1 ¡Escuchen, reyes, y comprendan! ¡Aprendan, jueces de los confines de la tierra! | 1 Ouvi, pois, ó reis, e entendei; aprendei vós que governais o universo! |
2 ¡Presten atención, los que dominan multitudes y están orgullosos de esa muchedumbre de naciones! | 2 Prestai ouvidos, vós que reinais sobre as nações e vos gloriais do número de vossos povos! |
3 Porque el Señor les ha dado el dominio, y el poder lo han recibo del Altísimo: él examinará las obras de ustedes y juzgará sus designios, | 3 Porque é do Senhor que recebestes o poder, e é do Altíssimo que tendes o poderio; é ele que examinará vossas obras e sondará vossos pensamentos! |
4 Ya que ustedes, siendo ministros de su reino, no han gobernado con rectitud ni han respetado la Ley ni han obrado según la voluntad de Dios | 4 Se, ministros do reino, vós não julgastes eqüitativamente, nem observastes a lei, nem andastes segundo a vontade de Deus, |
5 él caerá sobre ustedes en forma terrible y repentina, ya que un juicio inexorable espera a los que están arriba. | 5 ele se apresentará a vós, terrível, inesperado, porque aqueles que dominam serão rigorosamente julgados. |
6 Al pequeño, por piedad, se le perdona, pero los poderosos serán examinados con rigor. | 6 Ao menor, com efeito, a compaixão atrai o perdão, mas os poderosos serão examinados sem piedade. |
7 Porque el Señor de todos no retrocede ante nadie, ni lo intimida la grandeza: él hizo al pequeño y al grande, y cuida de todos por igual, | 7 O Senhor de todos não fará exceção para ninguém, e não se deixará impor pela grandeza, porque, pequenos ou grandes, é ele que a todos criou, e de todos cuida igualmente; |
8 Pero los poderosos serán severamente examinados. | 8 mas para os poderosos o julgamento será severo. |
9 A ustedes, soberanos, se dirigen mis palabras, para que aprendan la Sabiduría y no incurran en falta; | 9 É a vós, pois, ó príncipes, que me dirijo, para que aprendais a Sabedoria e não resvaleis, |
10 porque los que observen santamente las leyes santas serán reconocidos como santos, y los que se dejen instruir por ellas, también en ellas encontrarán su defensa. | 10 porque aqueles que santamente observarem as santas leis serão santificados, e os que as tiverem estudado poderão justificar-se. |
11 Deseen, entonces, mis palabras; búsquenlas ardientemente, y serán instruidos. Encuentro con la Sabiduría | 11 Anelai, pois, pelas minhas palavras, reclamai-as ardentemente e sereis instruídos. |
12 La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. | 12 Resplandescente é a Sabedoria, e sua beleza é inalterável: os que a amam, descobrem-na facilmente. |
13 Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. | 13 Os que a procuram encontram-na. Ela antecipa-se aos que a desejam. |
14 El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. | 14 Quem, para possuí-la, levanta-se de madrugada, não terá trabalho, porque a encontrará sentada à sua porta. |
15 Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. | 15 Fazê-la objeto de seus pensamentos é a prudência perfeita, e quem por ela vigia, em breve não terá mais cuidado. |
16 La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y les sale al encuentro en todos sus pensamientos. | 16 Ela mesma vai à procura dos que são dignos dela; ela lhes aparece nos caminhos cheia de benevolência, e vai ao encontro deles em todos os seus pensamentos, |
17 El comienzo de la Sabiduría es el verdadero deseo de instruirse, querer instruirse, es amarla; | 17 porque, verdadeiramente, desde o começo, seu desejo é instruir, e desejar instruir-se é amá-la. |
18 amarla, es cumplir sus leyes, observar sus leyes, es garantía de incorruptibilidad, | 18 Mas amá-la é obedecer às suas leis, e obedecer às suas leis é a garantia da imortalidade. |
19 y la incorruptibilidad hace estar cerca de Dios: | 19 Ora, a imortalidade faz habitar junto de Deus; |
20 así, el deseo de la Sabiduría conduce a la realeza. | 20 assim o desejo da Sabedoria conduz ao Reino! |
21 Si a ustedes, entonces, soberanos de los pueblos, les agradan los tronos y los cetros, honren a la Sabiduría y reinarán para siempre. | 21 Se, pois, cetros e tronos vos agradam, ó vós que governais os povos, honrai a Sabedoria, e reinareis eternamente. |
22 ¿Pero qué es la Sabiduría y cuál es su origen? Yo lo voy a anunciar, sin ocultarles sus misterios: me remontaré hasta sus orígenes más remotos, pondré al descubierto su conocimiento, y no me apartaré de la verdad. | 22 Mas eu vou dizer o que é a Sabedoria e como ela nasceu. Não vos esconderei os seus mistérios; mas investigá-la-ei até sua mais remota origem; porei à luz o que dela pode ser conhecido, e não me afastarei da verdade. |
23 No me acompañará en el camino la envidia corrosiva, porque ella no tiene nada en común con la Sabiduría. | 23 Não imitarei aquele a quem a inveja consome, porque esse tal não tem nada a ver com a Sabedoria: 24. é no grande número de sábios que se encontra a salvação do mundo, e um rei sensato faz a prosperidade de seu povo. |
24 Una multitud de sabios es la salvación del mundo, y un rey sensato asegura la estabilidad de su pueblo. | |
25 Por lo tanto, déjense instruir por mis palabras, y esto les resultará provechoso. | 25 Deixai-vos, pois, instruir por minhas palavras, e nelas encontrareis grande proveito. |