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Lunedi, 20 maggio 2024 - San Bernardino da Siena ( Letture di oggi)

Deuteronomio 1


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Estas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel al otro lado del Jordán, en el desierto, en la Arabá. frente a Suf, entre Parán, Tofel y Labán, Jaserot y Dizahab.1 Estas son las palabras que dijo Moisés a todo Israel al otro lado del Jordán en el desierto, en la Arabá, frente a Suf, entre Parán y Tófel, Labán, Jaserot y Di Zahab. -
2 –Desde el Horeb hasta Cades Barné, hay once días de camino por las montañas del Seír–.2 Once son las jornadas desde el Horeb, por el camino del monte Seír, hasta Cadés Barnea -.
3 En el cuadragésimo año, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los israelitas, como el Señor se lo habla ordenado.3 El año cuarenta, el día uno del undécimo mes, habló Moisés a los israelitas exponiendo todo cuanto Yahveh la había mandado respecto a ellos.
4 Después de haber derrotado a Sijón, rey de los amorreos que residía en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que residía en Astarot y Edrei.4 Después de batir a Sijón, rey de los amorreos, que moraba en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que moraba en Astarot y en Edreí,
5 Al otro lado del Jordán, en territorio de Moab, Moisés comenzó a exponer esta Ley, diciendo.5 al otro lado del Jordán, en el país de Moab, decidió Moisés promulgar esta Ley. Dijo:
6 El Señor, nuestro Dios, nos habló en el Horeb en estos términos. Ya han estado bastante tiempo en esta montaña.6 Yahveh, nuestro Dios, nos habló así en el Horeb: «Ya habéis estado bastante tiempo en esta montaña.
7 Den vuelta y pónganse en camino, para ir a la montaña de los amorreos y a todas las regiones vecinas: la Montaña, la Sefelá, el Négueb y la costa marítima –es decir la tierra del Canaán– y el Líbano, hasta el Gran Río, el río, el río Eufrates.7 ¡En marcha!, partid y entrad en la montaña de los amorreos, y donde todos sus vecinos de la Arabá, la Montaña, la Tierra Baja, el Négueb y la costa del mar; en la tierra de Canaán y el Líbano, hasta el río grande, el río Eufrates.
8 Yo pongo el país delante de ustedes: vayan a tomar posesión de la tierra que el Señor juró dar a sus padres. a Abraham, a Isaac y a Jacob, y a sus descendientes después de ellos.8 Mirad: Yo he puesto esa tierra ante vosotros; id a tomar posesión de la tierra que Yahveh juró dar a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, y a su descendencia después de ellos».
9 En aquel tiempo, yo les dije: «Yo solo no puedo hacerme cargo de todos ustedes».9 Yo os hablé entonces y os dije: «No puedo cargar con todos vosotros yo solo.
10 El Señor, su Dios, los ha multiplicado de tal manera, que hoy ustedes son numerosos como las estrellas del cielo.10 Yahveh, vuestro Dios, os ha multiplicado y sois ahora tan numerosos como las estrellas del cielo.
11 ¡Qué el Señor, el Dios de sus padres, los haga aún mil veces más numerosos y los bendiga, como lo ha prometido!11 Yahveh, el Dios de vuestros padres, os aumente mil veces más todavía y os bendiga como os ha prometido.
12 ¿Cómo podré, entonces, cargar yo solo con el peso de todos ustedes y ocuparme también de sus litigios?12 Pero ¿cómo voy a poder yo solo llevar vuestro peso, vuestra carga y vuestros litigios?
13 Designen para cada una de sus tribus a hombres sabios, prudentes y experimentados. y yo los pondré al frente de ustedes».13 Escoged entre vosotros hombres sabios, perspicaces y experimentados, de cada una de vuestras tribus, y yo los pondré a vuestra cabeza».
14 Ustedes me respondieron: «Tu propuesta nos parece buena».14 Me respondisteis: «Está bien lo que propones hacer».
15 Entonces tomé de entre los jefes de las tribus a unos hombres sabios y experimentados y los puse al frente de ustedes como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez hombres, y como escribas para las tribus.15 Yo tomé, entre los jefes de vuestras tribus, hombres sabios y experimentados, y los hice jefes vuestros: jefes de millar, de cien, de cincuenta y de diez, así como escribas para vuestras tribus.
16 Al mismo tiempo, di esta orden a los jueces: «Escuchen a sus hermanos y hagan justicia, cuando tengan un pleito entre ellos o con un extranjero.16 Y di entonces esta orden a vuestros jueces: «Escucharéis lo que haya entre vuestros hermanos y administraréis justicia entre un hombre y su hermano o un forastero.
17 No sean parciales en los juicios: escuchen a los humildes lo mismo que a los poderosos. No se dejen intimidar por nadie, porque el juicio pertenece a Dios. Y cuando se les presente un caso demasiado difícil, diríjanse a mí, para que yo lo resuelva».17 No haréis en juicio acepción de personas, escucharéis al pequeño lo mismo que al grande, no tendréis miedo al hombre, pues la sentencia es de Dios. El asunto que os resulte demasiado difícil, me lo remitiréis a mí, y yo lo oiré».
18 Así les indiqué aquella vez todo lo que ustedes debían hacer.18 Yo os prescribí entonces todo lo que tenías que hacer.
19 Después partimos del Horeb, y comenzamos a recorrer el desierto inmenso y temible que ustedes han visto. Ibamos hacia la montaña de los amorreos, como el Señor, nuestro Dios, nos lo había ordenado, y llegamos a Cades Barné.19 Partimos del Horeb y fuimos por ese enorme y temible desierto que habéis visto, camino de la montaña de los amorreos, como Yahveh nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cadés Barnea.
20 Entonces yo les dije: «Ya han llegado a la montaña de los amorreos, que nos da el Señor. nuestro Dios.20 Yo os dije: «Ya habéis llegado a la montaña de los amorreos que Yahveh nuestro Dios nos da.
21 El Señor, tu Dios, pone este país delante de ustedes: sube a tomar posesión de él, según te lo ha dicho el Señor, el Dios de tus padres. No temas ni te acobardes».21 Mira: Yahveh tu Dios ha puesto ante ti este país. Sube a tomar posesión de él como te ha dicho Yahveh el Dios de tus padres; no tengas miedo ni te asustes».
22 Pero ustedes se acercaron a mí para decirme: «Enviemos delante de nosotros algunos hombres para que exploren la región y nos informen sobre el camino que debemos tomar y sobre las ciudades a las que debemos entrar».22 Pero todos vosotros os acercasteis a decirme: «Enviemos delante de nosotros hombres para que exploren el país y nos den noticias sobre el camino por donde hemos de subir y sobre las ciudades en que podemos entrar».
23 La idea me pareció buena, y yo designé a doce de ustedes, uno por cada tribu.23 Me pareció bien la propuesta y tomé de entre vosotros doce hombres, uno por tribu.
24 Ellos se dirigieron hacia la región montañosa y llegaron al valle de Escol. Después de haber inspeccionado la montaña.24 Partieron y subieron a la montaña; llegaron hasta el valle de Eskol y lo exploraron.
25 Regresaron trayendo en sus manos frutos de esa región, y nos presentaron este informe: «La tierra que nos da el Señor, nuestro Dios, es excelente».25 Tomaron en su mano frutos del país, nos los trajeron, y nos informaron: «Buena tierra es la que Yahveh nuestro Dios nos da».
26 Pero ustedes se negaron a subir y se rebelaron contra la orden del Señor, su Dios.26 Pero vosotros os nesgasteis a subir; os rebelasteis contra la orden de Yahveh vuestro Dios,
27 Se pusieron a murmurar en sus carpas, diciendo: «El Señor nos aborrece; por eso nos hizo salir de Egipto para entregarnos a los amorreos y destruirnos.27 y os pusisteis a murmurar en vuestras tiendas: «Por el odio que nos tiene nos ha sacado Yahveh de Egipto, para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos.
28 ¿Adónde iremos? Nuestros hermanos nos dejaron sin aliento, cuando nos dijeron: «Son gente más grande y más alta que nosotros; las ciudades son enormes y están provistas de murallas que se elevan hasta el cielo. Allí vimos también a los anaquitas».28 ¿Adónde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han descorazonado al decir: Es un pueblo más grande y corpulento que nosotros, las ciudades son grandes y sus murallas llegan hasta el cielo. Y hasta anaquitas hemos visto allí».
29 Entonces yo les dije: «No se acobarden ni les tengan miedo.29 Yo os dije: «No os asustéis, no tengáis miedo de ellos.
30 El Señor, su Dios, que va delante de ustedes, combatirá por ustedes, como lo hizo en Egipto ante sus propios ojos.30 Yahveh vuestro Dios, que marcha a vuestro frente, combatirá por vosotros, como visteis que lo hizo en Egipto,
31 Y también en el desierto. donde tú viste que el Señor, tu Dios, te conducía como un padre conduce a su hijo, a lo largo de todo el camino que recorriste hasta llegar a este lugar».31 y en el desierto, donde has visto que Yahveh tu Dios te llevaba como un hombre lleva a su hijo, a todo lo largo del camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar».
32 Y a pesar de todo, ustedes no tuvieron confianza en el Señor, su Dios.32 Pero ni aun así confiasteis en Yahveh vuestro Dios,
33 Que los precedía durante la marcha para buscarles un lugar donde acampar; de noche en el fuego, mostrándose el camino que debían seguir, y de día en la nube.33 que era el que os precedía en el camino y os buscaba lugar donde acampar, con el fuego durante la noche para alumbrar el camino que debíais seguir, y con la nube durante el día.
34 Al oír lo que ustedes decían, el Señor se irritó y pronunció este juramento:34 Yahveh oyó encolerizado vuestras palabras y juró así:
35 «Ni uno solo de los hombres de esta generación perversa verá la hermosa tierra que yo juré dar a sus padres.35 «Ni un solo hombre de esta generación perversa verá la tierra buena que yo juré dar a vuestros padres,
36 El único que podrá verla es Caleb, el hijo de Iefuné. A él y a sus hijos les daré la tierra que sus pies han pisado, porque él ha sido siempre fiel al Señor».36 excepto Caleb, hijo de Yefunné: él la verá, y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que ha pisado, porque siguió cabalmente a Yahveh».
37 Y por culpa de ustedes, el Señor se indignó también contra mí, y me dijo: «Tampoco tú entrarás.37 Por culpa vuestra Yahveh se irritó también contra mí y me dijo: «Tampoco tú entrarás allí.
38 El que entrará es Josué, tu ayudante. Infúndele valor, por él deberá poner a Israel en posesión de la tierra.38 Será tu ayudante Josué, hijo de Nun, el que entrará. Fortalécele, ya que él dará a Israel posesión de la tierra.
39 Y también entrarán los niños –esos que según ustedes iban a ser presa del enemigo– los hijos de ustedes, que aún no saben distinguir lo bueno de lo malo; a ellos les daré la tierra y ellos la poseerán.39 Pero vuestros pequeños, de los que dijisteis que iban a servir de botín, vuestros hijos que no conocen todavía el bien y el mal, sí entrarán allá, a ellos se la daré yo, y ellos la poseerán.
40 En cuanto a ustedes, den vuelta y avancen hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo».40 Y vosotros ahora, volveos y partid hacia el desierto por el camino del mar de Suf».
41 Ustedes me dijeron: «Hemos pecado contra el Señor. Pero ahora estamos dispuestos a subir y a combatir como el Señor, nuestro Dios, nos ha ordenado». Cada uno de ustedes de equipó con sus armas, creyendo que era fácil subir a la montaña.41 Vosotros me respondisteis: «Hemos pecado contra Yahveh nuestro Dios. Subiremos y combatiremos como Yahveh nuestro Dios nos ha mandado». Ceñísteis cada uno vuestras armas y creísteis fácil subir a la montaña.
42 Pero el Señor me dijo: «Ordénales que no suban a combatir, porque yo no estoy más en medio de ellos. Si lo hacen, serán derrotados por sus enemigos».42 Pero Yahveh me dijo: «Diles: No subáis a combatir porque no estoy yo en medio de vosotros, y así seréis derrotados por vuestros enemigos».
43 Yo les transmití la advertencia, pero ustedes no me escucharon y, rebelándose contra la palabra del Señor, tuvieron la osadía de escalar la montaña.43 Yo os hablé, pero vosotros no me escuchasteis; fuisteis rebeldes a la orden de Yahveh y tuvisteis la osadía de subir a la montaña.
44 Entonces los amorreos que habitan en esa montaña les salieron al encuentro, los persiguieron como abejas, y los derrotaron en la región de Seír hasta llegar a Jormá.44 Los amorreos, habitantes de aquella montaña, salieron a vuestro encuentro, os persiguieron como lo hubieran hecho las abejas, y os derrotaron en Seír hasta Jormá.
45 Cuando ustedes regresaron, se pusieron a llorar delante del Señor, pero él no los escuchó ni les hizo caso.45 A vuestro regreso llorasteis ante Yahveh, pero Yahveh no escuchó vuestra voz ni os prestó oídos.
46 Y así tuvieron que permanecer en Cades durante tanto tiempo.46 Por eso tuvisteis que permanecer en Cadés todo ese largo tiempo que habéis estado allí.