Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Filipenses 3


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1Mientras tanto, hermanos míos, alégrense en el Señor. A mí no me cuesta nada escribir las mismas cosas, y para ustedes es una seguridad.2¡Cuídense de los perros, de los malos obreros y de los falsos circuncisos!3Porque los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que ofrecemos un culto inspirado en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, en lugar de poner nuestra confianza en la carne, aunque yo también tengo motivos para poner mi confianza en ella.4Si alguien cree que puede confiar en la carne, yo puedo hacerlo con mayor razón;5circuncidado al octavo día; de la raza de Israel y de la tribu de Benjamín; hebreo, hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, un fariseo;6por el ardor de mi cielo, perseguidor de la Iglesia; y en lo que se refiere a la justicia que procede de la Ley, de una conducta irreprochable.7Pero todo lo que hasta ahora consideraba una ganancia, lo tengo por pérdida, a causa de Cristo.8Más aún, todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él he sacrificado todas las cosas, a las que considero como desperdicio, con tal de ganar a Cristo9y estar unido a él, no con mi propia justicia –la que procede de la Ley– sino con aquella que nace de la fe en Cristo, la que viene de Dios y se funda en la fe.10Así podré conocerlo a él, conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos, hasta hacerme semejante a él en la muerte,11a fin de llegar, si es posible, a la resurrección de entre los muertos.12Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado la perfección, pero sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús.13Hermanos, yo no pretendo haberlo alcanzado. Digo solamente esto: olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante14y corro en dirección a la meta, para alcanzar el premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo Jesús.15Así debemos pensar los que somos maduros; y si en alguna cosa ustedes piensan lo contrario, Dios los iluminará.16De todas maneras, cualquiera sea el punto adonde hayamos llegado, sigamos por el mismo camino.17Sigan mi ejemplo, hermanos, y observen atentamente a los que siguen el ejemplo que yo les he dado.18Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo.19Su fin es la predicción, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de vergüenza, y no aprecian sino las cosas de la tierra.20En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo.21El transformará nuestro pobre cuerpo mortal, haciéndolo semejante a su cuerpo glorioso, con el poder que tiene para poner todas las cosas bajo su dominio.