Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Jeremías 6


font
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 ¡Busquen un refugio, benjaminitas, fuera de Jerusalén! ¡Toquen la trompeta en Técoa, levanten una señal en Bet Haquérem! Porque desde el Norte amenaza una desgracia y un gran desastre.1 Escapad, hijos de Benjamín, de dentro de Jerusalén, en Técoa tañed el cuerno, y sobre Bet Hakkérem izad bandera, porque una desgracia amenaza del norte y un quebranto grande.
2 Yo destruyo a la hija de Sión, a la hermosa, la refinada.2 ¿Acaso a una deliciosa pradera te comparas, hija de Sión?
3 Pastores con sus rebaños llegan hasta ella, plantan sus carpas a su alrededor, cada uno apacienta su manada.3 A ella vienen pastores con sus rebaños, han montado las tiendas, junto a ella en derredor, y apacientan cada cual su manada.
4 ¡Emprendan contra ella una guerra santa! ¡De pie, subamos al asalto en pleno mediodía! ¡Ay de nosotros, porque declina el día, se alargan las sombres del atardecer!4 - «¡Declaradle la guerra santa! ¡En pie y subamos contra ella a mediodía!... ¡Ay de nosotros, que el día va cayendo, y se alargan las sombras de la tarde!...
5 ¡De pie, subamos de noche, destruyamos sus baluartes!5 ¡Pues arriba y subamos de noche y destruiremos sus alcázares!»
6 Porque así habla el Señor de los ejércitos: ¡Talen sus árboles, levanten terraplenes contra Jerusalén! ¡Es la ciudad de la mentira, dentro de ella, todo es opresión!6 Porque así dice Yahveh Sebaot: «Talad sus árboles y alzad contra Jerusalén un terraplén». Es la ciudad de visita. Todo el mundo se atropella en su interior.
7 Como un pozo hace brotar sus aguas, así ella hace brotar su maldad. «¡Violencia, atropello!, se oye decir allí, tengo siempre delante las heridas y los golpes.7 Cual mana un pozo sus aguas, tal mana ella su malicia. «¡Atropello!», «¡despojo!» - se oye decir en ella; ante mí de continuo heridas y golpes.
8 ¡Escarmienta, Jerusalén, no sea que mi alma se aparte de ti, y yo te convierta en una desolación, en una tierra deshabitada!8 Aprende, Jerusalén, no sea que se despegue mi alma de ti, no sea que te convierta en desolación, en tierra despoblada.
9 Así habla el Señor de los ejércitos: Rebusca como si fuera una viña al resto de Israel; vuelve a pasar tu mano como el vendimiador sobre los pámpanos.9 Así dice Yahveh Sebaot: Busca, rebusca como en una cepa en el resto de Israel; vuelve a pasar tu mano como el vendimiador por los pámpanos.
10 ¿A quién hablar, a quién advertir para que escuchen? Sus oídos están incircuncisos, no pueden prestar atención; la palabra del Señor se ha convertido en un oprobio para ellos, ¡no la quieren!10 - ¿A quiénes que me oigan voy a hablar y avisar? He aquí que su oído es incircunciso y no pueden entender. He aquí que la palabra de Yahveh se les ha vuelto oprobio: no les agrada.
11 –Yo estoy lleno del furor del Señor: estoy cansado de reprimirlo–. Derrámalo sobre el niño en la calle y sobre los grupos de los jóvenes, porque serán apresados el hombre y la mujer, el anciano y el que está cargado de años.11 También yo estoy lleno de la saña de Yahveh y cansado de retenerla. La verteré sobre el niño de la calle y sobre el grupo de mancebos juntos. También el hombre y la mujer serán apresados, el viejo con la anciana.
12 Sus casas pasarán a manos de otros, lo mismo que los campos y las mujeres, porque yo extenderé mi mano contra los habitantes del país –oráculo del Señor–.12 Pasarán sus casas a otros, campos y mujeres a la vez, cuando extienda yo mi mano sobre los habitantes de esta tierra - oráculo de Yahveh -.
13 Porque del más pequeño al más grande, todos están ávidos de ganancias, y desde el profeta hasta el sacerdote, no hacen otra cosa que engañar.13 Porque desde el más chiquito de ellos hasta el más grande, todos andan buscando su provecho, y desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el fraude.
14 Ellos curan a la ligera el quebranto de mi pueblo, diciendo: «¡Paz, paz!», pero no hay paz.14 Han curado el quebranto de mi pueblo a la ligera, diciendo: «¡Paz, paz!», cuando no había paz.
15 ¿Se avergüenzan de la abominación que cometieron? ¡No, no sienten la menor vergüenza, no saben lo que es sonrojarse! Por eso, ellos caerán con los que caen, sucumbirán cuando tengan que dar cuenta, dice el Señor.15 ¿Se avergonzaron de las abominaciones que hicieron? Avergonzarse, no se avergonzaron; sonrojarse, tampoco supieron; por tanto caerán con los que cayeren; tropezarán cuando se les visite - dice Yahveh.
16 Así habla el Señor: Deténgase sobre los caminos y miren, pregunten a los senderos antiguos dónde está el buen camino, y vayan por él: así encontrarán tranquilidad para sus almas. Pero ellos dijeron: «¡No iremos!».16 Así dice Yahveh: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos, cuál es el camino bueno, y andad por él, y encontraréis sosiego para vuestras almas. Pero dijeron: «No vamos».
17 Yo suscité para ustedes centinelas: «Presten atención al toque de la trompeta». Pero ellos dijeron: «¡No prestaremos atención!».17 Entonces les puse centinelas: «¡Atención al toque de cuerno!» Pero dijeron: «No atendemos».
18 Por eso, ¡escuchen, naciones, y tú, comunidad, ten presente lo que les espera!18 Por tanto, oíd, naciones, y conoce, asamblea, lo que vendrá sobre ellos;
19 Escucha, tierra: Yo atraigo sobre este pueblo una desgracia, fruto de sus propios designios, porque no han atendido a mis palabras y han despreciado mi Ley.19 oye, tierra: He aquí que traigo desgracia a este pueblo, como fruto de sus pensamientos, porque a mis razones no atendieron, y por lo que respecta a mi Ley, la desecharon.
20 ¿Qué me importa el incienso que llega de Sabá y la caña aromática de un país lejano? Yo no acepto los holocaustos de ustedes y sus sacrificios no me agradan.20 - ¿A qué traerme incienso de Seba y canela fina de país remoto? Ni vuestros holocaustos me son gratos, ni vuestros sacrificios me complacen.
21 Por eso, así habla el Señor: Yo pongo obstáculos delante de este pueblo y tropezarán contra ellos; padres e hijos, vecinos y amigos perecerán todos juntos.21 Por tanto, así dice Yahveh: Mirad que pongo a este pueblo tropiezos y tropezarán en ellos padres e hijos a una, el vecino y su prójimo perecerán.
22 Así habla el Señor: ¡Miren! Un pueblo llega del país del Norte y surge una nación de los confines de la tierra.22 Así dice Yahveh: Mirad que un pueblo viene de tierras del norte y una gran nación se despierta de los confines de la tierra.
23 Empuñan el arco y la jabalina, son crueles y despiadados, su voz resuena como el mar, van montados a caballo, dispuestos como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Sión.23 Arco y lanza blanden, crueles son y sin entrañas. Su voz como la mar muge, y a caballo van montados, ordenados como un solo hombre para la guerra contra ti, hija de Sión.
24 Al enterarnos de la noticia, desfallecieron nuestras manos, se apoderó de nosotros la angustia, un temblor como de parturienta.24 - Oímos su fama, flaquean nuestras manos, angustia nos asalta, dolor como de parturienta.
25 ¡No salgan al campo, no vayan por el camino, porque el enemigo tiene una espada, reina el terror por todas partes!25 No salgáis al campo, no andéis por el camino, que el enemigo lleva espada: terror por doquier.
26 ¡Cíñete un cilicio, hija de mi pueblo, y revuélcate en la ceniza, llora como por un hijo único, entona un lamento lleno de amargura! Porque en un instante llega sobre nosotros el devastador.26 - Hija de mi pueblo, cíñete de sayal y revuélcate en ceniza, haz por ti misma un duelo de hijo único, una endecha amarguísima, porque en seguida viene el saqueador sobre nosotros.
27 Yo te constituí examinador de mi pueblo, para que conozcas y examines su conducta.27 - A ti te puse en mi pueblo por inquisidor sagaz para que examinaras y probaras su conducta.
28 Son todos rebeldes, calumniadores: bronce o hierro, todos están pervertidos.28 - Todos ellos son rebeldes que andan difamando; bronce y hierro; todos son degenerados.
29 El fuelle resopla, el plomo se derrite por el fuego. Pero en vano se depura una y otra vez, no se desprenden las escorias.29 Jadeó el fuelle, el plomo se consumió por el fuego. En vano afinó el afinador, porque la ganga no se desprendió.
30 «Plata de desecho», así se los llama porque el Señor los ha desechado.30 Serán llamados «plata de desecho», porque Yahveh los desechó.