Scrutatio

Martedi, 14 maggio 2024 - San Mattia ( Letture di oggi)

Sabiduría 16


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 Por eso, con toda justicia fueron castigados con seres semejantes y atormentados con una infinidad de bichos.1 Por eso, mediante seres semejantes, fueron justamente castigados; una multitud de bichos les sometieron a tormento.
2 En lugar de ese castigo, fuiste benévolo con tu pueblo, y para satisfacer su voraz apetito, le preparaste como alimento un manjar exquisito: ¡las codornices!2 En vez de tal castigo, concediste favores a tu pueblo: para satisfacer su voraz apetito, les preparaste como alimento un manjar exquisito: codornices;
3 Así los egipcios, a pesar de su deseo de comer, perdieron el apetito natural, ante el aspecto repugnante de los animales enviados contra ellos; tu pueblo, en cambio, sometido a privación por poco tiempo, participó de un manjar exquisito.3 para que aquéllos, aun ansiando el alimento, por el asqueroso aspecto de los bichos que les enviabas, hasta el apetito natural perdiesen, y éstos, pasadas unas breves privaciones, viniesen a gustar manjares exquisitos.
4 Porque era necesario que a aquellos opresores les sobreviniera una penuria inevitable y que a estos sólo se les hiciera ver cómo eran atormentados sus enemigos.4 Era razón que aquéllos, los opresores, sufrieran un hambre irremediable, mientras a éstos bastaba mostrarles la clase de tormento que sus enemigos padecían.
5 Incluso cuando se desencadenó sobre tu pueblo el furor terrible de animales feroces, y ellos perecían por la mordedura de serpientes huidizas, tu ira no duró hasta el extremo.5 Incluso cuando cayó sobre ellos la ira terrible de animales feroces, cuando por mordeduras de sinuosas serpientes perecían, no persistió tu cólera hasta el fin.
6 A manera de advertencia, fueron atribulados por poco tiempo, teniendo ya una prenda de salvación para que recordaran el mandamiento de tu Ley;6 Como advertencia se vieron atribulados por breve tiempo, pues tenían una señal de salvación como recuerdo del mandamiento de tu Ley;
7 en efecto, aquel que se volvía hacia ella era salvado, no por lo que contemplaba, sino por ti, el Salvador de todos.7 y el que a ella se volvía, se salvaba, no por lo que contemplaba, sino por ti, Salvador de todos.
8 Así demostraste a nuestros enemigos que eres tú el que libra de todo mal:8 De este modo convenciste a nuestros enemigos de que tú eres el que libras de todo mal:
9 ellos murieron por la picadura de langostas y moscas, y no se podía encontrar un remedio para sus vidas, porque merecían ser castigados por esos animales.9 a ellos picaduras de langostas y moscas los mataban, - y bien merecían que bichos tales los castigasen - sin que remedio hallaran para su vida;
10 Pero contra tus hijos, ni siquiera pudieron los dientes de las serpientes venenosas, porque tu misericordia vino a su encuentro y los sanó.10 a tus hijos, en cambio, ni dientes de serpientes venenosas los vencieron, pues vino tu misericordia en su socorro y los sanó.
11 Para que se acordaran de tus palabras, eran aguijoneados y se curaban rápidamente, no sea que cayeran en un profundo olvido y así quedaran excluidos de tu acción bienhechora.11 Las mordeduras - pronto curadas - les recordaban tus preceptos no fuera que, cayendo en profundo olvido, se vieran excluidos de tu liberalidad.
12 Y no los sanaron las hierbas ni los ungüentos sino tu palabra, Señor, que todo lo cura.12 Ni los curó hierba ni emplasto alguno, sino tu palabra, Señor, que todo lo sana.
13 Porque tú tienes poder sobre la vida y la muerte, haces bajar a las puertas del Abismo y haces subir de allí.13 Pues tú tienes el poder sobre la vida y sobre la muerte, haces bajar a las puertas del Hades y de allí subir.
14 El hombre, en su malicia, puede matar, pero no hace volver el espíritu una vez que se fue, ni libera al alma recibida por el Abismo.14 El hombre, en cambio, puede matar por su maldad, pero no hacer tornar al espíritu que se fue, ni liberar al alma ya acogida en el Hades.
15 Es imposible escapar de tu mano.15 Es imposible escapar de tu mano.
16 Los impíos que rehusaban conocerte fueron golpeados por la fuerza de tu brazo: los acosaron lluvias insólitas, granizadas, aguaceros implacables, y el fuego los consumió.16 Los impíos que rehusaban conocerte fueron fustigados por la fuerza de tu brazo; lluvias insólitas, granizadas, aguaceros implacables los persigueron y el fuego los devoró.
17 Pero lo más extraño era que en el agua, que todo lo apaga, el fuego se encendía más, porque el universo combate en defensa de los justos.17 Y lo más extraño era que con el agua, que todo lo apaga, el fuego cobraba una violencia mayor. El universo, en efecto, combate en favor de los justos.
18 Unas veces, las llamas se apaciguaban para no abrasar a los animales enviados contra los impíos, y para que, al verlas, estos se sintieran perseguidos por un juicio de Dios.18 Las llamas unas veces se amansaban para no consumir a los animales enviados contra los impíos, y darles a entender, por lo que veían, que el juicio de Dios les hostigaba;
19 Otras veces, dentro mismo del agua, las llamas ardían con una fuerza superior a la del fuego, para destruir las cosechas de una tierra injusta.19 pero otras, aun en medio de las aguas, abrasaban con fuerza superior a la del fuego para destruir las cosechas de una tierra inicua.
20 En lugar de esto, nutriste a tu pueblo con un alimento de ángeles, y sin que ellos se fatigaran, les enviaste desde el cielo un pan ya preparado, capaz de brindar todas las delicias y adaptado a todos los gustos.20 A tu pueblo, por el contrario, le alimentaste con manjar de ángeles; les suministraste, sin cesar desde el ciel un pan ya preparado que podía brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos.
21 Y el sustento que les dabas manifestaba tu dulzura hacia tus hijos, porque, adaptándose al gusto del que lo comía, se transformaba según el deseo de cada uno.21 El sustento que les dabas revelaba tu dulzura con tus hijos pues, adaptándose al deseo del que lo tomaba, se tranformaba en lo que cada uno quería.
22 La nieve y el hielo resistían al fuego sin derretirse, a fin de que supieran que solamente los frutos de los enemigos eran destruidos por el fuego que ardía en medio del granizo y fulguraba bajo la lluvia;22 Nieve y hielo resistían al fuego sin fundirse, para que supieran que el fuego, para destruir las cosechas de sus enemigos, entre el granizo abrasaba y fulguraba entre la lluvia,
23 mientras que, por el contrario, ese mismo fuego olvidaba hasta su propio poder, para respetar el alimento de los justo.23 mientras que, para que los justos pudieran sustentarse, hasta de su natural poder se olvidaba.
24 Porque la creación, que está al servicio de ti, su Creador, se pone en tensión para castigar a los injustos y se distiende para beneficiar a los que confían en ti.24 Porque la creación, sirviéndote a ti, su Hacedor, se embravece para castigo de los inicuos y se amansa en favor de los que en ti confían.
25 Por eso también entonces, transformándose completamente, ella estaba al servicio de tu generosidad, que a todos alimenta, de acuerdo con el deseo de los que te suplicaban.25 Por eso, también entonces, cambiándose en todo, servía a tu liberalidad que a todos sustenta, conforme al deseo de los necesitados.
26 Así los hijos que tú has amado, Señor, debían aprender que no son las diversas clases de frutos los que alimentan al hombre, sino que es tu palabra la que sostiene a los que creen en ti.26 De este modo enseñabas a tus hijos queridos, Señor, que no son las diversas especies de frutos los que alimentan al hombre, sino que es tu palabra la que mantiene a los que creen en ti.
27 Porque lo que el fuego no lograba destruir se derretía al simple calor de un tenue rayo de sol,27 El fuego no alcanzaba a disolver lo que sencillamente derretía el calor de un breve rayo de sol.
28 para que se pusiera bien de manifiesto que hay que anticiparse al sol para darte gracias y encontrarse contigo al despuntar el día.28 Con ello le enseñabas que debían adelantarse al sol para darte gracias y recurrir a ti al rayar el día,
29 Pero la esperanza del ingrato se diluirá como la escarcha invernal y correrá como agua inservible.29 pues la esperanza del ingrato como escarcha invernal se derrite y corre como agua inútil.