Scrutatio

Domenica, 12 maggio 2024 - Santi Nereo e Achilleo ( Letture di oggi)

Tobías 5


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Entonces Tobías respondió a su padre Tobit: «Yo haré, padre, todo lo que me has ordenado.1 Entonces Tobías respondió a su padre Tobit: «Haré cuanto me has mandado, padre.
2 Pero ¿cómo podré recuperar ese dinero que tiene Gabael? El no me conoce a mí, ni yo a él. ¿Qué señal le daré para que me reconozca, me crea y me entregue el dinero? Además, no sé qué camino hay que tomar para ir a Media».2 Pero ¿cómo podré recuperar el depósito? Ni él me conoce a mí ni yo a él. ¿Qué señal debo darle para que me reconozca, me crea y me devuelva el dinero? Por otra parte, desconozco la ruta que conduce a Media».
3 Tobit le dijo: «El me dio un recibo y yo le di otro; lo dividí en dos partes, cada uno tomó la suya y yo puse mi parte con el dinero. Ya hace veinte años que deposité esa suma. Ahora, hijo mío, busca una persona de confianza para que te acompañe; le pagaremos un sueldo hasta que vuelvas. Ve entonces a recuperar ese dinero».3 Tobit, entonces, respondió a su hijo Tobías: «El me dio un recibo y yo a él otro; lo partí en dos, tomé una parte y dejé la otra con el dinero. ¡Ya va para veinte años que deposité esta suma! Ahora, hijo, busca un hombre de confianza que vaya contigo, y le tomaremos a sueldo hasta tu vuelta, y vete a recuperar esta plata».
4 Tobías salió a buscar un buen guía, que conociera el camino para ir con él a Media. Afuera encontró al ángel Rafael, que estaba de pie frente a él y, sin sospechar que era un ángel de Dios,4 Salió Tobías a buscar un hombre que conociera la ruta y fuera con él a Media. En saliendo, encontró a Rafael, el ángel, parado ante él; pero no sabía que era un ángel de Dios.
5 le preguntó: «¿De dónde eres, amigo?». El ángel le respondió: «Soy uno de tus hermanos israelitas, y he venido a buscar trabajo aquí». Tobías le dijo: «¿Conoces el camino para ir a Media?».5 Díjole, pues: «¿De dónde eres, joven?» Le respondió: «De los israelitas, tus hermanos y ando en busca de trabajo». Díjole Tobías: «¿Conoces la ruta de Media?»
6 «¡Por supuesto!, le respondió el ángel. He estado allí muchas veces y conozco todos los caminos de memoria. He ido frecuentemente a Media y me he alojado en casa de Gabael, uno de nuestros hermanos, que vive en Ragués de Media. Hay dos días de camino desde Ecbátana hasta Ragués, porque Ragués está situada en la montaña y Ecbátana en medio de la llanura».6 Respondió: «Sí; he estado allá muchas veces y conozco al detalle todos los caminos. He ido a Media con frecuencia y he sido huésped de Gabael, nuestro hermano, el que vive en Ragués de Media. Hay dos jornadas de camino entre Ecbátana y Ragués, pues Ragués está en la montaña y Ecbátana en el llano».
7 Tobías le dijo: «Espérame, amigo, mientras voy a avisar a mi padre, porque necesito que vengas conmigo. Yo te pagaré tu sueldo».7 Tobías le dijo: «Espérame, joven, que voy a decírselo a mi padre, porque necesito que vengas conmigo; y yo te pagaré tu sueldo».
8 El ángel le respondió: «Te espero aquí, pero no tardes».8 El le dijo: «Te espero, pero no tardes».
9 Tobías entró a avisar a su padre que había encontrado a uno de sus hermanos israelitas. Y Tobit le dijo: Preséntamelo, para que yo sepa a qué familia y a qué tribu pertenece. Quiero saber si se puede confiar en él para que te acompañe». Tobías salió a llamarlo y le dijo: «Amigo, mi padre te llama».9 Fuese Tobías a informar a su padre y le dijo: «Ya he encontrado un hombre, que es israelita, hermano nuestro». Contestóle Tobit: «Llámale, para que yo sepa a qué familia y tribu pertenece, y si es digno de confianza para que te acompañe, hijo». Salió Tobías, le llamó y le dijo: «Joven, mi padre te llama».
10 El ángel entró en la casa, Tobit lo saludó primero y aquel le respondió: «Mis parabienes, hermano». Pero Tobit le dijo: «¿Qué alegría puedo tener? Estoy ciego, no veo más la luz del sol y me encuentro sumergido en la oscuridad, como los muertos que ya no contemplan la luz. Estoy enterrado en vida; oigo la voz de los hombres, pero no los veo». El ángel le dijo: «¡Animo! Dios te curará pronto». Tobit añadió: «Mi hijo Tobías desea ir a Media. ¿Podrías tú acompañarlo como guía? Yo te pagaré un sueldo, hermano». El ángel le respondió: «Estoy dispuesto a acompañarlo. Conozco todos los caminos; he ido varias veces a Media , he atravesado todas sus llanuras y conozco muy bien los senderos de sus montañas».10 Entró el ángel y Tobit se adelantó a saludarle; el ángel contestó: «Que disfrutes de mucha alegría». Replicó Tobit: «¿Qué alegría puedo disfrutar ya? Estoy ciego y no puedo ver la luz del cielo; yazgo en tinieblas como los muertos, que no contemplan la luz; vivo como un muerto; oigo la voz de los hombres, pero no los veo». Le dijo el ángel: «Ten confianza, que Dios te curará dentro de poco. Ten confianza». Tobit le dijo: «Mi hijo Tobías quiere ir a Media. ¿Puedes ir con él y servirle de guía? Yo te daría tu salario, hermano». El respondió: «Puedo ir con él, pues conozco al detalle todos los caminos y he viajado a Media con frecuencia; he recorrido todos sus llanos y sus montes y tengo conocimiento de todas sus rutas».
11 Tobit le preguntó: «¿Quieres decirme, hermano, de qué familia y de qué tribu eres?».11 Tobit le dijo: «¿Querrías decirme, hermano, a qué familia y tribu perteneces?
12 «¿Qué importa mi tribu?», le dijo el ángel. Tobit insistió: «Quiero saber con seguridad de quién eres hijo y cómo te llamas».12 Le respondió el ángel: «¿Qué puede importar mi tribu?» Tobit insitió: «Me gustaría, hermano, saber con seguridad tu tribu y nombre».
13 El ángel le respondió: «Yo soy Azarías, hijo de Ananías el Grande, uno de tus hermanos».13 Respondió el ángel: «Yo soy Azarías, hijo del gran Ananías, uno de tus hermanos».
14 Tobit le dijo: «¡Bienvenido, hermano , y Salud! No tomes a mal que haya querido conocer la verdad acerca de tu familia, Por lo visto, eres un hermano de respetable y noble origen. Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos de Semeías el Grande. Ellos me acompañaban a Jerusalén; allí adoraban junto conmigo, y nunca se apartaron del buen camino. Tus hermanos son hombres de bien y tú eres de buena estirpe. ¡Sé bienvenido!».14 Le dijo Tobit: «Seas venido sano y salvo, hermano; y no lleves a mal, hermano, mi deseo de conocer con certeza tu nombre y familia. Resulta ahora que eres de mi parentela y que perteneces a un linaje bueno y honrado. He conocido a Ananías y a Natán, los dos hijos del gran Semeías; ellos iban conmigo a Jerusalén y conmigo adoraban allí, sin desviarse del buen camino. Tus hermanos son hombres de bien; de buen linaje procedes. ¡El gozo sea contigo!»
15 Luego siguió diciendo: «Te pagaré como sueldo una dracma diaria, y tendrás todo lo que necesite, lo mismo que mi hijo.15 Y añadió: «Te daré como sueldo una dracma por día, y en lo demás tendrás el mismo trato que mi hijo.
16 Acompáñalo, y yo te daré un sobresueldo». El ángel respondió: «Sí, iré con él, no tengas miedo. Volveremos tan bien como hemos salido, porque el camino es seguro».16 Vete con mi hijo y después te añadiré un sobresueldo».
17 Tobit exclamó: «¡Bendito seas, hermano!». Después llamó a su hijo y le dijo: «Hijo mío, prepara lo necesario para el viaje y parte con tu hermano. El Dios que está en el cielo los proteja y los haga volver a mi lado sanos y salvos. ¡Que su ángel los acompañe con su protección, hijo mío!». Tobías salió para ponerse en camino, y abrazó a su padre y a su madre. Tobit le dijo: «¡Buen viaje!».17 Le dijo el ángel: «Partiré con él y no abrigues temor; sanos partimos y sanos regresaremos a ti, porque la ruta es segura». Le respondió Tobit: «Bendito seas, hermano». Y llamando a su hijo le anunció: «Hijo, prepara las cosas para el camino y emprende la marcha con tu hermano; que el Dios que está en los cielos os proteja allí y os devuelva a mí sanos; y su ángel os acompañe con su protección, hijo». Tobías se dispuso a emprender la marcha y besó a su padre y a su madre. Tobit le dijo: «¡Que tengáis buen viaje!»
18 Su madre se puso a llorar y dijo a Tobit: «¿Por qué has hecho partir a mi hijo? ¿Acaso no es el bastón de nuestra mano, el que guía nuestros pasos?18 Pero su madre lloraba y dijo a Tobit: «¿Por qué has hecho que se vaya mi hijo? ¿No era él el bastón de nuestra mano, que siempre va y viene con nosotros?
19 ¿Para qué acumular más dinero? No importa nada comparado con nuestro hijo.19 ¡Que no sea el dinero lo primero de todo! Que no se convierta en el precio de nuestro hijo!
20 Con lo que el Señor nos daba para vivir ya teníamos bastante».20 ¡Con lo que el Señor nos daba para vivir teníamos bastante!»
21 Tobit le respondió: «¡No pienses eso! Nuestro hijo se va muy bien y volverá junto a nosotros con toda felicidad; tus propios ojos verán el día en que regresará sano y salvo. No te preocupes ni temas por ellos, hermana.21 El le dijo: «No pienses tal cosa; sano ha partido nuestro hijo y sano volverá a nosotros; con tus propios ojos lo verás el día que regrese sano junto a ti.
22 Un ángel bueno lo acompañará, él hará un buen viaje y volverá sano». Y ella dejó de llorar.22 No pienses tal cosa ni te atormentes por ellos, hermana; porque un ángel bueno le acompañará, le dará un viaje fácil y le devolverá sano».