Scrutatio

Domenica, 26 maggio 2024 - San Filippo Neri ( Letture di oggi)

Ezequiel 8


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBBIA MARTINI
1 El sexto año, el quinto del sexto mes, mientras yo estaba sentado en mi casa y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, descendió sobre mí la mano del Señor.1 Il sesto anno, il sesto mese, ai cinque del mese mentre io stava sedendo in casa mia, e sedevano i seniori di Giuda intorno a me, si fé sentir ivi subitamente la mano del Signore Dio sopra di me.
2 Yo miré y vi una figura con aspecto humano. Desde lo que parecía ser su cintura para abajo, había fuego, y desde su cintura para arriba, había una especie de claridad, un fulgor como de electro.2 E vidi, ed ecco un immagine d'uomo quasi di fuoco: dai lombi in già era fuoco, e dai lombi in su era come una splendida luce, come elettro lucente.
3 Extendió algo así como una mano y me tomó por un mechón de mis cabellos. Un espíritu me levantó entre la tierra y el cielo y me llevó en una visión divina a Jerusalén, hasta la entrada de la puerta interior que da hacia el norte, allí donde está emplazado el Idolo de los celos que provoca los celos de Dios.3 E stesa come una mano mi prese per una treccia del mio capo, e alzommi in inspirito tra cielo, e terra, e portommi in Gerusalemme per una visione di Dio, presso alla porta interiore, che guardava a settentrione, dove era collocato l'idolo della gelosia a provocare l'emulazione.
4 Allí estaba la gloria del Dios de Israel, tal como yo la había visto en el valle.4 Ed ecco ivi la gloria del Dio d'Israele secondo la visione, ch'io avea veduta nella campagna.
5 El me dijo: «Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia el norte». Yo levanté mis ojos hacia el norte y vi que al norte de la puerta del altar, justo a la entrada, estaba el Idolo de los celos.5 Ed ei mi disse: Figliuolo dell'uomo alza i tuoi occhi alla parte di settentrione: e alzai i miei occhi alla parte di settentrione, ed ecco a settentrione della porta dell'altare l'idolo di gelosia sullo stesso liminare.
6 El me dijo: «Hijo de hombres, ¿ves lo que lo que hacen? ¿Ves las grandes abominaciones que cometen aquí los israelitas para que yo me aleje de mi Santuario? Pero tú verás abominaciones más grandes todavía».6 E dissemi: Figliuolo dell'uomo, vedi tu quel, che fanno costoro, e le abbominazioni grandi, che fa qui la casa d'Israele, perch' io mi ritiri dal mio santuario? E se tu ti volgerai altrove, vedrai abbominazioni maggiori.
7 Después me llevó a la entrada del atrio; yo miré y vi que había un agujero en el muro.7 E mi condusse a una porta dell'atrio interiore, ed eravi un foro nella muraglia.
8 El me dijo: «Hijo de hombre, abre un boquete en el muro». Yo abrí un boquete y vi que había una puerta.8 E dissemi: Figliuolo dell'uomo, apri la muraglia: e rotto che ebbi il muro, comparve una porta.
9 El me dijo: «Entra y mira las abominaciones que están cometiendo ahí».9 Ed ei mi disse: Entra dentro, e osserva le abbominazioni pessime, che fan qui costoro.
10 Yo entré y miré, y vi que había toda clase de reptiles y de animales horribles y todos los ídolos de la casa de Israel, grabados en todas las paredes.10 Ed entrai, e vidi; ed ecco im magini d'ogni specie di rettili, e di animali, e l'abbominazione della casa d'Israele, e tutti quanti i suoi idoli eran dipinti all'intorno nel muro quant'era grande.
11 Setenta hombres de entre los ancianos del pueblo de Israel –entre los cuales se encontraba Iazanías, hijo de Satán– estaban de pie delante de ellos: cada uno tenía un incensario en la mano, y subía el perfume de una nube de incienso.11 E settanta uomini de' seniori della casa d'Israele stavan dinanzi alle pitture, e in mezzo ad essi Giezonia figliuolo di Saphan; e ognun di essi avea alla mano un turibolo, e un vapor come nebbia alzavasi dall'incenso.
12 El me dijo: «Hijo de hombre, ¿ves lo que los ancianos del pueblo de Israel hacen a escondidas, cada uno en su habitación adornada de pinturas? Porque ellos piensan: El Señor no nos ve; el Señor ha abandonado el país».12 Ed ei mi disse: Certamente figliuolo dell'uomo, tu vedi le cose, che seniori della casa d'Israele fanno nelle tenebre, ognuno nel segreto della sua camera: imperocché essi dicono: Il Signore non ci vedrà: il Signore ha abbandonata la terra.
13 Después, él me dijo: «Verás que cometen abominaciones más grandes todavía».13 E dissemi: Ancor volgendoti in altra parte vedrai abbominazioni peggiori, che fanno costoro.
14 Y me llevó hasta la entrada de la puerta de la Casa del Señor, lo que da hacia el norte, y vi que allí había unas mujeres sentadas llorando a Tamuz.14 E menommi all'ingresso della porta della casa del Signore, che guardava settentrione: ed ecco ivi le donne a sedere piangenti Adone.
15 El me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre? Tú verás abominaciones más grandes todavía».15 E dissemi: Tu certamente figliuolo dell'uomo hai veduto: se anche altrove ti volgerai, vedrai abbominazioni maggiori di queste.
16 Luego me llevó hacia el atrio interior de la Casa del Señor, y vi que a la entrada del Templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, había unos veinticinco hombres, dando la espalda al Templo del Señor, y con sus rostros vueltos hacia el oriente; y ellos se postraron hacia el oriente, delante del sol.16 E menommi nell'atrio interiore della casa del Signore; ed ecco all'ingresso del tempio del Signore trai vestibolo, e l'altare circa venticinque uomini, che voltavan la schiena al tempio del Signore, e la faccia all'oriente, e adoravano il sol nascente.
17 El me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre? ¿No le basta al pueblo de Judá cometer las abominaciones que aquí cometen, que también han llenado el país de violencia y no cesan de irritarme? Ellos llevan el ramo hasta su nariz.17 E dissemi: Certamente, o figliuolo dell'uomo, tu hai veduto: è ella forse piccola cosa per la casa di Giuda il fare queste abbominazioni, che hanno fatto in questo luogo, che ripiena avendo la terra d'iniquità, si son rivolti ad irritarmi? Ed ecco che accostano un ramoscello alle loro narici.
18 Yo también obraré con furor, sin una mirada de piedad y sin tener compasión. Gritarán con toda su voz a mis oídos, pero no los escucharé.18 Anch'io pertanto nel mio furore agirò: non s'impietosirà l'occhio mio, e non avrò misericordia: e allorché alzeran le grida alle mie orecchie, io non gli esaudirò.