Scrutatio

Mercoledi, 15 maggio 2024 - Sant'Isidoro agricoltore ( Letture di oggi)

2 Reyes 1


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSSAGRADA BIBLIA
1 Después de la muerte de Ajab, Moab se sublevó contra Israel.1 Tendo morrido Acab, Moab revoltou-se contra Israel.
2 Ocozías se cayó por el balcón del piso alto de su casa, en Samaría, y quedó malherido. Entonces envió unos mensajeros con este encargo: «Vayan a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón, si me repondré de mis heridas».2 Ocozias, que se encontrava em seu quarto alto, na Samaria, caiu da janela e feriu-se gravemente. Enviou então mensageiros, aos quais disse: Ide consultar Baal-Zebub, deus de Acaron, para saber se serei curado de meu mal.
3 Pero el Angel del Señor dijo a Elías, el tisbita: Sube al encuentro de los mensajeros del rey de Samaría, y diles: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que ustedes vayan a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón?3 Mas o anjo do Senhor falou a Elias, o tesbita: Sobe ao encontro dos mensageiros do rei de Samaria, e dize-lhes: Não há porventura um Deus em Israel, para irdes consultar Baal-Zebub, deus de Acaron?
4 Por eso, así habla el Señor: No te levantarás del lecho en el que has acostado, porque morirás irremediablemente». Y Elías se fue.4 Por isso eis o que diz o Senhor: Não te levantarás do leito a que subiste, mas morrerás. E Elias partiu.
5 Los mensajeros regresaron, y el rey les preguntó: «¿Cómo es que están de vuelta?».5 Os mensageiros voltaram para Ocozias, e este lhes perguntou: Por que voltais?
6 Ellos le dijeron: «Un hombre nos salió al encuentro y nos dijo: Vuelvan a ver al rey que los ha enviado y díganle: Así habla el Señor: ¿Acaso no hay Dios en Israel, para que tú mandes a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón? Por eso, no te levantarás del lecho en el que te has acostado, porque morirás irremediablemente».6 Eles responderam: Um homem nos veio ao encontro e nos disse: Ide, voltai para o vosso rei e dizei-lhe: Isto diz o Senhor: Não há porventura Deus em Israel, para que mandes consultar Baal-Zebub, deus de Acaron? Por isso não te levantarás do leito a que subiste; vais morrer.
7 El rey les preguntó: «¿Cómo era el hombre que subió al encuentro de ustedes y les dijo esas palabras?».7 Ocozias disse-lhes: Como era esse homem que veio ao vosso encontro e vos falou desse modo?
8 Ellos le respondieron: «Era un hombre con un manto de piel y con un cinturón de cuero ajustado a la cintura. Entonces el rey exclamó: «¡Es Elías, el tisbita!».8 Era um homem coberto de pelos, responderam-lhe, que trazia uma cinta de couro em volta dos rins. O rei disse: É Elias, o tesbita.
9 El rey envió a un oficial con sus cincuenta hombres para buscar a Elías. Cuando él subió a buscarlo, lo encontró sentado en la cumbre la montaña, y le dijo: «Hombre de Dios, el rey ha dicho que bajes».9 Imediatamente enviou-lhe o rei um chefe com seus cinqüenta homens. Este foi ter com Elias, que estava sentado no cimo dum monte, e disse-lhe: Ó homem de Deus, desce depressa, pois é ordem do rei.
10 Elías respondió al oficial: «Si yo soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres». Y bajó fuego del cielo y lo devoró, a él y a sus cincuenta hombres.10 Elias respondeu: Se sou um homem de Deus, venha fogo do céu e vos devore, a ti e aos teus cinqüenta homens. E o fogo, caindo do céu, devorou o chefe e seus cinqüenta homens.
11 El rey le volvió a enviar otro oficial con sus cincuenta hombres. Este tomó la palabra y dijo a Elías: «Hombre de Dios, así habla el rey: Baja en seguida».11 O rei mandou outro chefe com os seus cinqüenta homens, o qual, chegando aonde estava Elias, lhe disse; Ó homem de Deus, esta é a ordem do rei: desce imediatamente.
12 Elías le respondió: «Si yo soy un hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore, a ti y a tus cincuenta hombres». Y bajo fuego del cielo y lo devoró, a él y a sus cincuenta hombres.12 Se sou um homem de Deus, respondeu Elias, venha fogo do céu e te devore com os teus cinqüenta homens. E o fogo, caindo do céu, devorou o chefe e seus cinqüenta homens.
13 El rey volvió a enviar a un tercer oficial con sus cincuenta hombres. El tercer oficial subió y, al llegar, se puso de rodillas frente a Elías y le suplicó, diciendo: «Hombre de Dios, por favor, que mi vida y la vida de estos cincuenta servidores tuyos tengan algún valor a tus ojos.13 Pela terceira vez, mandou o rei um chefe com os seus cinqüenta homens, o qual, chegando aonde estava Elias, pôs-se de joelhos e suplicou-lhe, dizendo: Peço-te, ó homem de Deus, que a minha vida tenha algum valor aos teus olhos e a destes cinqüenta homens teus servos.
14 Ya ha bajado fuego del cielo y ha devorado a los dos oficiales anteriores con sus cincuenta hombres. Pero ahora, ¡que mi vida tenga algún valor a tus ojos!».14 Veio fogo do céu e devorou os dois primeiros chefes; mas, agora, que minha vida tenha algum valor aos teus olhos!
15 El Angel del Señor dijo a Elías: «Baja con él, no le temas». Elías se levantó, bajó con él a presentarse ante el rey,15 O anjo do Senhor disse a Elias: Desce com este homem; não temas. Elias levantou-se e desceu com ele à casa do rei.
16 y le dijo: «Así habla el Señor: Por haber enviado mensajeros a consultar a Baal Zebub, el dios de Ecrón, como si no hubiera Dios en Israel para consultar su palabra, por eso, no te levantarás del lecho donde te has acostado: morirás irremediablemente».16 Disse-lhe: Eis o que diz o Senhor: Porque enviaste mensageiros a consultar Baal-Zebub, deus de Acaron, não te levantarás mais do leito a que subiste; mas morrerás.
17 El rey murió, conforme a la palabra del Señor que había pronunciado Elías. En lugar de él reinó su hermano Joram, en el segundo año de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá; porque Ocozías no tenía hijos.17 Ocozias morreu, segundo a palavra que o Senhor tinha dito pelo profeta Elias, e seu irmão Jorão sucedeu-lhe o trono, no segundo ano de Jorão, filho de Josafá, rei de Judá, porque Ocozias não tinha filhos.
18 El resto de los hechos de Ocozías, lo que él hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel?18 O resto da história de Ocozias e suas ações, tudo está consignado no livro das Crônicas dos reis de Israel.