tratada como una de las asirias que viven en el palacio de Nabucodonosor».14Judit le respondió: «¿Quién soy yo para contradecir a mi señor? Haré gustosamente todo lo que le agrade, y eso será para mí un motivo de alegría hasta el día de mi muerte».15En seguida se levantó, y se atavió con sus vestiduras y con todos sus adornos femeninos. Su servidora, se adelantó y le extendió en el piso, ante Holofernes, las pieles que Bagoas le había dado para su uso diario, a fin de que comiera reclinada sobre ellas.16Judit entró y se reclinó; el corazón de Holofernes quedó cautivado por ella, su espíritu se turbó, y ardía en deseos de poseerla, porque desde la primera vez que la vio, buscaba la oportunidad de seducirla.17«Bebe, le dijo Holofernes, y alégrate con nosotros».18Judit le replicó: «Beberé con mucho gusto, señor, porque desde el día en que nací, jamás he apreciado tanto la vida como hoy».19Entonces tomó lo que le había preparado su servidora, y comió y bebió en presencia de él,20mientras Holofernes, encantado con ella, bebió tanto vino como nunca lo había hecho en un solo día desde su nacimiento.