Scrutatio

Domenica, 28 aprile 2024 - San Luigi Maria Grignion da Montfort ( Letture di oggi)

Ezequiel 11


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1Un espíritu me levantó y me llevó a la puerta oriental de la Casa del Señor, la que da hacia el oriente, y vi que a la entrada de la puerta había veinticinco hombres. En medio de ellos divisé a Iazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaías, jefes del pueblo.2El me dijo: Hijo de hombre, estos son los que hacen planes perversos y dan malos consejos en esta ciudad.3Ellos dicen: «Aún no está cerca el momento de reconstruir las casas. La ciudad es la olla y nosotros somos la carne».4Por eso, profetiza contra ellos, profetiza, hijo de hombre.5El espíritu del Señor cayó sobre mí y me dijo: Di: Así habla el Señor: Ustedes han dicho esto, casa de Israel, y yo sé lo que están pensando.6Ustedes han multiplicado las víctimas en esta ciudad, han llenado de cadáveres sus calles.7Por eso, así habla el Señor: Los cadáveres que ustedes han puesto en medio de la ciudad, esa es la carne, y la ciudad es la olla, de la que los haré salir a ustedes.8Ya que tienen miedo de la espada, ya atraeré la espada contra ustedes –oráculo del Señor–.9Los haré salir de en medio de la ciudad, los entregaré en manos de extranjeros y les infligiré justos castigos.10Ustedes caerán bajo la espada; los juzgaré en el territorio mismo de Israel, y así sabrán que yo soy el Señor.11Ni esta ciudad será para ustedes una olla, ni ustedes serán la carne en medio de ella: yo los juzgaré en el territorio mismo de Israel.12Entonces sabrán que yo soy el Señor, cuyos preceptos ustedes no han seguido y cuyas leyes no han practicado, porque han imitado las costumbres de las naciones que están a su alrededor,13Y mientras yo profetizaba, murió Pelatías, hijo de Benaías. Yo caí con el rostro en tierra y grité fuertemente: «¡Ah, Señor, tú estás exterminando al resto de Israel!».14La palabra del Señor me llegó en estos términos:15Hijo de hombre, los habitantes de Jerusalén dicen esto de tus hermanos, de tus parientes y de toda la casa de Israel: «Ellos están lejos del Señor ; a nosotros se nos ha dado esta tierra en posesión».16Por eso di: Así habla el Señor: Sí, yo los conduje a naciones lejanas sí, yo los dispersé entre los pueblos, pero soy momentáneamente un santuario para ellos, en los países adonde han ido.17Por eso di: Así habla el Señor: Yo los reuniré de entre los pueblos, los congregaré de entre los países donde han sido dispersados y les daré la tierra de Israel.18Ellos entrarán allí y exterminarán todos los ídolos y todas las abominaciones.19Yo les daré otro corazón y pondré dentro de ellos un espíritu nuevo: arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne,20a fin de que sigan mis preceptos y observen mis leyes, poniéndolas en práctica. Así ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.21En cuanto a aquellos cuyo corazón va detrás de sus ídolos y de sus abominaciones, yo haré recaer sobre sus cabezas su mala conducta –oráculo del Señor–.22Entonces los querubines desplegaron sus alas, y las ruedas se movieron junto con ellos. La gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos, en lo alto.23La gloria del Señor se elevó de en medio de la ciudad y se detuvo sobre la montaña que está al oriente de la ciudad.24El espíritu me elevó y me llevó a Caldea, donde estaban los deportados. Esto sucedió en mi visión, por obra del Espíritu de Dios. Luego se alejó de mí la visión que yo había contemplado,25y conté a los deportados todas las cosas que el Señor me había hecho ver.