Jeremías 3

EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS	BIBBIA CEI 2008
1 La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: Si un hombre repudia a su mujer y ella, al irse de lado, llega a ser la mujer de otro, ¿puede aquel volver de nuevo a ella? ¿No está acaso esa mujer irremediablemente mancillada? Y tú, que te has prostituido con tantos amantes, ¿podrás volver a mí? –oráculo del Señor–.	1 Se un uomo ripudia la moglie ed ella si allontana da lui per appartenere a un altro, tornerà il primo ancora da lei? Quella terra non sarebbe tutta contaminata? E tu, che ti sei prostituita con molti amanti, osi tornare da me? Oracolo del Signore.
2 Alza tus ojos a los montes desolados y mira: ¿dónde no has sido violada? Te sentabas a la espera junto a los caminos, como el árabe en el desierto; así has contaminado el país con tus prostituciones y tu maldad.	2 Alza gli occhi sui colli e osserva: dove non sei stata disonorata? Tu sedevi sulle vie aspettandoli, come fa l’Arabo nel deserto. Così hai contaminato la terra con la tua impudicizia e perversità.
3 Por eso se detuvieron los aguaceros y no hubo lluvia de primavera. Pero tú tenías frente de prostituta, rehusabas avergonzarte.	3 Per questo sono state fermate le piogge e gli acquazzoni di primavera non sono venuti. Sfrontatezza di prostituta è la tua, non vuoi arrossire.
4 Y aún ahora me gritas: «¡Padre mío! ¡Tú eres el amigo de mi juventud!	4 E ora gridi verso di me: “Padre mio, amico della mia giovinezza tu sei!
5 ¿Acaso él guardará rencor eternamente? ¿Mantendrá su ira para siempre?». ¡Tú hablas así y haces el mal a más no poder!	5 Manterrà egli il rancore per sempre? Conserverà in eterno la sua ira?”. Così parli, ma intanto commetti tutto il male che puoi».
6 El Señor me dijo en los días del rey Josías: ¿Has visto lo que hizo la apóstata Israel? Se ha ido a toda montaña elevada y bajo todo árbol frondoso, para prostituirse allí.	6 Il Signore mi disse al tempo del re Giosia: «Hai visto ciò che ha fatto Israele, la ribelle? Si è recata su ogni luogo elevato e sotto ogni albero verde per prostituirsi.
7 Yo pensaba: Después de hacer todo esto, ella volverá otra vez a mí. ¡Pero no ha vuelto! Su hermana, la traidora Judá, ha visto esto:	7 E io pensavo: “Dopo che avrà fatto tutto questo tornerà a me”; ma ella non è ritornata. La sua perfida sorella Giuda ha visto ciò,
8 ella vio que, por todos los adulterios había cometido la apóstata Israel, yo la había repudiado y le había dado el acta de divorcio, Pero la traidora Judá, su hermana, no sintió ningún temor, sino que fue y también ella se prostituyó.	8 ha visto che ho ripudiato la ribelle Israele proprio per tutti i suoi adultèri, consegnandole il documento del divorzio, ma la sua perfida sorella Giuda non ha avuto alcun timore. Anzi, anche lei è andata a prostituirsi,
9 Así, con su frívola prostitución profanó el país, cometiendo el adulterio con la piedra y la madera.	9 e con il clamore delle sue prostituzioni ha contaminato la terra; ha commesso adulterio davanti alla pietra e al legno.
10 A pesar de todo esto, su hermana, la traidora Judá, no volvió a mí de todo corazón, sino sólo engañosamente –oráculo del Señor–.	10 E nonostante questo, la sua perfida sorella Giuda non è ritornata a me con tutto il cuore, ma soltanto con menzogna». Oracolo del Signore.
11 El Señor me dijo: La apóstata Israel se ha mostrado más justa que la traidora Judá.	11 Allora il Signore mi disse: «Israele ribelle si è dimostrata più giusta della perfida Giuda.
12 Ve entonces a gritar estas palabras hacia el Norte: ¡Vuelve, apóstata Israel –oráculo del Señor– y no te mostraré un rostro severo, porque yo soy misericordioso –oráculo del Señor– y no guardo rencor para siempre.	12 Va’ e grida queste cose verso il settentrione: Ritorna, Israele ribelle, dice il Signore. Non ti mostrerò la faccia sdegnata, perché io sono pietoso. Oracolo del Signore. Non conserverò l’ira per sempre.
13 Pero reconoce tu culpa, porque te has rebelado contra el Señor, tu Dios, y has prodigado tus favores a los extranjeros, bajo todo árbol frondoso: ¡ustedes no han escuchado mi voz! –oráculo del Señor–.	13 Su, riconosci la tua colpa, perché sei stata infedele al Signore, tuo Dio; hai concesso il tuo amore agli stranieri sotto ogni albero verde, e non hai ascoltato la mia voce. Oracolo del Signore.
14 ¡Vuelvan, hijos apóstatas –oráculo del Señor– porque yo soy el dueño de ustedes! Yo los tomaré, a uno de una ciudad y a dos de una familia, y los conduciré a Sión.	14 Ritornate, figli traviati – oracolo del Signore – perché io sono il vostro padrone. Vi prenderò uno da ogni città e due da ciascuna famiglia e vi condurrò a Sion.
15 Después les daré pastores según mi corazón, que los apacentarán con ciencia y prudencia.	15 Vi darò pastori secondo il mio cuore, che vi guideranno con scienza e intelligenza.
16 Y cuando ustedes se hayan multiplicado y fructificado en el país, en aquellos días –oráculo del Señor– ya no se hablará más del Arca de la Alianza del Señor, ni se pensará más en ella; no se la recordará, ni se la echará de menos, ni se la volverá a fabricar.	16 Quando poi vi sarete moltiplicati e sarete stati fecondi nel paese, in quei giorni – oracolo del Signore – non si parlerà più dell’arca dell’alleanza del Signore: non verrà più in mente a nessuno e nessuno se ne ricorderà, non sarà rimpianta né rifatta.
17 En aquel tiempo, se llamará a Jerusalén «Trono del Señor»; todas las naciones se reunirán en ella, y ya no seguirán más los impulsos de su corazón obstinado y perverso.	17 In quel tempo chiameranno Gerusalemme “Trono del Signore”, e a Gerusalemme tutte le genti si raduneranno nel nome del Signore e non seguiranno più caparbiamente il loro cuore malvagio.
18 En aquellos días, la casa de Judá irá hacia la casa de Israel, y ellas vendrán juntas del país del Norte a la tierra que yo di a sus padres en herencia.	18 In quei giorni la casa di Giuda andrà verso la casa d’Israele e verranno insieme dalla regione settentrionale nella terra che io avevo dato in eredità ai loro padri.
19 Yo me había dicho: ¡Cómo quisiera contarte entre mis hijos y darte una tierra deliciosa, la herencia más hermosa de las naciones! Yo me había dicho: Tú me llamarás «Mi padre», y nunca dejarás de ir detrás de mí.	19 Io pensavo: “Come vorrei considerarti tra i miei figli e darti una terra invidiabile, un’eredità che sia l’ornamento più prezioso delle genti!”. Io pensavo: “Voi mi chiamerete: Padre mio, e non tralascerete di seguirmi”.
20 Pero como una mujer traiciona a su marido, así me han traicionado ustedes, casa de Israel –oráculo del Señor–.	20 Ma come una moglie è infedele a suo marito, così voi, casa di Israele, siete stati infedeli a me». Oracolo del Signore.
21 En los montes desolados se escucha una voz: son llantos y súplicas de los hijos de Israel, porque han tomado por un camino torcido, se han olvidado del Señor, su Dios.	21 Sui colli si ode una voce, pianto e gemiti degli Israeliti, perché hanno reso tortuose le loro vie, hanno dimenticato il Signore, loro Dio.
22 –¡Vuelvan, hijos apóstatas, yo los sanaré de sus apostasías! –Aquí estamos, venimos hacia ti, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.	22 «Ritornate, figli traviati, io risanerò le vostre ribellioni». «Ecco, noi veniamo a te, perché tu sei il Signore, nostro Dio.
23 ¡Sí, son una mentira las colinas y el tumulto de las montañas! ¡Sí, en el Señor, nuestro Dios, está la salvación de Israel!	23 In realtà, menzogna sono le colline, e le grida sui monti; davvero nel Signore, nostro Dio, è la salvezza d’Israele.
24 La Ignominia ha devorado las ganancias de nuestros padres desde nuestra juventud: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas.	24 L’infamia ha divorato fin dalla nostra giovinezza il frutto delle fatiche dei nostri padri, le loro greggi e i loro armenti, i loro figli e le loro figlie.
25 Acostémonos en nuestra ignominia y que nos cubra nuestra vergüenza, porque hemos pecado contra el Señor, nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud hasta el día de hoy, y no hemos escuchado la voz del Señor, nuestro Dios.	25 Corichiamoci nella nostra vergogna, la nostra confusione ci ricopra, perché abbiamo peccato contro il Signore, nostro Dio, noi e i nostri padri, dalla nostra giovinezza fino ad oggi; non abbiamo ascoltato la voce del Signore, nostro Dio».