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Venerdi, 17 maggio 2024 - San Pasquale Baylon ( Letture di oggi)

Éxodo 7


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EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOSBIBLIA
1 El Señor dijo a Moisés: «Yo hago de ti un dios para el Faraón, y Aarón, tu hermano, será tu profeta.1 Dijo Yahveh a Moisés: «Mira que te he constituido como dios para Faraón y Aarón, tu hermano, será tu profeta;
2 Tú le comunicarás todo lo que yo te mande, y él hablará al Faraón, para que deje salir de su país a los israelitas.2 tú le dirás cuanto yo te mande; y Aarón, tu hermano, se lo dirá a Faraón, para que deje salir de su país a los israelitas.
3 Pero yo endureceré el corazón del Faraón, y así podré multiplicar mis signos y mis prodigios en Egipto.3 Yo, por mi parte, endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré mis señales y mis prodigios en el país de Egipto.
4 El Faraón se resistirá a escucharlos, pero yo descargaré mi mano sobre Egipto, y haré salir de allí a los israelitas –mi ejército y mi pueblo– infligiendo severos y justos castigos.4 Faraón no os escuchará, pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacaré de la tierra de Egipto a mi ejército, mi pueblo, los israelitas, a fuerza de duros castigos.
5 Y cuando extienda mi mano sobre Egipto para hacer salir de allí a los israelitas, los egipcios tendrán que reconocer que yo soy el Señor».5 Y los egipcios reconocerán que yo soy Yahveh, cuando extienda mi mano sobre Egipto y saque de en medio de ellos a los hijos de Israel.»
6 Moisés y Aarón realizaron exactamente lo que el Señor les había ordenado.6 Moisés y Aarón hicieron lo que les mandó Yahveh.
7 Cuando se entrevistaron con el Faraón, Moisés tenía ochenta años, y Aarón, ochenta y tres.7 Tenía Moisés ochenta años, y Aarón 83 cuando hablaron a Faraón.
8 El Señor dijo a Moisés y a Aarón:8 Habló Yahveh a Moisés y Aarón, y dijo:
9 «Cuando el Faraón les pida que hagan un prodigio, tú le dirás a Aarón: «Toma tu cayado y arrójalo delante del Faraón; y el cayado se convertirá en una serpiente»9 «Cuando Faraón os diga: Haced algún prodigio, dirás a Aarón: “Toma tu cayado y échalo delante de Faraón, y que se convierta en serpiente.”»
10 Moisés y Aarón se presentaron entonces ante el Faraón e hicieron todo lo que el Señor les había ordenado. Aarón arrojó su cayado delante del Faraón y de sus servidores, y el cayado se transformó en una serpiente».10 Presentáronse, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron lo que Yahveh había ordenado: Aarón echó su cayado delante de Faraón y de sus servidores, y se convirtió en serpiente.
11 El Faraón, a su vez, convocó a los sabios y hechiceros; y los magos de Egipto, valiéndose de sus artes secretas, hicieron otro tanto.11 También Faraón llamó a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los sabios egipcios, hicieron con sus encantamientos las mismas cosas.
12 Cada uno arrojó su bastón, y estos se transformaron en serpientes; pero el de Aarón devoró a todos los demás.12 Echó cada cual su vara, y se trocaron en serpientes; pero el cayado de Aarón devoró sus varas.
13 A pesar de esto, el Faraón persistió en su obstinación y no los escuchó, como el Señor lo había predicho.13 Sin embargo el corazón de Faraón se endureció, y no les escuchó, conforme había predicho Yahveh.
14 El Señor dijo a Moisés: «El Faraón está obstinado y se resiste a dejar partir al pueblo.14 Entonces dijo Yahveh a Moisés: «El corazón de Faraón es obstinado; se niega a dejar salir al pueblo.
15 Preséntate ante él mañana temprano, cuando salga para ir al río; espéralo a la orilla del Nilo, sosteniendo en tu mano el bastón que se transformó en serpiente,15 Preséntate a Faraón por la mañana, cuando vaya a la ribera. Le saldrás al encuentro a la orilla del Río, llevando en tu mano el cayado que se convirtió en serpiente.
16 y háblale en estos términos: «El Señor, el Dios de los hebreos, me envió a decirte: Deja que mi pueblo vaya a rendirme culto en el desierto. Pero tú no has querido obedecer.16 Y le dirás: Yahveh, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti para decirte: “Deja partir a mi pueblo, para que me den culto en el desierto”; pero hasta el presente no has escuchado.
17 Por eso dice el Señor: Ahora te demostraré que soy el Señor. Yo golpearé las aguas del Nilo con el bastón que tengo en la mano, y las aguas se convertirán en sangre.17 Así dice Yahveh: En esto conocerás que yo soy Yahveh: Mira que voy a golpear con el cayado que tengo en la mano las aguas del Río, y se convertirán en sangre.
18 Los peces que hay en el Nilo morirán, y el río dará un olor tan pestilente que los egipcios no podrán beber sus aguas».18 Los peces del Río morirán, y el Río quedará apestado de modo que los egipcios no podrán ya beber agua del Río.»
19 Luego el Señor dijo a Moisés: «Da esta orden a Aarón: «Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto –sobre sus ríos y sus canales, sus pantanos y todos sus depósitos de agua– y que estas se conviertan en sangre a lo largo de todo Egipto, incluso las que están en recipientes de madera y de piedra».19 Yahveh dijo a Moisés: «Di a Aarón: Toma tu cayado, y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus canales, sobre sus ríos, sobre sus lagunas y sobre todos sus depósitos de agua. Se convertirán en sangre; y habrá sangre en toda la tierra de Egipto, hasta en los árboles y la piedras.»
20 Moisés y Aarón hicieron lo que el Señor les había ordenado. El levantó su bastón y golpeó las aguas del Nilo, a la vista del Faraón y de todos sus servidores. Y toda el agua del Nilo se convirtió en sangre.20 Moisés y Aarón hicieron lo que Yahveh les había mandado: alzó el cayado y golpeó las aguas que hay en el Rió en presencia de Faraón y de sus servidores, y todas las aguas del Rió se convirtieron en sangre.
21 Los peces del Nilo murieron, y el río dio un olor tan pestilente, que los egipcios ya no pudieron beber sus aguas. Entonces hubo sangre en todo el territorio de Egipto.21 Los peces del Río murieron, el Río quedó apestado de modo que los egipcios nos pudieron beber el agua del Río; hubo sangre en todo el país de Egipto.
22 pero los magos egipcios valiéndose de sus artes secretas, hicieron lo mismo. Por eso el Faraón persistió en su obstinación y no los escuchó, como el Señor lo había predicho.22 Pero lo mismo hicieron con sus encantamientos los magos de Egipto; y el corazón de Faraón se endureció y no les escuchó, como había dicho Yahveh.
23 Y dándose vuelta, regresó a su palacio sin atribuir mayor importancia a lo que había sucedido.23 Se volvió Faraón y entró en su casa sin hacer caso de ello.
24 Mientras tanto, los egipcios se pusieron a cavar en los alrededores del Nilo, en busca de agua potable, porque no podrían beber el agua del río.24 Y todos los egipcios tuvieron que cavar en los alrededores del Río en busca de agua potable, porque no podían beber las aguas del Río.
25 Así pasaron siete días después que el Señor golpeó las aguas del Nilo.25 Pasaron siete días desde que Yahveh hirió el Río.
26 El Señor dijo a Moisés: «Preséntate ante el Faraón y dile: «Así habla el Señor: Deja que mi pueblo vaya a rendirme culto26 Y dijo Yahveh a Moisés: «Preséntate a Faraón y dile: Así dice Yahveh: “Deja salir a mi pueblo para que me dé culto.”
27 Porque si te niegas a dejarlo partir, haré que tu territorio quede totalmente plagado de ranas.27 Si te niegas a dejarle partir infestaré de ranas todo tu país.
28 El Nilo estará atestado de ranas, que subirán e invadirán tu palacio, tu dormitorio y hasta tu mismo lecho; se meterán en las casas de tus servidores y en las de tu pueblo, en tus hornos y utensilios de cocina.28 El Río bullirá de ranas, que subirán y entrarán en tu casa, en tu dormitorio y en tu lecho, en las casas de tus servidores y en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.
29 Y llegarán incluso a trepar sobre ti, sobre tus servidores y sobre tu pueblo».29 Subirán la ranas sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre tus siervos.»