Scrutatio

Lunedi, 13 maggio 2024 - Beata Vergine Maria di Fatima ( Letture di oggi)

Salmos 32


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 De David. Poema.

¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado

y liberado de su falta!

1 De David. Poema.
¡Dichoso el que es perdonado de su culpa,
y le queda cubierto su pecado!
2 ¡Feliz el hombre a quien el Señor

no le tiene en cuenta las culpas,

y en cuyo espíritu no hay doblez!

2 Dichoso el hombre a quien Yahveh
no le cuenta el delito,
y en cuyo espíritu no hay fraude.
3 Mientras me quedé callado,

mis huesos se consumían entre continuos lamentos,

3 Cuando yo me callaba, se sumían mis huesos
en mi rugir de cada día,
4 porque de día y de noche tu mano pesaba sobre mí;

mi savia se secaba por los ardores del verano.

4 mientras pesaba, día y noche,
tu mano sobre mí;
mi corazón se alteraba como un campo
en los ardores del estío. Pausa.
5 Pero yo reconocí mi pecado,

no te escondí mi culpa,

pensando: «Confesaré mis faltas al Señor».

¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!

5 Mi pecado te reconocí,
y no oculté mi culpa;
dije: «Me confesaré
a Yahveh de mis rebeldías».
Y tú absolviste mi culpa,
perdonaste mi pecado. Pausa.
6 Por eso, que todos tus fieles te supliquen

en el momento de la angustia;

y cuando irrumpan las aguas caudalosas

no llegarán hasta ellos.

6 Por eso te suplica todo el que te ama
en la hora de la angustia.
Y aunque las muchas aguas se desborden,
no le alcanzarán.
7 Tú eres mi refugio,

tú me libras de los peligros

y me colmas con la alegría de la salvación.

7 Tú eres un cobijo para mí,
de la angustia me guardas,
estás en torno a mí para salvarme. Pausa.
8 Yo te instruiré,

te enseñaré el camino que debes seguir;

con los ojos puestos en ti, seré tu consejero.

8 Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir;
fijos en ti los ojos, seré tu consejero.
9 No sean irracionales como el caballo y la mula,

cuyo brío hay que contener con el bozal y el freno

para poder acercarse.

9 No seas cual caballo o mulo sin sentido,
rienda y freno hace falta para domar su brío,
si no, no se te acercan.
10 ¡Cuántos son los tormentos del malvado!

Pero el Señor cubrirá con su amor

al que confía en él.

10 Copiosas son las penas del impío,
al que confía en Yahveh el amor le envuelve.
11 ¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos!

¡Canten jubilosos los rectos de corazón!
11 ¡Alegraos en Yahveh,
oh justos, exultad,
gritad de gozo, todos los de recto corazón!