1 El que vive para siempre creó todas las cosas por igual; | |
2 sólo el Señor será hallado justo y no hay otro fuera de él. | |
3 El gobierna el mundo con la palma de la mano y todo obedece a su voluntad, ya que él, por su poder, es el Rey de todas las cosas y separa las sagradas de las profanas. | |
4 A nadie le dio el poder de anunciar sus obras: ¿quién rastreará su grandeza? | |
5 ¿Quién podrá medir la magnitud de su fuerza y quién pretenderá narrar sus misericordias? | |
6 No hay nada que quitar, nada que añadir, y es imposible rastrear las maravillas del Señor. | |
7 Cuando el hombre llega al fin, está sólo al comienzo; cuando se detiene, no sale de su estupor. | |
8 ¿Qué es el hombre? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su bien y cuál es su mal? | |
9 La vida de un hombre dura cien años a lo más: | |
10 como una gota del mar y como un grano de arena, son sus pocos años frente a la eternidad. | |
11 Por eso el Señor es paciente con ellos y derrama sobre ellos su misericordia. | |
12 El ve y conoce qué miserable es su fin, y por eso multiplica su perdón. | |
13 El hombre sólo tiene misericordia de su prójimo, pero el Señor es misericordioso con todos los vivientes. El reprende, corrige y enseña, y los hace volver como el pastor a su rebaño. | |
14 El tiene misericordia con los que aceptan la instrucción y está siempre dispuestos a cumplir sus decretos. | |
15 Hijo mío, no eches en cara los beneficios que haces ni acompañes tus dones con palabras ofensivas. | |
16 ¿No calma el rocío el calor ardiente? Así, una buena palabra puede más que un regalo. | |
17 ¿Acaso no vale más una palabra que un obsequio? Pero el hombre caritativo sabe unir las dos cosas. | |
18 El necio reprende sin ningún miramiento y el don del avaro hace correr las lágrimas. | |
19 Antes de hablar, instrúyete, y cuídate antes de caer enfermo. | |
20 Antes de juzgar, examínate a ti mismo, y hallarás perdón cuando el Señor te visite. | |
21 Humíllate antes de caer enfermo y arrepiéntete apenas hayas pecado. | |
22 Que nada te impida cumplir tus votos en el momento debido, y no esperes hasta la muerte para estar en regla. | |
23 Antes de hacer un voto, prepárate a cumplirlo, y no seas como un hombre que tienta al Señor. | |
24 Recuerda la ira de los últimos días y el tiempo del castigo, cuando el Señor apartará su rostro. | |
25 En tiempo de abundancia, recuerda el tiempo de hambre, y en los días de riqueza, la pobreza y la penuria. | |
26 De la mañana a la tarde, el tiempo cambia, y todo pasa rápidamente delante del Señor. | |
27 El hombre sabio está siempre alerta, y en la ocasión de pecado, se cuida para no faltar. | |
28 Todo hombre prudente conoce la sabiduría y rinde homenaje al que la encuentra. | |
29 Los que hablan con sensatez son sabios ellos mismos y derraman como lluvia proverbios acertados | |
30 No te dejes guiar por tus pasiones, sino refrena tus deseos. | |
31 Si cedes a los impulsos de la pasión, ella hará de ti la irrisión de tus enemigos. | |
32 Que tu alegría no consista en darte todos los gustos ni te endeudes para pagar lo que ellos cuestan. | |
33 No te empobrezcas yendo de fiesta con dinero prestado, cuando no tienes nada en el bolsillo. | |