Scrutatio

Sabato, 27 aprile 2024 - Santa Zita ( Letture di oggi)

Juan 17


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1Después de hablar así, Jesús levantó los ojos al cielo, diciendo: «Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que el Hijo te glorifique a ti,2ya que le diste autoridad sobre todos los hombres, para que él diera Vida eterna a todos los que tú les has dado.3Esta es la Vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu Enviado, Jesucristo.4Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste.5Ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía contigo antes que el mundo existiera.6Manifesté tu Nombre a los que separaste del mundo para confiármelos. Eran tuyos y me los diste, y ellos fueron fieles a tu palabra.7Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti,8porque les comuniqué las palabras que tú me diste: ellos han reconocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me enviaste.9Yo ruego por ellos: no ruego por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos.10Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío, y en ellos he sido glorificado.11Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros.12Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.13Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.14Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.15No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.16Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.17Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.18Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo.19Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.20No ruego solamente por ellos, sino también por los que, gracias a su palabra, creerán en mí.21Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.22Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno23–yo en ellos y tú en mí– para que sean perfectamente uno y el mundo conozca que tú me has enviado, y que yo los amé cómo tú me amaste.24Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo.25Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te conocí, y ellos reconocieron que tú me enviaste.26Les di a conocer tu Nombre, y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo también esté en ellos».