Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

Ezequiel 20


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 El séptimo año, el día diez del quinto mes, algunos de los ancianos de Israel vinieron a consultar al Señor y se sentaron delante de mí.1 El año séptimo, el día diez del quinto mes, algunos de los ancianos de Israel vinieron a consultar a Yahveh y se sentaron ante mí.
2 La palabra del Señor me llegó en estos términos:2 Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos:
3 Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles: Así habla el Señor: ¿Ustedes han venido a consultarme? Juro por mi vida que no permitiré que ustedes me consulten –oráculo del Señor–.3 Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: ¿A consultarme venís? Por mi vida, que no me dejaré consultar por vosotros, oráculo del Señor Yahveh.
4 ¿Vas a juzgarlos? ¿Vas a juzgarlos, hijo de hombre? Dales a conocer las abominaciones de sus padres.4 ¿Vas a juzgarlos? ¿Vas a juzgar, hijo de hombre? Hazles saber las abominaciones de sus padres.
5 Tú les dirás: Así habla el Señor: El día en que elegí a Israel, alcé mi mano para hacer un juramento a la descendencia de Jacob y me manifesté a ellos en la tierra de Egipto; alcé mi mano y les dije: Yo soy el Señor, su Dios,5 Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: El día que yo elegí a Israel, alcé mi mano hacia la raza de la casa de Jacob, me manifesté a ellos en el país de Egipto, y levanté mi mano hacia ellos diciendo: Yo soy Yahveh, vuestro Dios.
6 Aquel día, alcé mi mano, jurándoles que los haría salir del país de Egipto y los llevaría a una tierra que yo mismo había explorado para ellos: una tierra que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países.6 Aquel día alcé mi mano hacia ellos jurando sacarlos del país de Egipto hacia una tierra que había explorado para ellos, que mana leche y miel, la más hermosa de todas las tierras.
7 Les dije: Arrojen lejos de ustedes las cosas abominables que atraen sus miradas y no se contaminen con los ídolos de Egipto: Yo soy el Señor, su Dios.7 Y les dije: Arrojad cada uno los montruos que seducen vuestros ojos, no os contaminéis con las basuras de Egipto; yo soy Yahveh, vuestro Dios.
8 Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme: ninguno arrojó las cosas abominables que atraían sus miradas y no abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces yo pensé derramar mi furor y desahogar mi ira contra ellos en la tierra de Egipto.8 Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron escucharme. Ninguno arrojó los monstruos que seducían sus ojos; ninguno abandonó las basuras de Egipto. Pensé entonces, derramar mi furor sobre ellos y desahogar en ellos mi cólera, en medio del país de Egipto.
9 Pero actué a causa de mi Nombre, para que no fuera profanado a los ojos de las naciones en medio de las cuales habitaban: yo me manifesté a ellos ante los ojos de aquellas naciones, haciéndolos salir del país de Egipto.9 Pero tuve consideración a mi nombre y procedí de modo que no fuese profanado a los ojos de las naciones entre las que ellos se encontraban, y a la vista de las cuales me había manifestado a ellos, sacándolos del país de Egipto.
10 Yo los hice salir de país de Egipto y los conduje al desierto.10 Por eso, los saqué del país de Egipto y los conduje al desierto.
11 Les di mis preceptos y les hice conocer mis leyes, que hacen vivir al hombre que las practica.11 Les di mis perceptos y les di a conocer mis normas, por las que el hombre vive, si las pone en práctica.
12 Les di además mis sábados, como una señal entre ellos y yo, para que supieran que yo, el Señor, soy el que los santifico.12 Y les di además mis sábados como señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy Yahveh, que los santifico.
13 Pero la casa de Israel se rebeló contra mi en el desierto: ellos no siguieron mis preceptos y despreciaron mis leyes, que hacen vivir al hombre que las practica, y no hicieron más que profanar mis sábados. Entonces pensé derramar mi furor sobre ellos en el desierto para exterminarlos.13 Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto; no se condujeron según mis preceptos, rechazaron mis normas por las que vive el hombre, si las pone en práctica, y no hicieron más que profanar mis sábados. Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos en el desierto, para exterminarlos.
14 Pero actué a causa de mi Nombre, para que no fuera profanado a los ojos de las naciones, en cuya presencia los había hecho salir de Egipto.14 Pero tuve consideración a mi nombre, y procedí de modo que no fuese profanado a los ojos de las naciones, a la vista de las cuales los había sacado.
15 No obstante, alcé mi mano en el desierto para jurarles que no los dejaría entrar en la tierra que les había dado, esa tierra que mana leche y miel, el más espléndido de todos los países.15 Y, una vez más alcé mi mano hacia ellos en el desierto, jurando que no les dejaría entrar en la tierra que les había dado, que mana leche y miel, la más hermosa de todas las tierras.
16 Yo obré así, porque habían despreciado mis leyes, no habían seguido mis preceptos y habían profanado mis sábados, por el apego que tenían a sus ídolos.16 Pues habían despreciado mis normas, no se habían conducido según mis preceptos y habían profanado mis sábados; porque su corazón se iba tras sus basuras.
17 Con todo, tuve compasión de ellos, de manera que no los destruí ni los exterminé en el desierto.17 Pero tuve una mirada de piedad para no exterminarlos, y no acabé con ellos en el desierto.
18 Dije entonces a sus hijos en el desierto: No sigan los preceptos de sus padres, no observen sus leyes ni se contaminen con sus ídolos.18 Y dije a sus hijos en el desierto: No sigáis las reglas de vuestros padres, no imitéis sus normas, no os contaminéis con sus basuras.
19 Yo, el Señor, soy su Dios; sigan mis preceptos y observen mis leyes, poniéndolas en práctica.19 Yo soy Yahveh, vuestro Dios. Seguid mis preceptos, guardad mis normas y ponedlas en práctica.
20 Santifiquen mis sábados: que ellos sean una señal entre ustedes y yo, para que se sepa que yo, el Señor, soy su Dios.20 Santificad mis sábados; que sean una señal entre yo y vosotros, para que se sepa que yo soy Yahveh, vuestro Dios.
21 Pero también los hijos se rebelaron contra mí, no siguieron mis preceptos ni observaron mis leyes, poniéndolas en práctica –esas leyes que hacen vivir al hombre que las practica– y profanaron mis sábados. Entonces pensé derramar mi furor y desahogar mi ira contra ellos en el desierto.21 Pero los hijos se rebelaron contra mí, no se condujeron según mis preceptos, no guardaron ni pusieron en práctica mis normas, aquéllas por las que vive el hombre, si las pone en práctica, y profanaron mis sábados. Entonces pensé en derramar mi furor sobre ellos y desahogar en ellos mi cólera, en el desierto.
22 Sin embargo, retiré mi mano y actué a causa de mi Nombre, para que no fuera profanado a los ojos de las naciones, en cuya presencia los había hecho salir.22 Pero retiré mi mano y tuve consideración a mi nombre, procediendo de modo que no fuese profanado a los ojos de las naciones, a la vista de las cuales los había sacado.
23 Pero una vez más, alcé mi mano en el desierto, para jurarles que los dispersaría entre las naciones y los diseminaría por los países,23 Pero una vez más alcé mi mano hacia ellos, en el desierto, jurando dispersarlos entre las naciones y esparcirlos por los países.
24 ya que no habían practicado mis leyes, habían despreciado mis preceptos y profanado mis sábados, y tenían la mirada puesta en los ídolos de sus padres.24 Porque no habían puesto en práctica mis normas, habían despreciado mis preceptos y profanado mis sábados, y sus ojos se habían ido tras las basuras de sus padres.
25 Incluso, llegué a imponerles preceptos que no eran buenos, y leyes que no dan la vida.25 E incluso llegué a darles preceptos que no eran buenos y normas con las que no podrían vivir,
26 Yo los contaminé con sus propias ofrendas, cuando inmolaban en el fuego a todos los primogénitos, y los hice con el fin de inspirarles horror, para que supieran que yo soy el Señor.26 y los contaminé con sus propias ofrendas, haciendo que pasaran por el fuego a todo primogénito, a fin de infundirles horror, para que supiesen que yo soy Yahveh.
27 Por eso, hijo de hombre, habla a la casa de Israel y diles: Así habla el Señor: Sus padres me ultrajaron más todavía, cometiendo esta infidelidad contra mí:27 Por eso, hijo de hombre, habla a la casa de Israel. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: En esto todavía me ultrajaron vuestros padres siéndome infieles.
28 cuando los hice entrar en la tierra que, con la mano levantada, había jurado darles, ellos, al ver cualquier colina o cualquier árbol frondoso, ofrecían allí sus sacrificios, presentaban allí sus ofrendas provocativas, depositaban allí sus perfumes de aroma agradable y derramaban allí sus libaciones.28 Yo les conduje a la tierra que, mano en alto, había jurado darles. Allí vieron toda clase de colinas elevadas, toda suerte de árboles frondosos, y en ellos ofrecieron sus sacrificios y presentaron sus ofrendas provocadoras; allí depositaron el calmante aroma y derramaron sus libaciones.
29 Yo les dije entonces: «¿Qué es ese lugar alto al que ustedes van?». Y lo llamaron «Lugar alto» hasta el día de hoy.29 Y yo les dije: ¿Qué es el alto adonde vosotros vais?; y se le puso el nombre de Bamá, hasta el día de hoy.
30 Por eso, di a la casa de Israel: Así habla el Señor: ¡Ustedes se están contaminando de la misma manera que sus padres y se están prostituyendo con sus abominaciones!30 Pues bien, di a la casa de Israel: Así dice el Señor Yahveh: Conque vosotros os contamináis conduciéndoos como vuestros padres, prostituyéndoos detrás de sus monstruos,
31 Al presentar sus dones, inmolando a sus hijos en el fuego, se están contaminando con todos sus hijos hasta el día de hoy, ¿y yo me dejaré consultar por ustedes, casa de Israel? Juro por mi vida –oráculo del Señor– que no me dejaré consultar por ustedes.31 presentando vuestras ofrendas, haciendo pasar a vuestros hijos por el fuego; os contamináis con todas vuestras basuras, hasta el día de hoy, ¿y yo voy a dejarme consultar por vosotros, casa de Israel? Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que no me dejaré consultar por vosotros.
32 No sucederá nada de lo que ustedes se imaginan cuando dicen: «Seremos como las demás naciones, como las tribus de los otros países, servidores de la madera y de la piedra».32 Y no se realizará jamás lo que se os pasa por la imaginación, cuando decís: «Seremos como las naciones, como las tribus de los otros países, adoradores del leño y de la piedra».
33 Juro por mi vida –oráculo del Señor– que reinaré sobre ustedes con mano fuerte y brazo extendido, y con furor incontenible.33 Por mi vida, oráculo del Señor Yahveh, que yo reinaré sobre vosotros, con mano fuerte y tenso brazo, con furor derramado.
34 Los sacaré de entre los pueblos y los reuniré de entre los países donde habían sido dispersados con mano fuerte y brazo extendido, y con furor incontenible.34 Os haré salir de entre los pueblos y os reuniré de los países donde fuisteis dispersados, con mano fuerte y tenso brazo, con furor derramado;
35 Los llevaré al desierto de los pueblos y allí entraré en juicio con ustedes cara a cara.35 os conduciré al desierto de los pueblos y allí os juzgaré cara a cara.
36 Así como entré en juicio con sus padres en el desierto del país de Egipto, así lo haré con ustedes –oráculo del Señor–.36 Como juzgué a vuestros padres en el desierto de Egipto, así os juzgaré a vosotros, oráculo del Señor Yahveh.
37 Los haré pasar bajo la vara y los introduciré en el vínculo de la alianza.37 Os haré pasar bajo el cayado y os haré entrar por el aro de la alianza;
38 Excluiré de entre ustedes a los rebeldes y a los que me han sido infieles: a ellos los haré salir del país donde viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel, y así ustedes sabrán que yo soy el Señor.38 separaré de vosotros a los rebeldes, a los que se han rebelado contra mí: les haré salir del país en que residen, pero no entrarán en la tierra de Israel, y sabréis que yo soy Yahveh.
39 En cuanto a ustedes, casa de Israel, así habla el Señor: Que cada uno vaya a servir a sus ídolos, pero juro que después ustedes me escucharán y ya no profanarán más mi santo Nombre con sus ofrendas y sus ídolos.39 En cuanto a vosotros, casa de Israel, así dice el Señor Yahveh: Que vaya cada uno a servir a sus basuras; después, yo juro que me escucharéis y no profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y vuestras basuras.
40 Porque en mi santa montaña, en la santa montaña de Israel –oráculo del Señor–, allí me servirá todo el pueblo de Israel, congregado enteramente en el país. Allí los recibiré con agrado y aceptaré sus ofrendas, lo mejor de sus contribuciones y los dones que me consagren.40 Porque será en mi santa montaña, en la alta montaña de Israel - oráculo del Señor Yahveh - donde me servirá toda la casa de Israel, toda ella en esta tierra. Allí los acogeré amorosamente y allí solicitaré vuestras ofrendas y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas santas.
41 Yo los recibiré a ustedes con un perfume de aroma agradable, cuando los haga salir de entre los pueblos y los reúna de entre los países donde estaban dispersos, y por medio de ustedes pondré de manifiesto mi santidad a los ojos de las naciones.41 Como calmante aroma yo os acogeré amorosamente, cuando os haya hecho salir de entre los pueblos, y os reúna de en medio de los países en los que habéis sido dispersados; y por vosotros me mostraré santo a los ojos de las naciones.
42 Y cuando los haga entrar en la tierra de Israel, en el país que, con la mano levantada, juré dar a sus padres, ustedes sabrán que yo soy el Señor.42 Sabréis que yo soy Yahveh, cuando os conduzca al suelo de Israel, a la tierra que, mano en alto, juré dar a vuestros padres.
43 Allí se acordarán de su conducta y de todas las acciones con las cuales se han contaminado, y sentirán asco de ustedes mismos a causa de todas las maldades que han cometido.43 Allí os acordaréis de vuestra conducta y de todas las acciones con las que os habéis contaminado, y cobraréis asco de vosotros mismos por todas las maldades que habéis cometido.
44 Y ustedes, casa de Israel, sabrán que yo soy el Señor, cuando actúe en favor de ustedes a causa de mi Nombre, y no según su mala conducta y sus acciones corrompidas –oráculo del Señor–.44 Sabréis que yo soy Yahveh, cuando actúe con vosotros por consideración a mi nombre, y no con arreglo a vuestra mala conducta y a vuestras corrompidas acciones, casa de Israel, oráculo del Señor Yahveh.