Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

2 Samuel 1


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1Después de la muerte de Saúl, David volvió de derrotar a los amalecitas y permaneció dos días en Siquelag.2Al tercer día, llegó un hombre del campamento de Saúl, con la ropa hecha jirones y la cabeza cubierta de polvo. Cuando se presentó ante David, cayó con el rostro en tierra y se postró.3«¿De dónde vienes?», le preguntó David. El le respondió: «Me he escapado del campamento de Israel».4David añadió: «¿Qué ha sucedido? Cuéntame todo». Entonces él dijo: «La tropa huyó del campo de batalla y muchos del pueblo cayeron en el combate; también murieron Saúl y su hijo Jonatán».5David dijo al joven que la traía la noticia: «¿Cómo sabes que murieron Saúl y su hijo Jonatán?».6El joven respondió: «Yo estaba por casualidad en el monte Gelboé, y de pronto vi a Saúl apoyado en su lanza, mientras los carros y los caballos lo perseguían de cerca.7Al darse vuelta, me vio y me llamó. «Aquí estoy», le dije.8El me preguntó: «¿Quién eres?». Yo le respondí: «Soy un amalecita».9Luego me dijo: «Acércate a mí y mátame, porque siento el estertor de la muerte, aunque todavía estoy con vida».10Yo me abalancé sobre él y lo maté, porque sabía que no podría sobrevivir a su derrota. En seguida le quité la diadema que tenía en la cabeza y el brazalete que llevaba en el brazo, y aquí se los traigo a mi señor».11Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo mismo hicieron todos los hombres que estaban con él.12Se lamentaron, lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl, por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, porque habían caído al filo de la espada.13David preguntó al joven que le había traído la noticia: «¿De dónde eres?». El respondió: «Soy el hijo de un forastero amalecita».14David le dijo: «¿Y cómo te has atrevido a extender tu mano para matar al ungido del Señor?».15Luego llamó a uno de los jóvenes y le ordenó: «¡Acércate y mátalo!». El joven le asestó un golpe mortal,16mientras David decía: «Que tu sangre recaiga sobre tu cabeza, ya que tu misma boca atestiguó contra ti, cuando dijiste: «Yo he dado muerte al ungido del Señor».17David entonó este canto fúnebre por Saúl y su hijo Jonatán,18y le ordenó enseñarlo a la gente de Judá. Es el canto del Arco, y está escrito en el libro del Justo:19«¡Tu esplendor ha sucumbido, Israel, en las alturas de tus montañas! ¡Cómo han caído los héroes!20¡No lo anuncien en Gat, no lo publiquen por las calles de Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, ni lo celebren las hijas de los incircuncisos!21¡Montañas de Gelboé, que no caiga sobre ustedes rocío ni lluvia, ni se cubran de campos fructíferos! Porque allí fue mancillado el escudo de los héroes, el escudo de Saúl, ungido no con aceite, sino con sangre de heridos y grasas de guerreros.22¡El arco de Jonatán no retrocedió jamás, nunca fallaba la espada de Saúl!23¡Saúl y Jonatán, amigos tan queridos, inseparables en la vida y en la muerte! Eran más veloces que águilas, más fuertes que leones.24Hijas de Israel, lloren por Saúl, el que las vestía de púrpura y de joyas y les prendía alhajas de oro en los vestidos.25¡Cómo han caído los héroes en medio del combate! ¡Han sucumbido Jonatán en lo alto de tus montañas!26¡Cuánto dolor siento por ti, Jonatán, hermano mío muy querido! Tu amistad era para mí más maravillosa que el amor de las mujeres.27¡Cómo han caído los héroes, cómo han perecido las armas del combate!».