Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

2 Timoteo 1


font

1Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús,2saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.3Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones.4Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para que mi felicidad sea completa.5Porque tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que tú también tienes.6Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos.7Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.8No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por Evangelio, animado con la fortaleza de Dios.9El nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad,10y que ahora se ha revelado en la Manifestación de nuestro Salvador Jesucristo. Porque él destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, mediante la Buena Noticia,11de la cual he sido constituido heraldo, Apóstol y maestro.12Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quien he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado.13Toma como norma las saludables lecciones de fe y de amor a Cristo Jesús que has escuchado de mí.14Conserva lo que se te ha confiado, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.15Ya sabes que todos los de Asia se apartaron de mí, entre ellos Figelo y Hermógenes.16Que el Señor tenga misericordia de la familia de Onesíforo, porque él muchas veces me ha reconfortado y no se avergonzó de que yo estuviera preso.17Por el contrario, desde que llegó a Roma, no dejó de buscarme hasta que me encontró.18Que Dios, en aquel Día, le permita alcanzar misericordia delante del Señor. Tú conoces mejor que nadie los servicios que él me prestó en Efeso.