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Venerdi, 10 maggio 2024 - San Giobbe ( Letture di oggi)

Jeremías 42


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Entonces todos los jefes de las tropas, con Iojanán, hijo de Caréaj, Azarías, hijo de Maasías, y todo el pueblo, desde el más pequeño al más grande, acudieron1 Entonces se llegaron todos los jefes de las fuerzas, así como Yojanán, hijo de Caréaj, Azarías, hijo de Hosaías y el pueblo en masa, del chico al grande,
2 al profeta Jeremías y le dijeron: «¡Que nuestra súplica llegue hasta ti! Ruega al Señor, tu Dios, en favor de todo este resto, porque de los muchos que éramos hemos quedado unos pocos, como lo ves con tus propios ojos.2 y dijeron al profeta Jeremías: «Caiga bien nuestra demanda de favor ante ti, y ruega a tu Dios Yahveh por nosotros, por todo este resto, pues hemos quedados pocos de muchos que éramos, como tus ojos están viendo,
3 Que el Señor, tu Dios, nos indique el camino que debemos seguir y lo que debemos hacer».3 y que nos indique tu Dios Yahveh el camino por donde hemos de ir y lo que hemos de hacer».
4 El profeta Jeremías les dijo: «De acuerdo. Voy a rogar al Señor, su Dios, como ustedes dicen, y les comunicaré todo lo que el Señor les responda, sin ocultarle nada».4 Díceles el profeta Jeremías: «De acuerdo: ahora mismo me pongo a rogar a vuestro Dios Yahveh como decís, y sea cual fuere la respuesta de Yahveh para vosotros, yo os la declararé sin ocultaros palabra».
5 Ellos dijeron a Jeremías: «Que el Señor sea un testigo veraz y fidedigno contra nosotros, si no obramos en todo conforme a la palabra que el Señor, tu Dios, te enviará para nosotros.5 Y ellos dijeron a Jeremías: «Séanos Yahveh testigo veraz y leal, si no obramos conforme a cualquier mensaje que tu Dios Yahveh te envía para nosotros.
6 Nos guste o no, oiremos la voz del Señor, nuestro Dios, para que nos vaya bien por haber obedecido la voz del Señor, nuestro Dios».6 Sea grata o sea ingrata, nosotros oiremos la voz de nuestro Dios Yahveh a quien te enviamos, por cuanto que bien nos va cuando oímos la voz de nuestro Dios Yahveh».
7 Al cabo de diez días, la palabra del Señor llegó a Jeremías.7 Pues bien, al cabo de diez días fue dirigida la palabra de Yahveh a Jeremías.
8 El llamó a Iojanán, hijo de Caréaj, a todos los jefes de las tropas que estaban con él, y también a todo el pueblo, del más pequeño al más grande,8 Este llamó a Yojanán, hijo de Caréaj, a todos los jefes de las fuerzas que había con él y al pueblo todo, del chico al grande,
9 y les dijo: «Así habla el Señor, el Dios de Israel, a quien ustedes me enviaron para presentarle una súplica:9 y les dijo: «Así dice Yahveh, el Dios de Israel, a quien me habéis enviado en demanda de su favor:
10 Si ustedes permanecen en este país, yo los edificaré y no los demoleré, los plantaré y no los arrancaré, porque me arrepiento del mal que les hice.10 Si os quedáis a vivir en esta tierra, yo os edificaré y no os destruiré, os plantaré y no os arrancaré, porque me pesa del mal que os he hecho.
11 No teman al rey de Babilonia, del que ahora tienen miedo; no le teman –oráculo del Señor– porque yo estoy con ustedes para salvarlos y para librarlos de su mano.11 No temáis al rey de Babilonia, que tanto os asusta: no temáis nada de él - oráculo de Yahveh - que con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano.
12 Yo haré que ustedes encuentren compasión, y él se compadecerá de ustedes y los dejará habitar en el país.12 Haré que se os tenga compasión y él os la tendrá y os devolverá a vuestro suelo.
13 Pero si ustedes, desoyendo la voz del Señor, su Dios, dicen: «No permaneceremos en este país»;13 Pero si decís vosotros: “No nos quedamos en este país”, desoyendo así la voz de vuestro Dios Yahveh,
14 si dicen: «No, entraremos en el país de Egipto; allí no veremos guerra, no oiremos el sonido de la trompeta, ni estaremos hambrientos de pan; es allí donde queremos permanecer»,14 diciendo: “No, sino que al país de Egipto iremos, donde no veamos guerra, ni oigamos toque de cuerno, ni tengamos hambre de pan, y allí nos quedaremos”;
15 entonces, escuchen la palabra del Señor, ustedes, resto de Judá: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Si ustedes pretenden a toda costa entrar en Egipto, para residir allí,15 ¡pues bien! en ese caso, oíd la palabra de Yahveh, oh resto de Judá. Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Si vosotros enderezáis rumbo a Egipto, y entráis como refugiados allí,
16 la espada que ustedes temen los alcanzará allí, en Egipto, y el hambre que les da miedo se adherirá a ustedes allí, en Egipto, y morirán.16 entonces la espada que teméis os alcanzará allí en Egipto, y el hambre que receláis, allá os irá pisando los talones; y allí, en Egipto mismo, moriréis.
17 Todos los que pretendan a toda costa entrar en Egipto para residir allí, morirán por la espada, el hambre y la peste; ninguno de ellos sobrevivirá ni escapará a la desgracia que atraeré sobre ellos.17 Así sucederá que todos los que enderecen rumbo a Egipto como refugiados morirán por la espada, por el hambre y por la peste, y no les quedará superviviente ni evadido del daño que yo traiga sobre ellos.
18 Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Como se ha derramado mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará sobre ustedes mi furor cuando entren en Egipto; ustedes se convertirán en imprecación, devastación, maldición e ignominia, y no volverán más a este lugar».18 Porque así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: Como se vertió mi ira y mi cólera sobre los habitantes de Jerusalén, así se verterá mi cólera contra vosotros como entréis en Egipto, y seréis tema de imprecación y asombro, de maldición y oprobio, y no veréis más este lugar.
19 Pero Jeremías dijo: «Esta es la palabra que el Señor les dirige, resto de Judá: «No entren en Egipto». Sepan bien que hoy yo les hago una solemne advertencia.19 Ha dicho Yahveh respecto a vosotros, resto de Judá: “No entréis en Egipto.” Podéis estar seguros que os lo he avisado hoy,
20 Ustedes se han perjudicado a sí mismos cuando me enviaron ante el Señor, su Dios, diciendo: «Ruega en favor nuestro al Señor, nuestro Dios; comunícanos todo lo que diga el Señor, nuestro Dios, y nosotros lo haremos».20 que os estáis engañando a vosotros mismos, pues que vosotros me habéis enviado a vuestro Dios Yahveh diciendo: “Ruega por nosotros a nuestro Dios Yahveh, y cuanto diga nuestro Dios Yahveh nos lo declaras, que lo haremos.”
21 Hoy se lo he comunicado a ustedes, pero ustedes no han oído la voz del Señor, su Dios, en nada de lo que él me envió a decirles.21 Yo os lo he declarado hoy, pero no hacéis caso de vuestro Dios Yahveh en nada de cuanto me ha enviado a deciros.
22 Y ahora pueden estar seguros de que morirán por la espada, el hambre y la peste, en el lugar donde quieren entrar para residir allí».22 Ahora, pues, podéis estar seguros de que por la espada, el hambre y la peste moriréis en aquel lugar adonde deseáis refugiaros».