Scrutatio

Lunedi, 13 maggio 2024 - Beata Vergine Maria di Fatima ( Letture di oggi)

ΨΑΛΜΟΙ - Salmi - Psalms 42


font
LXXEL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
1 ψαλμος τω δαυιδ κρινον με ο θεος και δικασον την δικην μου εξ εθνους ουχ οσιου απο ανθρωπου αδικου και δολιου ρυσαι με1 Del maestro de coro. Poema de los hijos de Coré.

2 οτι συ ει ο θεος κραταιωμα μου ινα τι απωσω με και ινα τι σκυθρωπαζων πορευομαι εν τω εκθλιβειν τον εχθρον μου2 Como la cierva sedienta

busca las corrientes de agua,

así mi alma suspira

por ti, mi Dios.

3 εξαποστειλον το φως σου και την αληθειαν σου αυτα με ωδηγησαν και ηγαγον με εις ορος αγιον σου και εις τα σκηνωματα σου3 Mi alma tiene sed de Dios,

del Dios viviente:

¿Cuándo iré a contemplar

el rostro de Dios?

4 και εισελευσομαι προς το θυσιαστηριον του θεου προς τον θεον τον ευφραινοντα την νεοτητα μου εξομολογησομαι σοι εν κιθαρα ο θεος ο θεος μου4 Las lágrimas son mi único pan

de día y de noche,

mientras me preguntan sin cesar:

«Dónde está tu Dios?»

5 ινα τι περιλυπος ει ψυχη και ινα τι συνταρασσεις με ελπισον επι τον θεον οτι εξομολογησομαι αυτω σωτηριον του προσωπου μου ο θεος μου5 Al recordar el pasado,

me dejo llevar por la nostalgia:

¡cómo iba en medio de la multitud

y la guiaba hacia la Casa de Dios,

entre cantos de alegría y alabanza,

en el júbilo de la fiesta!

6 ¿Por qué te deprimes, alma mía?

¿Por qué te inquietas?

Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias,

a él, que es mi salvador y mi Dios

7 Mi alma está deprimida:

por eso me acuerdo de ti,

desde la tierra del Jordán y el Hermón,

desde el monte Misar.

8 Un abismo llama a otro abismo,

con el estruendo de tus cataratas;

tus torrentes y tus olas

pasaron sobre mí.

9 De día, el Señor me dará su gracia;

y de noche, cantaré mi alabanza

al Dios de mi vida.

10 Diré a mi Dios:

«Mi Roca, ¿por qué me has olvidado?

¿Por qué tendré que estar triste,

oprimido por mi enemigo?».

11 Mis huesos se quebrantan

por la burla de mis adversarios;

mientras me preguntan sin cesar:

«¿Dónde está tu Dios?»

12 ¿Por qué te deprimes, alma mía?

¿Por qué te inquietas?

Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias,

a él, que es mi salvador y mi Dios.