Scrutatio

Lunedi, 20 maggio 2024 - San Bernardino da Siena ( Letture di oggi)

Tobías 8


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Cuando terminaron de comer y beber, decidieron ir a costarse. Acompañaron al joven y lo hicieron entrar en la habitación.1 Cuando acabaron de comer y beber, decidieron acostarse, y tomando al joven le llevaron al aposento.
2 Entonces Tobías se acordó de los consejos de Rafael, sacó de su bolsa el hígado y el corazón del pez y los colocó sobre el brasero de los perfumes.2 Recordó Tobías las palabras de Rafael y, tomando el hígado y el corazón del pez de la bolsa donde los tenía, los puso sobre las brasas de los perfumes.
3 El olor del pez alejó al demonio, y este huyó por el aire hacia las regiones de Egipto. Rafael lo persiguió, lo sujetó y lo encadenó al instante.3 El olor del pez expulsó al demonio que escapó por los aires hacia la región de Egipto. Fuese Rafael a su alcance, le ató de pies y manos y en un instante le encadenó.
4 Mientras tanto, los padres habían salido de la habitación y cerraron la puerta. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara: «Levántate, hermana, y oremos para pedir al Señor que nos manifieste su misericordia y su salvación».4 Los padres salieron y cerraron la puerta de la habitación. Entonces Tobías se levantó del lecho y le dijo: «Levántate, hermana, y oremos y pidamos a nuestro Señor que se apiade de nosotros y nos salve».
5 Ella se levantó, y los dos se pusieron a orar para alcanzar la salvación. El comenzó así: «¡Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los siglos! ¡Que te bendigan los cielos y todas tus criaturas por todos los siglos!5 Ella se levantó y empezaron a suplicar y a pedir el poder quedar a salvo. Comenzó él diciendo: ¡Bendito seas tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los siglos! Bendígante los cielos, y tu creación entera, por los siglos todos.
6 Tú creaste a Adán e hiciste a Eva, su mujer, para que le sirviera de ayuda y de apoyo, y de ellos dos nació el género humano. Tú mismo dijiste: «No conviene que el hombre esté solo. Hagámosle una ayuda semejante a él».6 Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer, para sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los hombres. Tú mismo dijiste: No es bueno que el hombre se halle solo; hagámosle una ayuda semejante a él.
7 Yo ahora tomo por esposa a esta hermana mía, no para satisfacer una pasión desordenada, sino para constituir un verdadero matrimonio. ¡Ten misericordia de ella y de mí, y concédenos llegar juntos a la vejez!».7 Yo no tomo a esta mi hermana con deseo impuro, mas con recta intención. Ten piedad de mí y de ella y podamos llegar juntos a nuestra ancianidad.
8 Ambos dijeron: «¡Amén, amén!»,8 Y dijeron a coro: «Amén, amén».
9 y se acostaron a dormir. Cuando Ragüel se levantó, llamó sus servidores y fue con ellos a cavar una fosa.9 Y se acostaron para pasar la noche. Se levantó Ragüel y, llamando a los criados que tenía en casa, fueron a cavar una tumba,
10 Porque había pensado: «No sea que Tobías haya muerto y nos expongamos a caer en el ridículo».10 porque se decía: «No sea que haya muerto y nos sirva de mofa y escarnio».
11 Apenas terminaron de cavar la fosa, Ragüel volvió a la casa, llamó a su mujer11 Cuando tuvieron cavada la tumba, volvió Ragüel a casa, llamó a su mujer
12 y le dijo: «Manda a una de las sirvientas a la habitación, para ver si él está vivo. Así, si está muerto, lo enterraremos sin que nadie se entere».12 y le dijo: «Manda a una criada que entre a ver si vive; y si ha muerto, le enterraremos sin que nadie se entere».
13 Mandaron adelante a la sirvienta, encendieron la lámpara y abrieron la puerta. Ella entró y los encontró a los dos juntos, profundamente dormidos.13 Mandaron a la criada, encendieron la lámpara y abrieron la puerta; y entrando ella vio que estaban acostados juntos y dormidos.
14 Luego salió y les avisó: «Está vivo; no ha pasado nada malo».14 Salió la criada y les anunció: «Vive, nada malo ha ocurrido».
15 Entonces Ragüel bendijo al Dios del cielo, diciendo: «¡Bendito seas, Señor, con la más pura bendición! ¡Que te bendigan por todos los siglos!15 Ragüel bendijo al Dios del Cielo, diciendo: ¡Bendito seas, oh Dios, con toda pura bendición y seas bendecido por los siglos todos!
16 ¡Bendito seas por la alegría que me has dado! No ha sucedido lo que yo temía, sino que nos has tratado según tu gran misericordia.16 Seas bendecido por haberme alegrado y no haber ocurrido el mal que temía, sino que has hecho con nosotros según tu gran piedad.
17 ¡Bendito seas por haberte compadecido de estos dos hijos únicos! ¡Manifiéstales, Señor, tu misericordia y tu salvación, y concédeles una vida llena de alegría y de gracia!».17 Seas bendecido por tener compasión de dos hijos únicos. Ten, Señor, piedad de ellos y dales tu salvación, y haz que su vida transcurra en alegría y piedad.
18 Después Ragüel ordenó a sus servidores que rellenaran la fosa, antes que amaneciera.18 Después ordenó a sus criados que rellenasen la fosa antes que amaneciera.
19 Luego dijo a su mujer que hiciera una hornada de pan, y él fue al establo, tomó dos bueyes y cuatro carneros, mandó cocinarlos y comenzaron los preparativos.19 Mandó a su mujer cocer una gran hornada; y él fue al establo, tomó dos bueyes y cuatro carneros y ordenó que los aderezaran. Y comenzaron los preparativos.
20 Hizo llamar a Tobías y le dijo: «Durante catorce días no te moverás de este lugar. Te quedarás, aquí, comiendo y bebiendo conmigo, y alegrando a mi hija que ha sufrido tanto.20 Hizo llamar a Tobías y le dijo: «Durante catorce días no te moverás de aquí; te quedarás conmigo comiendo y bebiendo y llenarás de gozo el corazón de mi hija por sus tristezas pasadas.
21 Después tomarás la mitad de mis bienes y volverás sano y salvo a la casa de tu padre. Cuando mi mujer y yo hayamos muerto, también recibirás la otra mitad. ¡Animo, hijo mío! Yo soy tu padre y Edna es tu madre. Desde ahora y para siempre, estamos unidos a ti lo mismo que a tu hermano. ¡Animo, hijo mío!».21 Luego, tomarás la mitad de todo cuanto aquí poseo y te volverás con felicidad a casa de tu padre. Cuando mi mujer y yo hayamos muerto, también será para vosotros la otra mitad. Ten confianza, hijo; yo soy tu padre y Edna tu madre; junto a ti estaremos y junto a tu hermana desde ahora en adelante. Ten confianza, hijo».