SCRUTATIO

Venerdi, 8 agosto 2025 - San Domenico di Guzman ( Letture di oggi)

Gálatas 4


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BIBLIAEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 Pues yo digo: Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, con ser dueño de todo;1 Voy a ser más explícito: el heredero, mientras es menor de edad, aunque sea propietario de todos sus bienes, en nada se diferencia de un esclavo.
2 sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo fijado por el padre.2 En efecto, hasta la edad fijada por su padre, está bajo la dependencia de sus tutores y administradores.
3 De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo.3 Así también nosotros, cuando éramos menores de edad, estábamos sometidos a los elementos del mundo.
4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley,4 Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley,
5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva.5 para redimir a os que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!6 Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo» ¡Abba!, es decir, ¡Padre!
7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.7 Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
8 Pero en otro tiempo, cuando no conocíais a Dios, servíais a los que en realidad no son dioses.8 Antes, cuando ustedes no conocían a Dios, estaban al servicio de dioses que no lo son realmente.
9 Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que él os ha conocido, ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales queréis volver a servir de nuevo?9 Pero ahora, que conocen a Dios –o mejor dicho, que son conocidos por él– ¿cómo es posible que se vuelvan otra vez a esos elementos sin fuerza ni valor, para someterse nuevamente a ellos?
10 Andáis observando los días, los meses, las estaciones, los años.10 ¡Observar los días, los meses, las estaciones y los años!
11 Me hacéis temer no haya sido en vano todo mi afán por vosotros.11 Francamente, temo haber trabajado inútilmente por ustedes.
12 Os ruego que os hagáis como yo, pues yo me hice como vosotros. Ningún agravio me hicisteis.12 Les ruego, hermanos, que se hagan semejantes a mí, como yo me hice semejante a ustedes. En realidad, no me han ofendido en nada.
13 Pero bien sabéis que una enfermedad me dio ocasión para evangelizaros por primera vez;13 Ya saben que fue en ocasión de una enfermedad cuando les prediqué por primera vez la Buena Noticia.
14 y, no obstante la prueba que suponía para vosotros mi cuerpo, no me mostrasteis desprecio ni repulsa, sino que me recibisteis como a un ángel de Dios: como a Cristo Jesús.14 A pesar de que mi aspecto físico era una prueba para ustedes, no me desdeñaron ni me despreciaron; todo lo contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
15 ¿Dónde están ahora los parabienes que os dabais? Pues yo mismo puedo atestiguaros que os hubierais arrancado los ojos, de haber sido posible, para dármelos.15 ¿Dónde está la alegría que sintieron entonces? Yo mismo puedo atestiguar que, de ser posible, se habrían arrancado los ojos para dármelos.
16 ¿Es que me he vuelto enemigo vuestro diciéndoos la verdad?16 ¿Y ahora me he convertido en enemigo de ustedes por decirles la verdad?
17 El celo que ésos muestran por vosotros no es bueno; quieren alejaros de mí para que mostréis celo por ellos.17 El interés que los otros demuestran por ustedes no es bueno: lo que quieren es separarlos de mí, para que se interesen por ellos.
18 Bien está procurarse el celo de otros para el bien, siempre, y no sólo cuando yo estoy entre vosotros,18 Está bien interesarse por los demás, con tal que ese interés sea verdadero y para siempre, y no sólo cuando yo estoy entre ustedes.
19 ¡hijos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros.19 ¡Hijos míos, por quienes estoy sufriendo nuevamente los dolores del parto hasta que Cristo sea formado en ustedes!
20 Quisiera hallarme ahora en medio de vosotros para poder acomodar el tono de mi voz, pues no sé cómo habérmelas con vosotros.20 Ahora mismo desearía estar allí para hablarles de otra manera, porque ya no sé cómo proceder con ustedes.
21 Decidme vosotros, los que queréis estar sometidos a la ley: ¿No oís la ley?.21 Ustedes que quieren someterse a la Ley, díganme: ¿No entienden lo que dice la Ley?
22 Pues dice la Escritura que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la libre.22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era libre.
23 Pero el de la esclava nació según la naturaleza; el de la libre, en virtud de la Promesa.23 El hijo de la esclava nación según la carne; en cambio, el hijo de la mujer libre, nació en virtud de la promesa.
24 Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar,24 Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres representan las dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinaí, que engendró un pueblo para la esclavitud, está representada por Agar,
25 (pues el monte Sinaí está en Arabia) y corresponde a la Jerusalén actual, que es esclava, y lo mismo sus hijos.25 porque el monte Sinaí está en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, ya que ella con sus hijos viven en la esclavitud.
26 Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre,26 Pero hay otra Jerusalén, la celestial, que es libre, y ella es nuestra madre.
27 pues dice la Escritura: Regocíjate estéril, la que no das hijos; rompe en gritos de júbilo, la que no conoces los dolores de parto, que más son los hijos de la abandonada que los de la casada.27 Porque dice la Escritura: "¡Alégrate, tú que eres estéril y no das a luz; prorrumpe en gritos de alegría, tú que no conoces los dolores del parto! Porque serán más numerosos los hijos de la mujer abandonada que los hijos de la que tiene marido".
28 Y vosotros, hermanos, a la manera de Isaac, sois hijos de la Promesa.28 Nosotros, hermanos, somos como Isaac, hijos de la promesa.
29 Pero, así como entonces el nacido según la naturaleza perseguía al nacido según el espíritu, así también ahora.29 Y así como entonces el hijo nacido según la carne perseguía al hijo nacido por obra del Espíritu, así también sucede ahora.
30 Pero ¿qué dice la Escritura? Despide a la esclava y a su hijo, pues no ha de heredar el hijo de la esclava juntamente con el hijo de la libre.30 Pero dice la Escritura: Echa a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no va a compartir la herencia con el hijo de la mujer libre.
31 Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.31 Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de una esclava, sino de la mujer libre.